lunes, 6 de abril de 2020
jueves, 2 de abril de 2020
Picard Et in Arcadia ego
Puede contener spoilers…
Reconozco que tengo sentimientos contradictorios con
el final de la serie. La historia me ha gustado y no está mal traída, tiene su
dosis de optimismo, compromiso ético, cierta redención y algo de final feliz. Pero
por otro lado algunos detalles me hacen pensar que han querido ser como otros,
y se han pasado de ridículos. Nos han contado como Picard, un hombre al que le
llega su final, emprende su último viaje para compensar el sacrificio que hizo Data
al salvarle la vida en Star Trek: Nemesis. Todo impregnado del
discurso moral que siempre ha llevado consigo el capitán de la Enterprise-D,
como ya demostró defendiendo a la humanidad ante el juicio de Q en aquel
capítulo piloto de Encounter at Farpoint (TNG, 1.01/02). En este
caso defendiendo el derecho de los sintéticos a ser creados y evolucionar. Unos
seres que no por ser creados de manera artificial han de tener una diferente
manera de ser medidos, sobre todo si estos tienen deseos y anhelos más allá de
su programación original. Retomando lo que ya hizo en el magnífico The measure of a man (TNG, 2.09) cuando defendió los derechos, precisamente
de Data, para que tuviera la misma consideración que cualquier otro ser vivo.
En ese sentido PICARD es una serie con ese sello tan característico de Gene Roddenberry.
La muerte y la resurrección como un sintético orgánico
de Picard (con fecha de caducidad), no me parece mal. Realmente este iba a ser
su último viaje, ya quedaba claro con la visita del oficial médico del Stargazer en Maps and legends (PIC, 1.02). Esta serie era su última aventura y que ahora
nos den una temporada más de compensación, un tiempo de descuento al personaje,
no es algo que moleste. Los actores que interpretaban a Spock en Star Trek II: The wrath of Khan, y Data en Star Trek: Nemesis
habían pedido que sus personajes murieran: uno porque estaba cansado de su
personaje, mientras que Data porque como ser artificial no podía envejecer como
el resto de compañeros, y el actor sí lo hacía. Pero Steward en cambio ha
querido continuar encarnando a Picard y de alguna manera esa valentía al
enfrentarse a este reto con 79 años, ya se merece una segunda temporada.
La despedida de Data
Pero lo más importante es que a través de PICARD nos
hemos despedido de Data, quien fuera el icono de THE NEXT GENERATION,
como antes lo había sido Spock de la serie clásica. Aquel androide que
anhelaba ser cada día un poco más humano, se convirtió en uno de los
principales personajes de la serie, junto a Picard y Worf. Le vimos tener
amigos, incluso parejas sentimentales, aprendió a bailar, empezó a soñar, a
pintar, a creerse Sherlock Holmes, e incluso llegó un momento que logró tener
sentimientos, y a desconectarlos. Era el más humano de todos y su último acto
fue digno de los más grandes elogios: se sacrificó para que otro pudiera vivir.
Aquel hecho, el más humano de todos, nos ha acompañado durante toda esta
temporada, recordándonos que Data había representado el deseo que ser mejores
personas desde un prisma de la inocencia. Podemos suponer que esa conciencia de
Data que aparece al final del capítulo es la famosa clonación quántica de
Maddox de sus recuerdos implantados en B4. Y me parece un gran final, una buena
despedida para quien siempre supo que la humanidad se rige por su existencia
finita. Descargar su memoria en B4 no fue una manera de alargar su personaje,
simplemente fue un amago para que su mentor y amigo pudiera despedirse. Para
que nosotros, como espectadores pudiéramos decirle nuestro último adiós.
La infatigable familia Soong
A lo largo de toda la serie de THE NEXT GENERATION la
familia de Data ha ido apareciendo lenta, pero inexorablemente. El primero en
aparecer fue Lore, su malvado hermano en Datalore (TNG, 1.13). En
Brothers (TNG, 4.03) conoceríamos a su propio creador: el
mismísimo doctor Noonian Soong. Este se suponía que había muerto en la colonia
Omicron Theta, pero desde ese momento nos lo pintaron como el mago de las
escapadas. En Inheritance (TNG, 7.10) conoceríamos a su madre, la
doctora Juliana, colaboradora de Soong y su esposa. La familia Soong no
volvería a aparecer hasta la última temporada de la serie ENTERPRISE, donde nos presentaron el afán de mejorar la
humanidad por parte del genetista Arik Soong y que, tras darse cuenta de su
error, empezaría la senda de crear androides como medio de hacer a los seres
humanos mejores. Esta trilogía con Borderland
(ENT, 4.04), Cold Station 12 (ENT,
4.05) y The augnents (ENT, 4.06), y con
sus consecuencias en Afflictin (ENT, 4.015) y Divergence (ENT, 4.16) es realmente
interesante, ya que es un puente entre aquel superhombre que era el villano
Khan, que habíamos visto en Space seed (ST, 1.24), con el
espíritu utópico que representa Star Trek encarnado en Data. Así que ahora nos
muestran el final del camino a través de Altan Inigo Soong, el hijo del creador
de estos seres más humanos que nosotros mismos. La verdad es que su exigencia
no me sorprende, la familia Soong siempre había ido paralela a la de Data, solo
cruzándose con él un par de veces y que ahora aparezca el último vástago de la
familia (tal vez el hijo de Juliana Soong) realmente es algo casi natural. Lo
único es que podrían habernos dicho que Maddox tenía algún tipo de socio
aventajado, o colaborador, para que no parezca sacado de la chistera. Y la
verdad con la doctora Jurati en el equipo de Picard y la presencia del propia Maddox
en Stardust city rag (PIC, 1.05), tampoco hubiera sido difícil de
colarlo.
