miércoles, 26 de septiembre de 2018

Diseñando el siglo XXII Tierra 4


Clase NX

El 26 de septiembre de 2001 se estrenaba el capítulo piloto de la serie Enterprise: Broken bow (ENT, 1.01/02) cuyo reto más importante, siento esta una pre-cuela, era generar una ambientación y una tecnología que realmente parecieran anteriores a los sucesos ya relatados. Máxime cuando la serie que se suponía que era posterior se había rodado 5 años antes, con todos los adelantos que eso supone en efectos visuales. Para ello se llegaron a hacer entre 40 y 50 bocetos para la nave protagonista para la nueva serie (aunque desgraciadamente apenas he logado encontrar alguno). La directriz marcada al diseñador de producción Herman Zimmerman era crear una nave “retro y chula al mismo tiempo, valiente y utilitaria como las anteriores, con equipo eficiente en cuando al espacio interior. Una nave que muestre a la audiencia muchos más detalles que en otras serie de Star Trek, mientras que sigue teniendo un aspecto increíblemente futurista. Y que de forma sutil y reconocible, perfile el diseño de la Enterprise para el futuro”. Las palabras “retro y chula” le parecían a Zimmerman “muy fáciles de decir, pero no tan factibles de concebir en el papel y luego hacer realidad”. Entre las combinaciones iniciales algunas ideas se alejaban del concepto tradicional, inspirándose en cohetes o submarinos. Uno de estos mostraba un casco alargado y puntiagudo, en forma de lápiz, con dos barquillas de curvatura. Una mezcla del cohete del Phoenix y la nave del capitán Kirk.


Otro de los primeros bocetos de John Eaves para la Enterprise de Archer se basaba en la conocida configuración de la clase Constitution, con un plato y sección de ingeniería. La cual tenía cierto aspecto de los coches de los años 50, como el Ford Thunderbird, con formas y curvas suaves, que con el tiempo se volverían a utilizar en la Enterprise del abramsverso.




Esta idea volvería a recuperarse en una propuesta de incluir una sección de ingeniería, que contuviera un deflector de navegación principal para las últimas temporadas. Y aunque finalmente fue rechazada, se crearían imágenes que aparecerían en los calendarios de Ships of the line y en las novelas posteriores al final de la serie.

Doug Drexler también participó en el diseño creando numerosos enfoques CGI para conceptuar la futura Enterprise, que incluían anillos de curvatura y grandes alerones, algo extravagantes.


Así hubiera podido quedar en pantalla esta idea, aunque finalmente se hizo un diseño más convencional con un único casco en forma de plato, pero cierto aire a la clase Akira, una nave del siglo XXIV que se había visto por primera vez en ST: Fisrt Contact. De esa manera se recogía un elemento muy característico en el aspecto visual dentro de Star Trek y que sería una marca inconfundible en las naves de la Flota Estelar, cumpliendo la premisa de perfilar el estilo del resto de protagonistas de la saga.

Como bien muestra la página Ex Astris Scientia, la comparativa con la clase Akira, se puede ver, no solo en las formas, sino también en los detalles en el casco. Creando la paradoja que un modelo que se supone fue construido dos siglos después el siglo XXII, en realidad era la inspiradora de la primera nave estelar de exploración.


  


Ll. C. H.


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