Han
pasado once años desde que empecé a escribir este blog, y ya hemos llegado su
entrada 500. Y para celebrar el quingentésimo artículo, os dejaré mi top de las
series de esta saga, de peor a la mejor. No creáis que ha sido fácil la
decisión, no tanto en las peores, que han sido fáciles de escoger. Si no en la
parte central, allí donde la calidad de las series es muy similar y cada una de
ellas tiene sus méritos, y defectos. En todo caso, ¿cuál es vuestra serie
preferida de Star Trek?
11·
Discovery
No creo que sea una sorpresa, pero la recién finalizada Discovery es, para mí, sin duda la peor serie de la saga. Estrenada en 2017, se emitió después de doce años después de la abrupta e injusta cancelación de Enterprise en el 2005. Había sido una travesía del desierto solo aliviada por las películas de J.J. Abrams (Star Trek en 2009, Into Darkness en 2013 y Beyond en 2016), que personalmente fueron decepcionantes. Por lo que las ganas de ver un nuevo producto seriado eran realmente grandes. Pero, aunque la primera temporada es interesante, con un viaje al Universo Espejo y un Gabriel Lorca excepcional (excepto en su último capítulo que lo ridiculizan sin mucho sentido), esta precuela adolecía de un enfoque extraño al poner el protagonista fuera de la silla de mando. Y es que tener a Michael Burnham como principal dinamizadora de las tramas, en medio de la estructura piramidal de mando, como es una nave estelar, quedaba extraño. Pero eso no es lo peor, ya que, a medida que avanzaba la serie, Burnham se convertía en el único protagonista, eclipsando al resto de personajes, y alejándose de un elenco coral que había caracterizado, con sus más y sus menos, al resto de series, convirtiéndolo en alguien, por lo menos para mí, bastante insoportable. Además, se equivocaron al intentar reiniciar la saga a nivel estético, por ejemplo, con el aspecto de los klingons, de tal manera que han ido reculando y regresando a lo que conocíamos previamente. Su viaje al futuro fue una manera de renovarse, pero personalmente, hasta esta última temporada, esto resultaba más una manera de evitar las comparaciones y críticas por ser una precuela, que un recurso argumental para dinamizar sus tramas.
10·
Picard
Aunque su tercera entrega es apoteósica, las dos anteriores me parecen realmente malas. La primera temporada los personajes no se sostienen (la comodoro Oh, como directora de la Seguridad de la Flota siendo una agente del Tal Shiar o ese Zhat Vash que se sacaron de la manga) no se explican sus motivaciones (¿qué hacen las hermanas Soji y Dahj Asha infiltradas en la Tierra y el Artefacto? ¿Qué ocurrió a bordo del cubo borg?), y con tramas sin sentido (¿por qué los romulanos destruyeron la flota de naves que iba a ayudarles a evacuar su planeta? ¿Qué es la alianza de vida sintética?). Demasiadas preguntar abiertas. Y todo para que Picard pueda despedirse de Data, el cual, aunque sea un gran personaje, ya le habíamos dicho adiós en ST: Nemesis. Mientras que, en la segunda temporada no me gustó que no nos explicaran el motivo por el que Q, un ser inmortal y todopoderoso, se está muriendo. Sin mencionar lo ridículo de ver como una reina borg se vuelve bondadosa. Además, el viaje al pasado de la Tierra me resulta largo y aburrido, en una trama que se podía zanjar en muchos menos capítulos. Se salva de ser la peor por una tercera temporada realmente entretenida, que reúne a todo el elenco de The Next Generation, con una historia misteriosa y emocionante, cargada de nostalgia y con un final que hice derretir el corazón de los fans, incluyéndome a mí.
9·
La serie animada
Para 1973 la reposición de la serie clásica empezaba a mostrar, que, aunque finalizada, las aventuras de Star Trek no estaban acabadas. Por lo que se planteó una continuación animada, que era más económica que rodar de nuevo las aventuras de Kirk y su tripulación de acción real. Aun así, la primera serie animada fue denostada durante mucho tiempo, aunque no deja de ser lo que es: un producto infantil de los años 70. Que, aunque contaba con la mayoría de las voces de los actores originales (excepto Walter Koemig), tenía un presupuesto bajo, con una técnica de animación que reducía el número de fotogramas a 6 por segundo (lo normal es que fueran 24 dibujos por segundo), y con una calidad gráfica pobre. Siendo el propio Gene Roddenberry quien decidió que la serie no fuera canónica, hasta que, la que podríamos decir que es su sucesora, Lower Decks, recupero algunas razas y elementos de la serie. Personalmente, me parecen las historias quedan en un limbo, ni son infantiles, ni adultas, y creo que en general es el producto de la franquicia con menor calidad de toda la saga.
