Con
este capítulo doble y cliffhanger con
la tercera temporada termina el segundo año de andanzas de la Discovery. Y su
primera parte me pareció tediosa, demasiado lacrimógena, con unas despedidas de
unos personajes que aunque se han esforzado, no he llegado a cogerles cariño. Pero
el motivo no está en los actores, ni en los guionistas, sino en la propia
estructura de la serie. Aunque 14 capítulos de casi una hora darían para
explicar muy bien una trama concreta, pero al final conocer en profundidad a la
tripulación del puente más allá de sus nombres, simplemente es cuestión de un
tiempo que no han tenido. Y con una serie tan corta (si la comparamos con los
26 capítulos de las temporadas de The Next Generation o los 22 de la última temporada de Enterprise), el metraje no permite explorar más allá de lo básico. Es
interesante destacar no obstante que se ha querido crear una continuidad al
mantener los mismos actores en estos papeles secundarios. Algo que no tenían
otras series que cambiaban de extras en cada episodio. Pero esto no es
suficiente, Deep Space Nine, la
serie que más personajes secundarios y recurrentes ha desarrollado de todas las
de las saga, tardó varios años en crear esa gran comunidad y a base de decenas
de capítulos y numerosos arcos argumentales.
Sí
achaco al guión que nos haya obligado a soportar tanto melodrama sobre estos
personajes, sin haberlos conocido mejor y por tanto haber apreciado más. Ese
regodeo ante el más que seguro fatídico final, me parece excesivamente sensacionalista,
al verlos escribiendo sus últimas cartas de despedida. Yo hubiera preferido
algo más discreto. Como cuando en ST II: The wrath of Khan Spock toma
la decisión de entrar en el núcleo del reactor sabiendo que morirá sin
florituras, sin chismorreos, sin aspavientos. Hace simplemente lo que cree
necesario para salvar a sus amigos. Y esa frialdad no es porque sea vulcano,
sino porque es un profesional y eso sí es un momento dramático. Al final tanto
momento intimista resta metraje para otras cosas que se podían haber explicado
mejor. Todas esas escenas me las hubiera ahorrado, quedándome solo cuando le
dicen que se quedan al lado de Burnham, de su amiga. Simplemente con eso ya nos
dan a entender lo valientes que son, el equipo cohesionado que han creado y que
anteponen su seguridad al futuro de la vida en la galaxia. No es necesario recrearse
en sus despedidas como vulgares mirones. Lo único bueno es que para cuando
empiece la tercera temporada y retomemos su historia, conoceremos mejor hasta
donde están dispuestos a llegar y seguramente les concederemos mayor crédito.
La
despedida con Sarek y Amanda es otro momento dramático para aumentar la tensión
y mostrarnos lo transcendente de los sucesos que están a punto de desarrollarse.
Y aunque entiendo la capacidad del katra para conectar a Burnham y su padre
adoptivo, no comprendo porque el embajador es incapaz de avisar a la Flota
Estelar de lo que estaba ocurriendo. ¿Control ha bloqueado solo las
comunicaciones solo de la Discovery o
de todas las naves estelares? ¿O es que no se fían del resto de la Flota?
Además ¿no estaba preparando un grupo de naves para poder reaccionar ante las
Señales Rojas según mencionan en Point of light (DIS, 2.03)? Es como
si se hubieran olvidado de este detalle de la trama. Y obviamente Vulcano se
encuentra más cerca de nuestros héroes que la flotilla de la Sección 31 bajo la
dirección de Control ya que llega antes que este.
Siento
decirlo, pero me alegro que la almirante Cornwell haya muerto. La verdad es que
esta temporada me había llegado a cargar mucho: aparece en Saints of imperfection (DIS,2.05) a bordo de la nave de la Sección 31 como quien está allí pasando el
rato. Se une a la tripulación de la Discovery tras su motín, y para mí
su presencia le quita protagonismo a Pike en Project Daedalus (DIS, 2.09).
Y aquí tampoco entiendo muy bien que ha venido a hacer. ¿Darles apoyo moral
frente a Control? ¿No podría traer los refuerzos de la Flota Estelar? Me
recuerda a esa amiga que se auto-invita y siempre quiere acaparar todo el
protagonismo. Al final morirá por nada, ya que el torpedo explota igual. “Pero cerró la compuerta de la estancia,
evitando que la deflagración hiciera más daño” me diréis. Cierto, ¿pero
para que están los campos de fuerza internos? Resumiendo creo que en esta temporada
era un personaje completamente descindible.
De
los cortos ya dije que Runaway (ShT, 1.01) era el que menos
me había gustado, como historia suelta no terminaba de cuadrarme y sobre todo quedaba
claro que estaba incluido en una trama más general. Ahora que tenemos el
contexto, sigue pareciéndome el más flojo de todos. El encuentro entre Tilly y
Po tenía que suceder simplemente para justificar la recristalización del
cristal de tiempo. Pero es simplemente por el tono que ha cogido este personaje
lo que hace que esta parte me resulte irritante. Aun no termino de saber que
ven Po o Pike en ella. El corto suelto no deja de ser una anécdota algo
tontorrona, una ocurrencia más de Tilly, sin más justificación que permitir
encontrar una tecnología concreta.