MacGuffins
El temido Ganmadan, ese Ragnarok o Armagedón de los
súperdroides anunciado desde los albores de la cultura vulcana y por tanto
romulana, y que ha condicionado a estos últimos desde encontrar la Admonición,
al final solo se ha quedado en un amago de invasión. Tengo que confesar que esos
extraños apéndices mecánicas que aparecían del vortex me recordaban a las máquinas
de los Chitauri de Marvel’s The Advengers. Y aunque no creo que esa
invasión fuera realmente lo importante, si hubiera estado bien tener algún dato
más para saciar nuestra curiosidad narrativa. Al final se ha convertido en el
segundo MacGuffin de la serie, siendo el primero el Artefacto, es decir
el cubo Borg. Ninguno de los dos se ha desarrollado más allá de su uso
para el avance de la trama. Y ya sé que eso es precisamente un MacGuffin,
pero no estaría mal que se hubieran tenido algún tipo de explicación más allá
de ser un simplemente escenario o una amenaza fallida. El problema es que si
estos, están incluidos en argumentos tan largos como una serie, pueden perder
ese efecto, para convertirse en elementos que no han sido bien desarrolladas de
la trama.
Efectos visuales
Aunque podríamos decir que PICARD es una serie
intimista, donde es más importante el viaje de Picard y sus compañeros. Estamos
en Star Trek y en el siglo XXIV, y salvo alguna excepción, la serie adolece de
una pobreza a nivel de efectos especiales. Destacable es el reciclaje de las mismas
lanzaderas, parecidas en los primeros capítulos, que en la serie DISCOVERY.
Mientras que en Et in Arcadia ego (PIC, 1.10), cuando se iba a ver un
enfrentamiento entre romulanos y la Flota Estelar, defendiendo estos últimos el
derecho a existir de la colonia de sintéticos, se han dedicado a duplicar una
única nave estelar. Ese famoso escuadrón liderado por nuestro Número Uno, no
deja de ser la USS Zheng He duplicada a base de capas de Photoshop (o el
programa que se utilice) hasta la más absoluta saturación de la pantalla. Y para
ilustrar esa pobreza, haré lo mismo que una cuenta de Instagram, donde han
comparado una imagen de Sacrifice of angels (DS9, 6.06) donde podemos
ver una fuerza de la Flota Estelar formada por más de media docena de
diferentes tipos de naves y otra del último capítulo de la temporada.
¿De dónde viene esto?
Tal vez sea un detalle, pero a mí me dejó algo
extrañado. Y es que al final del capítulo podemos ver a Seven y Raffi sentadas
junto al juego vulcano Kal-toh, en una situación muy íntima. Obviamente no
estoy en contra de las relaciones de personas del mismo sexo. Ni que todas las
relaciones sentimentales que conocíamos de Seven siempre habían sido con personajes
masculinos, como con Axum o el tardío e inexplicable romance con Chakotay. Sino
¿cuándo ha empezado la relación con Raffi? ¿Alguien había visto en los
capítulos anteriores que se conocían o que tenían algún tipo de interacción?
Según una entrevista con Michael Chabon, la relación entre ambos
personajes surgió a partir de la interacción de ambas actrices es Stardust city rag (PIC, 1.05), aun así, creo que toda evolución debe de tener la
premisa de verla en pantalla y que no te la muestren en un travelling final,
cual Star Wars: The rise of Skywalker, solamente para mostrarnos
a dos personajes del mismo sexo besándose. El personaje de Seven ya fue
maltratado así con Chakotay en un romance para el último capítulo, salido cual
conejo de la chistera, para que vuelvan a hacer lo mismo ahora. Ni ella, ni los
espectadores nos lo merecemos.
Ll. C. H.
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