8·
Strang New Worlds
Tras el éxito de la aparición del capitán Pike, Spock, y la Número Uno en la segunda temporada de Discovery, se pensó que era el momento de regresar al formato de capítulos autoconclusivos en el universo de Star Trek, recuperando la tripulación de aquel primer capítulo piloto cancelado. Así empezó la secuela de The Cage (ST, 0.01) o una nueva precuela de la serie clásica. Su primera temporada fue muy prometedora, pero su segundo año me parece más flojo, con un Pike desaparecido y una deriva errática de varios de sus protagonistas. Y aunque tiene grandes capítulos, creo que hay demasiados personajes que ya conocemos (Pike, Spock, Número Uno, Uhura, Chapel, M’Benga, Scotty) y eso le impide desarrollarse con la libertad que se merecen. Sería una serie mucho mejor si no estuviera ambientada a bordo de la USS Enterprise de Pike, sino en otra nave, y en algún otro memento.
7·
Prodigy
La verdad es que es una serie fresca, y sus personajes están bien construidos, mucho más que en otras actuales series de acción real. De historias sencillas, en un principio, para atraer un público juvenil. Pero ha logrado, en sus 20 capítulos, construir su sello personal en una trama sólida, recuperando algo de nostalgia de Voyager, e incorporando elementos puros de ciencia ficción. Aunque su mejor baza es el puñado de protagonistas, que a pesar de su dispar origen han logrado convertirse en una tripulación que coopera para lograr un fin común. Enseñando a su joven audiencia los valores, no solo de la Federación, sino de Star Trek. Espero que su emisión en Netflix logre que se haga una tercera temporada, mientras espero con ganas la segunda.
6·
Star Trek
Aún recuerdo cuando la veía de pequeño en el canal autonómico Canal33, a las ocho de la noche los martes. Era una cita ineludible frente al televisor para ver las aventuras de Kirk, Spock, McCoy y el resto de la tripulación. La serie original es posiblemente, el producto televisivo más exitoso de la década del 1960. Y me atrevería a decir, de la televisión en su conjunto. Al fin y al cabo, en este momento se han emitido más 901 capítulos de la franquicia, se han estrenado 13 películas, y hay en producción una película (Sección 31) y cuatro series (Strange New Worlds, las últimas temporadas de Lower Decks y Prodigy, y se está preparado la serie de la Academia). No está mal para una serie de aventuras del Oeste en el espacio. O así la vendió su creador, Gene Roddenberry. La serie original tiene un puñado de capítulos impresionantes, aunque creo que su éxito es debido al tratamiento de la ciencia ficción para un público adulto y al estar planteada como una utopía de la humanidad. La serie nos muestra un futuro optimista, en el que hemos superado las diferencias raciales, sexuales y nacionales, para explorar todos juntos el universo, y de paso el alma humana. Sin olvidar a sus protagonistas: Kirk, McCoy, Uhura, Scotty, Sulu Chenoz, y Spock, tal vez quien más arraigo ha tenido en la cultura popular, la altura de Darth Vader y otro puñado de personajes de ciencia-ficción.
5·
Voyager
Tras The Next Generation, que desarrollaba la exploración espacial y Deep Space Nine, cuyas historias transcurrían a bordo de una estación espacial, el tercer spin-off iba a seguir la odisea de la tripulación de la USS Voyager para regresar a la Tierra tras ser abducidos a la otra punta de la galaxia. Con la fórmula de capítulos autoconclusivos, tardaría varias temporadas en encontrar su todo, y aun así siempre adoleció de una calidad muy irregular en sus historias, con capítulos épicos e insuperables, junto a otros insulsos. Y me hubiera gustado algo más de continuidad, que la tuvo, pero lo peor es que al final se centraron en tres personajes: el Doctor, Seven of Nine, y Janeway, dejando al resto relegado a comparsas. Y obviamente tampoco se desarrolló al resto de la tripulación, lo que hubiera sido fácil, ya que se encontraban en un entorno cerrado, mientras continuaban su errante viaje hacia la Tierra. Aunque lo peor fue un final abrupto, y eso que sabían que la séptima temporada iba a ser la última. La serie se merecía una conclusión mejor, y los fans un epílogo sobre la tripulación a la que habíamos seguido desde hacía 70.000 años luz.
