Si vis pacem, para bellum & Into the forest I go
Cuidado,
a continuación hay SPOILERS!!
Algunos apuntes
Con
estos dos capítulos se cierra la primera parte de esta temporal inicial de Discovery,
despidiéndonos con la confirmación de una segunda, lo cual no era de extrañar
viendo las imágenes de producción y sabiendo los altos costes por episodio. El
inicio de Si vis pacem, para bellum (DIS,
1.08) no puede ser más espectacular con el combate naval, para pasar a una
típica misión planetaria de primer contacto con posesión alienígena incluida. La
verdad es que la historia en Pahvo me pareció, aunque interesante en su punto
de partida, aburrida en su desarrollo, sin poder olvidar que es una idea muy
similar al de los organianos en Errand of mercy (ST, 1.27). Al mismo tiempo a bordo de la nave sarcófago, que ahora
pertenece a Kol, L’Rell sigue con sus intrigas e intenta rescatar a la
almirante Cornwell, descubriendo que todos sus amigos han sido asesinados y
jura venganza. Lo que promete ser interesante.
En
Into the forest I go (DIS, 1.09),
cuyo título hace referencia a la frase del naturalista John Muir “And into the forest I go, to lose my mind
and find my soul” algo así como “Y en
el bosque voy, a perder la cabeza y encontrar el alma” tenemos el desenlace
de este capítulo doble. Lorca, con su labia viperina y manipuladora digna de Saruman,
que utiliza cuando quiere conseguir su objetivo a toda costa sin importar las
consecuencias, convence a Stamets para hacer 133 microsaltos con el motor de
esporas (o champiñones). ¡Nada menos de 133 saltos! No podían ser ocho o una
docena, o veintiuno, sino nada más y nada menos que ciento treinta y tres. Para
eso también podían haber saltado 222 veces, que es un número más bonito. Simplemente
me parece una exageración. Y mientras la Discovery
salta y que te salta alrededor de la nave klingon, Burnham y Tyler se pasean
por su interior para lograr descubrir el patrón del sistema de ocultación. Tras
escapar y destruir la nave sarcófago, la Discovery
realiza un último salto para volver a casa, pero todo falla, Stamets se queda catatónico
después de mandar la nave a otro lugar… Una de las consecuencias que ya se
habían indicado del motor de esporas era su capacidad de poder viajar entre
dimensiones y (¡Cuidado SPOILER!)
como ya nos habían confirmado que visitaríamos el Universo Espejo, este
desenlace la verdad es que era de esperar. Y ahora nos encontramos en un lugar
desconocido, rodeados de restos de una batalla… a la espera de los siguientes
capítulos.
Recapitulando: una
serie para el 2017
La
clásica fue un producto magnífico, rompedor en su época y aun hoy es más transgresora
que muchas series actuales. Eso le permite presumir de ser una de las pocas
series que no ha envejecido, sino que ha maduro gracias al tratamiento que se
hacían muchos sus guiones (no todos claro está) sobre los temas universales que
querían exponer. Los sucesivos spin-off siguieron su estela y crearon un
universo extenso en personajes, civilizaciones y rico en tramas que vio su final en la cuarta temporada de Enteprise más bien por la división de derechos, que por haberse agotado
argumentalmente. Pero nos guste o no, las cosas han de evolucionar y como bien
recordaba una integrante del equipo del postcast Destino Arrakis, en su post Warp 10, los trekkies de toda la
vida no somos el público objetivo de Discovery, sino los espectadores más
jóvenes que se han aproximado al universo de Star Trek a través de las
películas de J.J. Abrams, captando nueva audiencia, notándose sobre todo en la
parte visual. Por lo que habrá cosas que no nos gusten a todos, pero por ahora
la serie sí es interesante.