La
segunda parte la historia se centra en una espectacular lucha a muerte entre
nuestros héroes y Control. Y tal vez sea un anticuado, pero me gustan las
batallas en las que se puede apreciar lo que está sucediendo, como en Lobo 359 de Emissary (DS9, 1.01/02),
la Batalla del Sector 001 de ST: First contact, o el espectacular enfrentamiento sobre Endor de StarWars VI: Return of the Jedi, si me permitís usar otra saga de ejemplo o
Scarif de Rogue One por citar algo
más moderno. Y es que la espectacularidad del combate contra las naves de la
Sección 31 queda eclipsada al no poder apreciarse bien. Las naves zumban
rápidas por la pantalla, capsulas y lanzaderas
armadas, entre la pirotécnica de los torpedos de fotones y los disparos phaser
que apenas permiten apreciar la estrategia, o simplemente que está ocurriendo. Todo
está lleno de luces, explosiones y movimientos rápidos de cámara que
personalmente hacen que me pierda en tanta confusión. Personalmente me pareció
más espectacular la destrucción de la USS Majestic o la USS Sitak en la Operación Return en Sacrifice of angels (DS9, 6.06) que este combate lleno de drones que no se ven
bien. Me ocurre lo mismo con la batalla en ST: Beyond contra las naves enjambre
de Krall, donde solo se ven sombras y al final una gigantesca bola de fuego.
¿Era
necesario que llegaran los klingons, cual 7º de Caballería, para ayudar en la
lucha contra Control? Puedo entender la aparición de los kelpianos, liberados
del yugo de los ba'ul por Burnhman. Y aunque la cooperación para superar una
crisis sea un valor intrínseco a Stra Trek (como en Day of the dove (ST, 3.11) en que Kirk y Kang han de luchar contra
una entidad incorpórea), a mí me ha faltado que fuera la Flota quien se ocupara
de Control. Entre otros motivos ha sido la Seccion 31, parte de la Federación, quien ha provocado esta
crisis. Y después que se uniera a la fiesta quien quisiera.
La
causalidad final de la trama, la relación que se establece entre cauda y efecto,
es una de los mejores sucesos de la temporada. Salvar a los kelpianos, para que
estos acudan en su ayuda en la batalla final. Conseguir un asteroide raro: y
usarlo para salvar a los habitantes del Terralysium y que les servirá de base
en el siglo XXXII. Ir a Boreth para conseguir el cristal del tiempo: y
utilizarlo para viajar por este. Sin olvidar el encuentro con la Esfera para
proteger su información de Control. Aun así me parece un poco simplista y algo
forzado. Que sea Burnham quien crea las señales rojas justifica tanto viaje por
toda la galaxia, y como se hace después de que su madre perdiera su traje, esta
no conoce la existencia de las señales. También concuerda con la
"salvación" de los kelpianos en The sound of thunder (DIS, 2.06) que
no tenía mucho sentido, salvo que el Ángel Rojo estuviera involucrado de alguna
manera con estos. Como ya comenté.
El
epilogo con las entrevistas en los Cuarteles Generales de la Flota San
Francisco tampoco lo he acabado de entender. El destino de la Discovery quedará
sellado en el pacto de silencio de los protagonistas que han quedado en el
siglo XXIII. Incluso entiendo que la presencia de los klingons es para evitar
que haya más testigos de la Flota Estelar (aunque no estoy de acuerdo). Y en un
momento en que no hay comunicaciones (que no sea por katra subepacial) o que se
pueda sospechar que Control las tenía interceptadas para no avisar a nadie más.
¿Pero y después? ¿Entonces nos quieren decir que no es seguro que Control haya
sido derrotado definitivamente? ¿No podemos fiarnos de la Flota Estelar? ¿Control
es una mano oscura que aun domina el futuro de la Federación? Este final además habría sido perfecto para “disolver
oficialmente” la Sección 31 y todo registro de esta y así convertirla en la
agencia inexistente que opera en las sombras de Inquisition (DS9, 6.18).
Lo que sí hace es cargarse la utopía creada por Roddenberry al dejar un halo de
duda sobre lo que ha sucedido. Además no ver al interrogador me resulta, no
sospechoso, sino innecesario para no decir ridículo.
¿Esto
significa que no me ha gustado el capítulo? Creo que tiene un desarrollo muy mejorable,
se ha buscado claramente un sentimentalismo forzado en su primera parte y una
espectacularidad y tensión final, en un gran climax que es lo mejor del
episodio y de la temporada. Y no es porque se haya terminado, sino por las
posibilidades que abre para el futuro. Con el pacto de silencio de los
protagonistas nos justifican que Spock nunca hablara de su hermana. Algo
exagerado, pero bueno. Si oficialmente ha muerto, ¿por qué no recordarla como
familiar fallecido? Supongo que así es más dramática esa decisión. Tampoco
importa mucho, ya que recordemos que Spock es dado a no hablar de su familia:
sus compañeros Kirk y McCoy no sabían que Sarek era su padre en Journey to Bable (ST, 2.15) y nunca mencionó a Sybok. Y con la destrucción de
la Discovery justifican que la Flota
no tuviera el motor de champiñones (aunque me imagino que si tendrían los
planos de la transformación de la nave y los estudios de Stamets para construir
otra, pero eso ya es otro tema). Además al viajar al futuro deja de estar atada
a la clásica y el resto los 50 años de sucesos canónicos que todos conocemos.
Así como la mirada con lupa que la serie era sometida por los fans (incluyendo
quien rubrica estas líneas).
Ahora,
a 950 años en el futuro, los guionistas pueden hacer lo quieran. Tiene una vasta
galaxia que explorar usando el motor de champiñones a voluntad. La Federación puede haber sobrevivido o
sucumbido por los borg o por una horda de tribbles vampiros. Puede haber un
Imperio Kelpiano, o que todo siga más o menos igual. Este giro argumental de la
serie es lo mejor de la trama de la temporada en general floja, con más oscuros
que claros, pero que poco a poco va creando su propia huella.
Ll. C. H.
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