4·
The Next Generation
Este es el primer spon-off que recogía el testigo de la clásica en 1987, aunque un siglo después de las aventuras del capitán Kirk, su oficial científico Spock y el doctor McCoy. Sería una serie más coral que su antecesora, empezando con nueve protagonistas, que al final se redujeron a siete. Sus capítulos eran autoconclusivos, que tendieron a crear algunas tramas argumentales sobre sus personajes, como la sucesión del Imperio Klingon, los contactos con el Colectivo Borg o la familia Soong. La serie tuvo unos comienzos algo tumultuosos, pero iniciaría 18 años continuos con la emisión de series de Star Trek en televisión, con cuatro series que suman 25 temporadas, es, sin duda alguna, un grandísimo éxito por sí sola.
3·
Lower Decks
Irreverente, mordaz y desborda amor hacia la saga en todos sus formatos. Podríamos decir que es una serie hecha por fans, para fans de Star Trek. Sigue la estela de otras series de animación irónicas y gamberras, como Rick and Morty, o Family Guy. A través de la mirada de cuatro alféreces que trabajan y tienen sus camarotes comunes en las cubiertas inferiores, lejos del glamur de la oficialidad de su nave. Por otro lado, dedicada a los segundos contactos. Es decir, que está en segunda línea, con misiones menos heroicas, aunque no por eso menos importantes. Además, detrás de sus aventuras y desventuras, a veces disparatadas, se esconden grandes historias de ciencia-ficción muy interesantes, y un gran conocimiento del universo de Star Trek. Dándole una vuelta de tuerca a la franquicia con absoluto respeto al canon, sin perder la sátira y ese punto desvergonzado de sus alocados personajes. Sacando punta a tópicos de la saga, riéndose de sí misma, sin perder la reverencia hacia su universo.
2·
Enterprise
Aunque las dos primeras temporadas son realmente flojas, las dos últimas son impresionantes. Con una tercera temporada que sigue siendo la mejor de la saga y la cuarta, que, para mí, es la mejor de la saga, solo alcanzadas muy de cerca por la última de Picard. Y creo que su último año, con referencias al universo de Star Trek y tramas relacionadas, debería haber sido el tono de las nuevas series desde The Next Generation, pero que, con la idea de no repetir conceptos, Roddenberry no se atrevió a hacer, y Berman no quiso hacer. Más de uno lo llamaría fanservice, pero siempre me han gustado las referencias a sí mismo dentro del mismo universo, que generan mayor profundidad y complejidad a la franquicia, que no capítulo tenga una civilización diferente y que nunca más las volvamos a encontrar.
1·
Deep Space Nine
Sin duda mi serie favorita, por ser la más coral de todas, no solo por los nueve personajes principales, sino gracias a una plétora de secundarios y recurrentes, tanto de aliados, como de, posiblemente, los mejores villanos de este universo. Además, fue la primera serie en desarrollar largos arcos argumentales, que se extendieron, algunos incluso desde el primer, hasta el último capítulo, y no solo centrados en sus personajes, como había ocurrido en las series anteriores, sino por la situación política que rodeaba la estación espacial donde tenía la acción de la serie. Precisamente ese contexto estático, muchas veces criticado, permitió un desarrollo de todos los protagonistas, sin que ninguno destacara por encima de todos, creando algunos de los más complejos e interesantes personajes recurrentes. Lo cual hubiera sido mucho más difícil que la serie se hubiera ocurrido a bordo de una nave estelar.