Aun
así vista esta primera tanda he notado una narrativa poco fluida, donde han
querido hacer un arco argumental, pero sin olvidar las historias
autoconclusivas típicas de la saga. Y eso en ocasiones hace que la trama avance
a trompicones, y me han resultado extraños sobre todo los tiempos en que
suceden los acontecimientos. Mientras Burnham estaba en presión el albino ha
pasado esos 6 meses aislado a bordo de la nave sarcófago, pero luego pasar solo
un capítulo entre el final de The butcher’s knife… (DIS, 1.04),
donde L’Rell le dice que le puede hacer ganar la guerra pero con un coste y Choose your pain (DIS, 1.05) en la que ella reaparece a bordo de una nave prisión.
¿Dónde está el albino desde entonces? ¿Cuánto tiempo realmente ha pasado entre
esos dos hechos? Otro ejemplo estaría en el asalto a la Discovery de Mudd en en
Magicto make the sanest man go mad (DIS, 1.07), en el que solo ha habido un
episodio desde que se le dejó en la nave prisión. O que de repente se sepa que
en Pahvo existe la tecnología para detectar el camuflaje klingon, ¿cómo se ha
descubierto eso, se sabía antes, fue la Discovery
quien lo localizo, ha sido otra nave o una bola de cristal? No te dice nada
sobre ello, (salvo que yo me haya perdido algo) solo que están en esa misión
tan importante, pero podrían también estar de excursión, ya que al final el
resultado sería el mismo.
Esta
sensación de avanzar a saltos es debido a que aún se está buscando el ritmo, lo
cual es normal al inicio de cualquier proyecto, y sobre todo al ser un producto
de una saga tan consagrada como Star Trek. Pero al mantener la idea de
historias autoconclusivas han sacrificado la narrativa fluida de una historia
arco. Es posible que esa falta de métrica sea dada por la marcha al frente del
timón (aun no muy bien explicada) de Bryan Fuller, su primer showrunner y creador de personajes y del
tronco central de la historia. Sin olvidar que es un equipo de producción
completamente nuevo que aun ha de encontrar la manera de desarrollar lo que nos
quieren narrar.
Los
personajes como Burnham, Lorca, Tyler, Stamets y el doctor Culber están bien
definidos y han tenido un desarrollo correcto en estos pocos capítulos. Saru
tiene una premisa interesante, pero en Si
vis pacem, para bellum (DIS, 1.08) parece haberse quedado estancado en la
idea de un personaje dominado por el miedo, espero que los guionistas lo
superen y nos muestren algo más de él. Mientras que Tilly… por ahora es el
elemento gracioso que se dedica a meter la pata, pero que debería evolucionar
con rapidez antes de que se haga insoportable. De los klingons el albino Vop ha
desaparecido de golpe, curiosamente cuando apareció Tyler. L’Rell esconde
muchos secretos, me pareció cogido por los pelos que fuera una experta en
interrogación, pero han sabido utilizar esa faceta para desarrollar a este
personaje que me parece interesante. Mientras que Kol es el típico guerrero al
estilo de Kor, Duras o Gowron, y espero que Into
the forest I go (DIS, 1.09) no sea su final. Me gustaría qua desarrollaran
a algunos de los oficiales de la Discovery
como Airiam, la teniente Detmet, que ya conocimos a bordo de la Shenzhou, o la piloto Owosekun, que por
ahora tan solo son parte del decorado y que me resultan personajes secundarios
interesantes.
En
definitiva estos primeros capítulos me han dejado con ganas de más historias de
la Discovery (algo que tampoco podría
ser de otra manera, tengo que confesar). Pero bajo mi punto de vista han de
mejorar la narrativa para hacerla más fluida. Y al mismo tiempo abrirse más a
algunos tripulantes de la nave para no caer en la rutina de siempre tratar con
los mismos personajes y hacer la serie más coral. Por suerte hay tiempo para
que estos detalles se pulan.
Ll. C. H.
Links
relacionados:
Reseña: Context is for King
Reseña: The butcher’s knife
Reseña: Choose your pain