jueves, 2 de abril de 2020

Picard Et in Arcadia ego


Puede contener spoilers…

Reconozco que tengo sentimientos contradictorios con el final de la serie. La historia me ha gustado y no está mal traída, tiene su dosis de optimismo, compromiso ético, cierta redención y algo de final feliz. Pero por otro lado algunos detalles me hacen pensar que han querido ser como otros, y se han pasado de ridículos. Nos han contado como Picard, un hombre al que le llega su final, emprende su último viaje para compensar el sacrificio que hizo Data al salvarle la vida en Star Trek: Nemesis. Todo impregnado del discurso moral que siempre ha llevado consigo el capitán de la Enterprise-D, como ya demostró defendiendo a la humanidad ante el juicio de Q en aquel capítulo piloto de Encounter at Farpoint (TNG, 1.01/02). En este caso defendiendo el derecho de los sintéticos a ser creados y evolucionar. Unos seres que no por ser creados de manera artificial han de tener una diferente manera de ser medidos, sobre todo si estos tienen deseos y anhelos más allá de su programación original. Retomando lo que ya hizo en el magnífico The measure of a man (TNG, 2.09) cuando defendió los derechos, precisamente de Data, para que tuviera la misma consideración que cualquier otro ser vivo. En ese sentido PICARD es una serie con ese sello tan característico de Gene Roddenberry.

La muerte y la resurrección como un sintético orgánico de Picard (con fecha de caducidad), no me parece mal. Realmente este iba a ser su último viaje, ya quedaba claro con la visita del oficial médico del Stargazer en Maps and legends (PIC, 1.02). Esta serie era su última aventura y que ahora nos den una temporada más de compensación, un tiempo de descuento al personaje, no es algo que moleste. Los actores que interpretaban a Spock en Star Trek II: The wrath of Khan, y Data en Star Trek: Nemesis habían pedido que sus personajes murieran: uno porque estaba cansado de su personaje, mientras que Data porque como ser artificial no podía envejecer como el resto de compañeros, y el actor sí lo hacía. Pero Steward en cambio ha querido continuar encarnando a Picard y de alguna manera esa valentía al enfrentarse a este reto con 79 años, ya se merece una segunda temporada.

La despedida de Data
Pero lo más importante es que a través de PICARD nos hemos despedido de Data, quien fuera el icono de THE NEXT GENERATION, como antes lo había sido Spock de la serie clásica. Aquel androide que anhelaba ser cada día un poco más humano, se convirtió en uno de los principales personajes de la serie, junto a Picard y Worf. Le vimos tener amigos, incluso parejas sentimentales, aprendió a bailar, empezó a soñar, a pintar, a creerse Sherlock Holmes, e incluso llegó un momento que logró tener sentimientos, y a desconectarlos. Era el más humano de todos y su último acto fue digno de los más grandes elogios: se sacrificó para que otro pudiera vivir. Aquel hecho, el más humano de todos, nos ha acompañado durante toda esta temporada, recordándonos que Data había representado el deseo que ser mejores personas desde un prisma de la inocencia. Podemos suponer que esa conciencia de Data que aparece al final del capítulo es la famosa clonación quántica de Maddox de sus recuerdos implantados en B4. Y me parece un gran final, una buena despedida para quien siempre supo que la humanidad se rige por su existencia finita. Descargar su memoria en B4 no fue una manera de alargar su personaje, simplemente fue un amago para que su mentor y amigo pudiera despedirse. Para que nosotros, como espectadores pudiéramos decirle nuestro último adiós.

La infatigable familia Soong
A lo largo de toda la serie de THE NEXT GENERATION la familia de Data ha ido apareciendo lenta, pero inexorablemente. El primero en aparecer fue Lore, su malvado hermano en Datalore (TNG, 1.13). En Brothers (TNG, 4.03) conoceríamos a su propio creador: el mismísimo doctor Noonian Soong. Este se suponía que había muerto en la colonia Omicron Theta, pero desde ese momento nos lo pintaron como el mago de las escapadas. En Inheritance (TNG, 7.10) conoceríamos a su madre, la doctora Juliana, colaboradora de Soong y su esposa. La familia Soong no volvería a aparecer hasta la última temporada de la serie ENTERPRISE, donde nos presentaron el afán de mejorar la humanidad por parte del genetista Arik Soong y que, tras darse cuenta de su error, empezaría la senda de crear androides como medio de hacer a los seres humanos mejores. Esta trilogía con Borderland (ENT, 4.04), Cold Station 12 (ENT, 4.05) y The augnents (ENT, 4.06), y con sus consecuencias en Afflictin (ENT, 4.015) y Divergence (ENT, 4.16) es realmente interesante, ya que es un puente entre aquel superhombre que era el villano Khan, que habíamos visto en Space seed (ST, 1.24), con el espíritu utópico que representa Star Trek encarnado en Data. Así que ahora nos muestran el final del camino a través de Altan Inigo Soong, el hijo del creador de estos seres más humanos que nosotros mismos. La verdad es que su exigencia no me sorprende, la familia Soong siempre había ido paralela a la de Data, solo cruzándose con él un par de veces y que ahora aparezca el último vástago de la familia (tal vez el hijo de Juliana Soong) realmente es algo casi natural. Lo único es que podrían habernos dicho que Maddox tenía algún tipo de socio aventajado, o colaborador, para que no parezca sacado de la chistera. Y la verdad con la doctora Jurati en el equipo de Picard y la presencia del propia Maddox en Stardust city rag (PIC, 1.05), tampoco hubiera sido difícil de colarlo.