No creo que sea una sorpresa, pero la recién finalizada Discovery es, para mí, sin duda la peor serie de la saga. Estrenada en 2017, se emitió después de doce años después de la abrupta e injusta cancelación de Enterprise en el 2005. Había sido una travesía del desierto solo aliviada por las películas de J.J. Abrams (Star Trek en 2009, Into Darkness en 2013 y Beyond en 2016), que personalmente fueron decepcionantes. Por lo que las ganas de ver un nuevo producto seriado eran realmente grandes. Pero, aunque la primera temporada es interesante, con un viaje al Universo Espejo y un Gabriel Lorca excepcional (excepto en su último capítulo que lo ridiculizan sin mucho sentido), esta precuela adolecía de un enfoque extraño al poner el protagonista fuera de la silla de mando. Y es que tener a Michael Burnham como principal dinamizadora de las tramas, en medio de la estructura piramidal de mando, como es una nave estelar, quedaba extraño. Pero eso no es lo peor, ya que, a medida que avanzaba la serie, Burnham se convertía en el único protagonista, eclipsando al resto de personajes, y alejándose de un elenco coral que había caracterizado, con sus más y sus menos, al resto de series, convirtiéndolo en alguien, por lo menos para mí, bastante insoportable. Además, se equivocaron al intentar reiniciar la saga a nivel estético, por ejemplo, con el aspecto de los klingons, de tal manera que han ido reculando y regresando a lo que conocíamos previamente. Su viaje al futuro fue una manera de renovarse, pero personalmente, hasta esta última temporada, esto resultaba más una manera de evitar las comparaciones y críticas por ser una precuela, que un recurso argumental para dinamizar sus tramas.
Aunque su tercera entrega es apoteósica, las dos anteriores me parecen realmente malas. La primera temporada los personajes no se sostienen (la comodoro Oh, como directora de la Seguridad de la Flota siendo una agente del Tal Shiar o ese Zhat Vash que se sacaron de la manga) no se explican sus motivaciones (¿qué hacen las hermanas Soji y Dahj Asha infiltradas en la Tierra y el Artefacto? ¿Qué ocurrió a bordo del cubo borg?), y con tramas sin sentido (¿por qué los romulanos destruyeron la flota de naves que iba a ayudarles a evacuar su planeta? ¿Qué es la alianza de vida sintética?). Demasiadas preguntar abiertas. Y todo para que Picard pueda despedirse de Data, el cual, aunque sea un gran personaje, ya le habíamos dicho adiós en ST: Nemesis. Mientras que, en la segunda temporada no me gustó que no nos explicaran el motivo por el que Q, un ser inmortal y todopoderoso, se está muriendo. Sin mencionar lo ridículo de ver como una reina borg se vuelve bondadosa. Además, el viaje al pasado de la Tierra me resulta largo y aburrido, en una trama que se podía zanjar en muchos menos capítulos. Se salva de ser la peor por una tercera temporada realmente entretenida, que reúne a todo el elenco de The Next Generation, con una historia misteriosa y emocionante, cargada de nostalgia y con un final que hice derretir el corazón de los fans, incluyéndome a mí.
Para 1973 la reposición de la serie clásica empezaba a mostrar, que, aunque finalizada, las aventuras de Star Trek no estaban acabadas. Por lo que se planteó una continuación animada, que era más económica que rodar de nuevo las aventuras de Kirk y su tripulación de acción real. Aun así, la primera serie animada fue denostada durante mucho tiempo, aunque no deja de ser lo que es: un producto infantil de los años 70. Que, aunque contaba con la mayoría de las voces de los actores originales (excepto Walter Koemig), tenía un presupuesto bajo, con una técnica de animación que reducía el número de fotogramas a 6 por segundo (lo normal es que fueran 24 dibujos por segundo), y con una calidad gráfica pobre. Siendo el propio Gene Roddenberry quien decidió que la serie no fuera canónica, hasta que, la que podríamos decir que es su sucesora, Lower Decks, recupero algunas razas y elementos de la serie. Personalmente, me parecen las historias quedan en un limbo, ni son infantiles, ni adultas, y creo que en general es el producto de la franquicia con menor calidad de toda la saga.
Tras el éxito de la aparición del capitán Pike, Spock, y la Número Uno en la segunda temporada de Discovery, se pensó que era el momento de regresar al formato de capítulos autoconclusivos en el universo de Star Trek, recuperando la tripulación de aquel primer capítulo piloto cancelado. Así empezó la secuela de The Cage (ST, 0.01) o una nueva precuela de la serie clásica. Su primera temporada fue muy prometedora, pero su segundo año me parece más flojo, con un Pike desaparecido y una deriva errática de varios de sus protagonistas. Y aunque tiene grandes capítulos, creo que hay demasiados personajes que ya conocemos (Pike, Spock, Número Uno, Uhura, Chapel, M’Benga, Scotty) y eso le impide desarrollarse con la libertad que se merecen. Sería una serie mucho mejor si no estuviera ambientada a bordo de la USS Enterprise de Pike, sino en otra nave, y en algún otro memento.
