La promenade
Si
la estación fue tratada como un personaje en sí mismo, la promenade fue ideada y construida para tener su propia
personalidad. Fue cuidada al más mínimo detalle, construyendo diferentes
tiendas y dotándola de gran cantidad detalles que la hacía casi real. Ricardo
Delgado, que no había trabajado en TNG y por tanto no estaba condicionado por
la sobriedad limpia de los diseños de la Federación, estaba más predispuesto a
la innovación, creando gran cantidad de imágenes que sirvieron de base a los
diseños futuros. Desde los primeros, más oscuros y deprimentes, con
decoraciones esféricas y luces de neón, paredes desconchadas y ventanas cuadradas.
Hasta culminar con un gran estancia funcional, con locales de todo tipo,
pasarelas y banderolas colgando, adaptando el estilo al diseño exterior. Como
en otras partes la mayoría de las decisiones sobre el aspecto de la estación se
tomó en función de la lógica interna del argumento de la serie, haciendo que estilo cardassiano impregnaría hasta el último
rincón.
En
la “biblia” escrita por los productores Berman y Piller, donde se incluye la
premisa general, la historia de fondo, ubicaciones y personajes de la serie, se
describía así la promenade: “Un aspecto
de la vida en la estación que no ha cambiado desde la partida de los
cardassianos. Durante su permanéncia vendieron concesiones comerciales al mejor
postor para brindar servicios a las cuadrillas de mineros. El resultado fue el
Promenade que se diferencia de cualquier otro espacio interior jamás visto en
Star Trek. Está en algún lugar entre un puerto franco y un mercadillo, lleno de
alienígenas de todo tipo cuando un barco está atracado… intrigantes e inusuales
personajes en cada recodo. Hay juegos de azar y contrabando… con alienígenas
trabajando allí… bares con holosuites sexuales en la parte superior… justo al
lado de las tiendas tradiciones, un templo bajorano y un quiosco que sirve
comida vida”.
Herman
Zimmerman definió la promenade como: “básicamente
es una ciudad del oeste. El símil es bastante fácil. Teníamos la enfermería del
doctor, la oficina del sheriff y el salón de la ciudad en Quark’s. También
había un restaurante y tuvimos varias inauguraciones independientes: el templo
bajorano es la iglesia. Y también hubo una escuela con su aula”.
No
sería hasta la segunda temporada que se terminó de construir el segundo nivel,
con los ventanales, pasillos y puentes de conexión con los locales del nivel
superior como Quark’s. Una de las ideas que nunca llegaron a materializarse fue
la de tener un monorraíl que la atravesara, al considerarse muy costoso. Siendo
reemplazado por turboascensors que llevaban a cualquier lugar de la estación, el
cual fue uno de los tres únicos “funcionales” que haya aparecido en una serie
de Star Trek.
Las
decoraciones y los anuncios de las tiendas iban a tener una gran importancia
visual, con banderolas de vivos colores que colgaban del segundo nivel. Y en
ocasiones específicas lo hicieron los estandartes de la Federación, Bajor y del
Imperio Klingon.
Un
elemento ideado con mucho espero fue el directorio, donde se enumeraban las
tiendas y oficinas ubicadas en los diferente niveles de la galería. Hace tiempo
escribí un artículo con los locales de la primenade, donde hay un listado de todos los locales existentes. El
cual, además de detallar cada uno de estos, estaba escrito en inglés, vulcano,
ferengi, bajorano, klingon y cardassiano.
El
promenade sería el decorado más grande jamás construido para Star Trek, que
ocupaba un tercio de la longitud del estudio 17 de la Paramount. Tenía tres
pisos de altara y se extendía en un arco de 120º, desde el Replimat en un
extremo alrededor del bar de Quark hasta la escuela y la sastrería de Garak en
el otro. Incluyendo Quark’s, la enfermería y la oficina de seguridad. El Templo
bajorano y las celdas de detención se construyeron por separado. Convirtiéndose
en la primera localización de la estación vista en la serie y la última.
Ll. C. H.
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