Se
supone que en fin de la misión continua de la Enterprise es explorar extraños y
nuevos mundos, buscar nuevas formas de vida y nuevas civilizaciones. En
realidad la serie se centra en una exploración del alma humana en un marco
utópico en el futuro. Aun así Star Trek se mueve en un marco bien definido: la
Vía Láctea y la falta de una definición concreta en la serie de los límites del
espacio conocido (salvo la gran división de la galaxia en 4 cuadrantes: Alfa,
Beta, Delta y Gamma), es muy posible que sea la manera de no limitar a nivel
narrativo cualquier desarrollo futuro. De esa manera en pantalla apenas
aparecen mapas estelares que pudiéramos definir como oficiales y los pocos que
aparecen son de un sector en concreto, ofreciendo pocos datos al respecto. Algo
muy parecido ocurre con la velocidad de las naves, modificándola para adaptarse
mejor a cada historia. Es por eso que sí queremos conocer algo más del marco
espacial donde se mueve la Enterprise
y el resto de naves, hemos de ir a los libros de referencia no oficiales.
Star Trek star
charts.
El
completo atlas de Star Trek (es el subtítulo del libro) escrito e ilustrado por
Geoffrey Mandel fue publicado en el 2002 por Pocket Books. Cuenta con 96
páginas de papel satinado y a todo color, además de cuatro desplegables que nos
muestran los cuadrantes Alfa y Beta. La información del libro es completa,
desde un acercamiento a los diferentes tipos de estrellas y planetas, lo que es
un sector y una lista con datos básicos de los planetas mencionados. La
distribución sigue los cuatro cuadrantes de la galaxia, con esquemas de varios
sistemas estelares importantes (Bajor, Cardassia, Deneb, Sol, Rigel, Talos y
Vulcano) y los mapas de las rutas comerciales del siglo XXII o los viajes de la
Enterprise NX-01 del capitán Jonathan
Archer, así como territorios de las potencias como Cardassia o los Imperios
Klingon y Romulano, el Dominion en el siglo XXIV y la odisea seguida, año a
año, por la USS Voyager en su viaje
de regreso a casa por el cuadrante Delta. Cuenta además con cuatro mapas de diversas
operaciones durante la Guerra del Dominion basados en los que se pudieron ver
en pantalla. Y una lista de los 150 planetas de la Federación.
El
conjunto del libro, que sigue la información vista en pantalla, alguna
conjetura propia del autor y se apoya en la cartografía real de la Vía Láctea,
mostrando en conjunto un complejo y fiel vistazo al universo de Star Trek. Colaboraron
en el libro Doug Drexler, Tim Earls, Larry Nemecek, así como Muchael Okuda o
Rick Sternbach, entre otros. Por lo que los responsables del diseño de
producción y aspecto visual de la serie estuvieron de una manera u otra
colaborando, que estaba basado en el mapeo del libro Star Fleet technical manual de 1975 de Franz Joseph, el primer
manual de referencia de esta saga. Así como en el trabajo de Christian Rühl, el
primero en desarrollar una cortaografía viable en su página web: Star Trek Dimension. Tan solo discreparía en colocar el planeta Tiburon
en medio del espacio klingon (página 64). Mientras que el gran defecto del
libro es su encuadernación, que con sus grandes mapas a doble página muchos de
ellos son cortados por la mitad.
47
North publicó en el e 2013 Star Trek
stellar cartography de Larry Nemecek, con ilustraciones de Ian Fullwood,
Geoffrey Mandel y Ali Ries para los nuevos mapas. La presentación del libro
solo puedo indicarla como espectacular. Guardado en una caja desplegable se
encuentra un libro con amplios textos sobre los mapas y 10 de estos que vienen
por separado en láminas de 60x90 centímetros, que al ser tan grandes uno puede
sumergirse en ellos y perder en sus detalles.
Incluyen
el espacio conocido en el 2386, en lo que sería una representación de un
artista andorino llamado Rhiis Talee. En dos desplegables están los cuadrantes
Alfa y Beta, con la lista de los planetas y donde se pueden encontrar dentro
del plano gracias a su localizador. Aunque la superposición de ambos no es exacta,
los dos mapas permiten tener una amplia visión del espacio conocido. Le sigue
el sistema de vulcano, representado una imagen de una supuesta artista del
siglo IV llamada T’Sari. La Unión Cardassiana en el 2366 antes de la retirada
de Bajor, el Imperio Klingon en el 2266 durante los conflictos contra la
Federación y el capitán Kirk y el Imperio Romulano en el 2366 se nos muestran
con una estética de cada una de estas potencias. El mapa klingon solo contiene
en su desplegable la tipografía de esta raza, por lo que para saber el nombre
del planeta o estrella representado se ha de acudir al libro, donde sí existe
el mapa con los nombres traducidos. Mientras que el romulano y el cardassiano
sí tienen los nombres traducidos. La Guerra contra Romulus del 2162 y la del
Dominion cuentan con sus propios mapas. El primero es bastante pobre, sobre
todo porque en pantalla no se ha visto nunca este conflicto, pero cuenta con
una representación de las batallas de la Tierra, Algeron y Cheron. Mientras que
la librada contra los Fundadores se muestra la amplia zona donde se luchó:
desde el territorio cardassiano hasta la frontera romulana, con la localización
de los lugares donde se perdieron algunas naves y gráficos de las batallas más
importantes. El último mapa muestra la expansión que ha sufrido la Federación a
lo largo de su historia, desde su creación hasta el años 2386. Se han marcado
las rutas de las naves más relevantes: como del crucero klingon IKS T’Ong [The emissary (TNG, 2.20)], la sonda
cetácea [ST IV: The Voyager home] o
la SS Santa Maria [Paradise (DS9,
2.15)]. Y en el margen cuenta con una pequeña información de los planetas que
la crearon: Tierra, Próxima, Vulcano, Andoria y Tellar,
Algunos
de estos mapas (el espacio conocido hecho por un artista andoriano, el sistema Vulcano,
la Unión Cardassiana, el Imperio Klingon y Romulano) se inspiran en dichas
culturas, por lo que estéticamente más que sugerentes o artísticas. Además al
contar con el trabajo de Geoffrey Mandel contiene la información del anterior Star Trek star charts, por lo que mantiene
una coherencia más que agradecida (la minuciosidad de este proyecto hacía
innecesarios los cambios, pero es muy elogiable que no se alterara la
información). Se han añadido planetas y zonas aparecidas en las siguientes
temporadas de ST Enterprise, como la Expansión Délfica o la estrella Hobus,
responsable según el cómic ST: Countdown de la destrucción de Romulus. También
hay guiños al universo no oficial, como la Base Estelar 47 de las serie de
novelas Vanguard. El gran defecto es la omisión de los cuadrantes Gamma y Delta
de los que son los grandes ausentes.
El
conjunto de estos dos libros permite hacerse una idea muy clara del universo de
Star Trek y los lugares donde se desarrollan las historias de sus héroes.
Siendo dos libros complementarios y posiblemente necesarios para quien le
gustan estos temas.
Ll. C. H.
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