La verdad es que es una serie fresca, y sus personajes están bien construidos, mucho más que en otras actuales series de acción real. De historias sencillas, en un principio, para atraer un público juvenil. Pero ha logrado, en sus 20 capítulos, construir su sello personal en una trama sólida, recuperando algo de nostalgia de Voyager, e incorporando elementos puros de ciencia ficción. Aunque su mejor baza es el puñado de protagonistas, que a pesar de su dispar origen han logrado convertirse en una tripulación que coopera para lograr un fin común. Enseñando a su joven audiencia los valores, no solo de la Federación, sino de Star Trek. Espero que su emisión en Netflix logre que se haga una tercera temporada, mientras espero con ganas la segunda.
Aún recuerdo cuando la veía de pequeño en el canal autonómico Canal33, a las ocho de la noche los martes. Era una cita ineludible frente al televisor para ver las aventuras de Kirk, Spock, McCoy y el resto de la tripulación. La serie original es posiblemente, el producto televisivo más exitoso de la década del 1960. Y me atrevería a decir, de la televisión en su conjunto. Al fin y al cabo, en este momento se han emitido más 901 capítulos de la franquicia, se han estrenado 13 películas, y hay en producción una película (Sección 31) y cuatro series (Strange New Worlds, las últimas temporadas de Lower Decks y Prodigy, y se está preparado la serie de la Academia). No está mal para una serie de aventuras del Oeste en el espacio. O así la vendió su creador, Gene Roddenberry. La serie original tiene un puñado de capítulos impresionantes, aunque creo que su éxito es debido al tratamiento de la ciencia ficción para un público adulto y al estar planteada como una utopía de la humanidad. La serie nos muestra un futuro optimista, en el que hemos superado las diferencias raciales, sexuales y nacionales, para explorar todos juntos el universo, y de paso el alma humana. Sin olvidar a sus protagonistas: Kirk, McCoy, Uhura, Scotty, Sulu Chenoz, y Spock, tal vez quien más arraigo ha tenido en la cultura popular, la altura de Darth Vader y otro puñado de personajes de ciencia-ficción.
Tras The Next Generation, que desarrollaba la exploración espacial y Deep Space Nine, cuyas historias transcurrían a bordo de una estación espacial, el tercer spin-off iba a seguir la odisea de la tripulación de la USS Voyager para regresar a la Tierra tras ser abducidos a la otra punta de la galaxia. Con la fórmula de capítulos autoconclusivos, tardaría varias temporadas en encontrar su todo, y aun así siempre adoleció de una calidad muy irregular en sus historias, con capítulos épicos e insuperables, junto a otros insulsos. Y me hubiera gustado algo más de continuidad, que la tuvo, pero lo peor es que al final se centraron en tres personajes: el Doctor, Seven of Nine, y Janeway, dejando al resto relegado a comparsas. Y obviamente tampoco se desarrolló al resto de la tripulación, lo que hubiera sido fácil, ya que se encontraban en un entorno cerrado, mientras continuaban su errante viaje hacia la Tierra. Aunque lo peor fue un final abrupto, y eso que sabían que la séptima temporada iba a ser la última. La serie se merecía una conclusión mejor, y los fans un epílogo sobre la tripulación a la que habíamos seguido desde hacía 70.000 años luz.
Este es el primer spon-off que recogía el testigo de la clásica en 1987, aunque un siglo después de las aventuras del capitán Kirk, su oficial científico Spock y el doctor McCoy. Sería una serie más coral que su antecesora, empezando con nueve protagonistas, que al final se redujeron a siete. Sus capítulos eran autoconclusivos, que tendieron a crear algunas tramas argumentales sobre sus personajes, como la sucesión del Imperio Klingon, los contactos con el Colectivo Borg o la familia Soong. La serie tuvo unos comienzos algo tumultuosos, pero iniciaría 18 años continuos con la emisión de series de Star Trek en televisión, con cuatro series que suman 25 temporadas, es, sin duda alguna, un grandísimo éxito por sí sola.
