En The Next Generation vimos por primera vez la distribución de las estrellas entre las que se movían nuestros héroes en Conspiracy (TNG, 1.25). En esta se mostraba el espacio conocido dividido en diferentes sectores, reflejando la ubicación de los planetas de la Federación, incluyendo la frontera común que tenía el Imperio Klingon y el Romulano y que facilitaba la escenificación de la hostilidad que se procesaban en el siglo XXIV, y que se comentaría precisamente en el siguiente capítulo: The Neutral Zone (TNG, 1.26). El mapa mostraba sobre todo lugares que habían aparecido en la clásica y en la serie animada: Fabrina, Talos, Rigel, Janus VI, la Primera Federación, Kzin, Romulus y Remus (llamado Romii en el primera mata de la Zona Neutral), así como Kling para el mundo hogar de los klingons. Y es interesante porque muestra aproximadamente la parte de la galaxia conocida o por lo menos la más cercana a la Federación.
En el resto de la serie no se volvió a mostrar más cartografía que no fuera de una zona concreta, con un par de sectores o de rutas de navegación. Durante la línea temporal alternativa mostrada en Yesterday’s Enterprise (TNG, 3.15), en que la Federación estaba en guerra contra el Imperio Klingon, en el despacho del capitán Picard se pudo observar un mapa de la situación táctica del conflicto. Se identificaban planetas clásicos como Anteres, Delta Vega o Eminiar, así como las posiciones de las Flota Estelar y las de los klingons. Pero no dejaba ver una ubicación de los mundos con respecto al territorio y muchos planetas estaban repetidos, ya que simplemente se había creado como parte del decorado de la Enterprise-D alternativa y no como referencia a mostrar posteriormente.
No fue hasta la Guerra contra el Dominion en Deep Space Nine, que no vimos otro mapa más amplio sobre un territorio determinado, en este caso el de la Unión Cardassiana. En varios planos estratégicos, tanto de la Flota Estelar, de origen klingon y del propio Dominion que mantenían entre sí la misma forma. Y aunque solo nos mostraban una parte pequeña de la galaxia, a través de los diálogos se ubicaban algunos planetas conocidos como Betazed, Andoria o Vulcano cerca de la zona de combates o amenazados por estos.
En el 2002 apareció el libro Star Trek Star charts, de Geoffrey Mandel, quien ya había trabajado en el Star Trek Maps en 1980. Este era un auténtico atlas de la galaxia de Star Trek y mostraba los cuatro cuadrante, así como el territorio de la Federación, Klingon, de la Unión Cardassiana basado en lo que habíamos visto en los capítulos, del Imperio Romulano y del Dominion en el cuadrante Gamma. También tenía la ruta de la Enterprise del capitán Archer y la del regreso de la Voyager a través del cuadrante Delta. Tan completo era que el siguiente compendio de mapas: Star Trek Stellar Cartography de 2013 que estaba rubricado por Larry Nemecek, quien contó con la colaboración de Geoffrey Mandel, podríamos considerarlo una ampliación del mismo, casi una edición actualizada y de lujo con más gráficos y más detallados, pero manteniendo los mismos mapas. Los cuales serían utilizados en el juego de rol Star Trek Adventures, recientemente publicado en castellano por Holocubierta en el 2018.
La serie Discovery tiene gran
cantidad de referencias al universo donde se mueve. Estos guiños podrían
parecer intrascendentes, pero recordemos que a los largo de TNG, DS9, VOY e
incluso en gran parte de ENT estos eran apenas inexistentes. Con la idea de
marcar diferencias con la clásica apenas se nombraban planetas y ni aparecías
las razas, incluso de la propia Federación, mencionados en la serie original.
Poniendo un ejemplo se vieron solo dos andorianos y ni un tellarita hasta Enterprise, y eso porque casi era
imprescindible para el argumento. Pero en Discovery parece que ese tabú ha
desaparecido y personalmente lo agradezco mucho. Es más, las referencias muchas
veces guiños en los diálogos o en el decorado, no solo se ciñen a la clásica,
por ejemplo el planeta Corvan II que la Discovery defendió en The butcher’s knife cares not for the lamb’s cry (DIS, 1.04), es el
originario de los gilvos de Corvan que vimos en New ground (TNG, 5.10). O la USS Shran, llamada así en honor al comandante andoriano interpretado
por Jeffrey Combs de Enterprise. Y uno
de los detalles más interesantes me parece que es el uso de la cartografía en
pantalla durante la guerra contra los klingons. Y es que estos precisamente
están basados, en algunos casos calcados de los mapas del libro libro Star Trek Star charts de Geoffrey Mandel.
Así
los gráficos hechos para la serie utilizan como base estos mapas, añadiendo
algunos planetas, como Iconia, aunque este mundo será descubierto, como tal,
cien años después en Contagion (TNG, 2.11). También
modifica las fronteras establecidas en el siglo XXIV, entre los imperios klingon y romulano.
El
uso de este material, creado bajo licencia, que al no aparecer en pantalla no
se consideraba como canónico, logra que la información del universo trek sea
más homogénea y convierte una referencia extendida entre el fandom en canónica. Además hace el camino
inverso que en general hasta entonces había de la serie al material de
referencia, ahora son estos que alimentan el propio universo. Solo habiendo
pasado con el libro de Franz Joseph Star
Trek Starfleet technical manual, del que se habían utilizado algunos
gráficos para que aparecieran en las pantallas del puente de la Enterprise
en ST II & ST III, convirtiendo en oficiales las naves que allí aparecían.
Para los puristas esta solo serán aquellos mapas o fragmentos de los mismos, que puedan distinguirse. Aun así me decanto por considerar ambos libros como canónicos, incluyendo aquellos gráficos que “aun” no han aparecido en pantalla.
Ll. C. H.
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