MacGuffins
El temido Ganmadan, ese Ragnarok o Armagedón de los súperdroides anunciado desde los albores de la cultura vulcana y por tanto romulana, y que ha condicionado a estos últimos desde encontrar la Admonición, al final solo se ha quedado en un amago de invasión. Tengo que confesar que esos extraños apéndices mecánicas que aparecían del vortex me recordaban a las máquinas de los Chitauri de Marvel’s The Advengers. Y aunque no creo que esa invasión fuera realmente lo importante, si hubiera estado bien tener algún dato más para saciar nuestra curiosidad narrativa. Al final se ha convertido en el segundo MacGuffin de la serie, siendo el primero el Artefacto, es decir el cubo Borg. Ninguno de los dos se ha desarrollado más allá de su uso para el avance de la trama. Y ya sé que eso es precisamente un MacGuffin, pero no estaría mal que se hubieran tenido algún tipo de explicación más allá de ser un simplemente escenario o una amenaza fallida. El problema es que si estos, están incluidos en argumentos tan largos como una serie, pueden perder ese efecto, para convertirse en elementos que no han sido bien desarrolladas de la trama.


Efectos visuales
Aunque podríamos decir que PICARD es una serie intimista, donde es más importante el viaje de Picard y sus compañeros. Estamos en Star Trek y en el siglo XXIV, y salvo alguna excepción, la serie adolece de una pobreza a nivel de efectos especiales. Destacable es el reciclaje de las mismas lanzaderas, parecidas en los primeros capítulos, que en la serie DISCOVERY. Mientras que en Et in Arcadia ego (PIC, 1.10), cuando se iba a ver un enfrentamiento entre romulanos y la Flota Estelar, defendiendo estos últimos el derecho a existir de la colonia de sintéticos, se han dedicado a duplicar una única nave estelar. Ese famoso escuadrón liderado por nuestro Número Uno, no deja de ser la USS Zheng He duplicada a base de capas de Photoshop (o el programa que se utilice) hasta la más absoluta saturación de la pantalla. Y para ilustrar esa pobreza, haré lo mismo que una cuenta de Instagram, donde han comparado una imagen de Sacrifice of angels (DS9, 6.06) donde podemos ver una fuerza de la Flota Estelar formada por más de media docena de diferentes tipos de naves y otra del último capítulo de la temporada.


¿De dónde viene esto?
Tal vez sea un detalle, pero a mí me dejó algo extrañado. Y es que al final del capítulo podemos ver a Seven y Raffi sentadas junto al juego vulcano Kal-toh, en una situación muy íntima. Obviamente no estoy en contra de las relaciones de personas del mismo sexo. Ni que todas las relaciones sentimentales que conocíamos de Seven siempre habían sido con personajes masculinos, como con Axum o el tardío e inexplicable romance con Chakotay. Sino ¿cuándo ha empezado la relación con Raffi? ¿Alguien había visto en los capítulos anteriores que se conocían o que tenían algún tipo de interacción? Según una entrevista con Michael Chabon, la relación entre ambos personajes surgió a partir de la interacción de ambas actrices es Stardust city rag (PIC, 1.05), aun así, creo que toda evolución debe de tener la premisa de verla en pantalla y que no te la muestren en un travelling final, cual Star Wars: The rise of Skywalker, solamente para mostrarnos a dos personajes del mismo sexo besándose. El personaje de Seven ya fue maltratado así con Chakotay en un romance para el último capítulo, salido cual conejo de la chistera, para que vuelvan a hacer lo mismo ahora. Ni ella, ni los espectadores nos lo merecemos.


Ll. C. H.

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