Irreverente, mordaz y desborda amor hacia la saga en todos sus formatos. Podríamos decir que es una serie hecha por fans, para fans de Star Trek. Sigue la estela de otras series de animación irónicas y gamberras, como Rick and Morty, o Family Guy. A través de la mirada de cuatro alféreces que trabajan y tienen sus camarotes comunes en las cubiertas inferiores, lejos del glamur de la oficialidad de su nave. Por otro lado, dedicada a los segundos contactos. Es decir, que está en segunda línea, con misiones menos heroicas, aunque no por eso menos importantes. Además, detrás de sus aventuras y desventuras, a veces disparatadas, se esconden grandes historias de ciencia-ficción muy interesantes, y un gran conocimiento del universo de Star Trek. Dándole una vuelta de tuerca a la franquicia con absoluto respeto al canon, sin perder la sátira y ese punto desvergonzado de sus alocados personajes. Sacando punta a tópicos de la saga, riéndose de sí misma, sin perder la reverencia hacia su universo.
Aunque las dos primeras temporadas son realmente flojas, las dos últimas son impresionantes. Con una tercera temporada que sigue siendo la mejor de la saga y la cuarta, que, para mí, es la mejor de la saga, solo alcanzadas muy de cerca por la última de Picard. Y creo que su último año, con referencias al universo de Star Trek y tramas relacionadas, debería haber sido el tono de las nuevas series desde The Next Generation, pero que, con la idea de no repetir conceptos, Roddenberry no se atrevió a hacer, y Berman no quiso hacer. Más de uno lo llamaría fanservice, pero siempre me han gustado las referencias a sí mismo dentro del mismo universo, que generan mayor profundidad y complejidad a la franquicia, que no capítulo tenga una civilización diferente y que nunca más las volvamos a encontrar.
Sin duda mi serie favorita, por ser la más coral de todas, no solo por los nueve personajes principales, sino gracias a una plétora de secundarios y recurrentes, tanto de aliados, como de, posiblemente, los mejores villanos de este universo. Además, fue la primera serie en desarrollar largos arcos argumentales, que se extendieron, algunos incluso desde el primer, hasta el último capítulo, y no solo centrados en sus personajes, como había ocurrido en las series anteriores, sino por la situación política que rodeaba la estación espacial donde tenía la acción de la serie. Precisamente ese contexto estático, muchas veces criticado, permitió un desarrollo de todos los protagonistas, sin que ninguno destacara por encima de todos, creando algunos de los más complejos e interesantes personajes recurrentes. Lo cual hubiera sido mucho más difícil que la serie se hubiera ocurrido a bordo de una nave estelar.
¡Larga y próspera
vida!
Ll. C. H.
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Mi top 10 de naves estelares
Mi top 10 de naves aliens
Mi top 10 de naves de Star Wars
Genial top. Hay algunas series, sobre todo por el medio, como apuntabas, que no se en que puesto las pondría exactamente. Aunque también he de decir que mi experiencia en el universo trekkie es mucho más limitada. Gracias por el post y enhorabuena por las 500 entradas!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias Maul 😊
EliminarEl orden de las series, al final es una elección de gustos y sobre todo de lo que a uno le recuerdan. Por ejemplo, The Next Generation la vi cuando la emitían en el Canal 33, y recuerdo que nos dejaron, a medio verano, en el cliff clanger de The best of both worlds… con Picard siendo Locutos. Todo un infarto. Y al ser la segunda serie de la saga que vi, siempre la miras con los ojos más sentimentales, aunque sea la que haya envejecido peor de aquellos años.
Un fuerte abrazo
Enhorabuena por el hito de llegar a las 500 entradas! May the Force be with you, and live long and prosper!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus ánimos. La verdad es que me divierte mucho escribir este blog. Y espero que no se terminan las ideas de futuras entradas. Y sobre todo que, a vosotros, los lectores, os siga interesando lo que escribo.
EliminarUn abrazo ¡Comtrya!
Felicidades por las 500 entradas!! Muy de acuerdo con tu seleccion, ( cambiaria el orden de algunas en la parte de enmedio, pero bastante de acuerdo. De estas ultimas series solo salvo la tercera temporada de Picard y Lower Decks que al principio me parecia demasiado irreverente pero acabe tomandole gusto,,Oh y Prodigy para i una sorpresa inesperada. Lo dicho Felicidades. y sigo leyendote aunque el mundo Trek para mi ha perdido bastante tiron aun espero algo que me reconcilie con ellos.
ResponderEliminarHola Bel!
EliminarMe alegro que sigas por aquí. Y me encanta que coincidamos con las series que nos gustan de Star Trek. Y sí, esta última etapa de la saga digamos que no la están acertando mucho. Y por ahora las series animadas parece que están llegando a su final :( En todo casi siempre nos quedarán el resto.
Un fuerte abrazo