martes, 27 de mayo de 2025

Enterprise 4a temporada (2)

· Borderland & Cold Station 12 & The augments (ENT, 4.04/05/06)
Esta es la primera misión de la Enterprise desde su regreso de la Expansión, y podríamos decir que es la primera historia de la cuarta temporada. Y lo hace a lo grande: recuperando tres grandes mitos de la saga: los aumentados, que conocimos con Khan; los oriones, que aparecieron ya en The cage (ST, 0.01); y continuamos con el desarrollo de historia de la familia Soong (posiblemente la más transversal de este universo). La idea inicial de Coto era incluir al coronel Green como líder de los aumentados. Este era un líder déspota y asesino en masa del pasado de la Tierra, visto en The savage curtain (ST, 3.22), pero se descartó cuando se supo que Brent Spiner estaba interesado en asumir un nuevo rol en Enterprise. En el papel del doctor Arik Soong, como antepasado de Noonien Soong, creador de Data, y que también había encarnado el mismo Spiner. Por lo que no sería extraño que lo volviera a hacer lo mismo. Y aunque este había declarado, tras ST: Nemesis, que no quería interpretar de nuevo al androide, ya que él se estaba envejeciendo, y su personaje no podía hacerlo, no descartó continuar colaborando con la franquicia. Así, Arik es un científico tan inteligente como el androide positrónico, pero todo lo contrario al autómata impertérrito, carente de emociones. Está cargado de gracioso cinismo, al que es fácil cogerle cariño. Es un enfant terrible que va descubriendo que ha perdido toda autoridad sobre sus “hijos”, los aumentados que robó para darles una oportunidad de vivir. Poco a poco, la crueldad y las violentas acciones de estos, le hacen abrir los ojos. Ya que, aunque es un retorcido genio del mal, en ocasiones despiadado, Soong no es un genocida. Está convencido de que su trabajo, a través de las mejoras genéticas, es el futuro de la humanidad, pero no comprende que, como ocurrió en el pasado, la ambición desmedida de los aumentados, tiende a descontrolarse, enfrentándose al lado oscuro de sus ideas. Comprendiendo, finalmente, que no hay esperanza para los aumentados. Provocando una brillante carambola en la que se da cuenta de que la humanidad no tiene solución y para mejorarla, decide empezar a desarrollar sofisticados androides. Es de suponer que Soong tuvo hijos, y tal vez saliera de la cárcel, redimido de sus delitos. O toda la familia está formada por clones, que tampoco me extrañaría. En todo caso, volveríamos a ver a la familia Soong en la primera temporada de Picard, con su descendiente, continuando con el pacífico desarrollo robótico. Y también en la segunda temporada, esta vez en el siglo XX, que inicio los trabajos genéticos, y financiaría el Proyecto Khan para crear a los superhombres que provocarían las Guerras Eugénicas.

«Ha sido un placer, capitán. Siga mi consejo: vuelva a casa y empiece a aprender klingon»
Soong a Archer
 
Los aumentados fueron presentados en Space seed (ST, 1.24), con Khan Noonien Singh, un despiadado líder alterado genéticamente, que había participado en las Guerras Eugénicas a finales del siglo XX. Y realmente no era un capítulo tan importante o popular hasta el estreno ST II: The wrath of Khan, donde se recupera la trama y a su protagonista. Desde entonces han aparecido de manera esporádica en la saga. En Deep Space Nine, Julian Bashir es un humano que ha sido mejorado después de naves, pero sin la ambición desmedida de sus equivalentes del pasado. Khan volvería a aparecer en ST: Into darknees, cuyo argumento es tan enrevesado que no tiene sentido. En Strange New Worlds desarrollan la prohibición de miembros alterador genéticamente en la Flota a manos de Una Chin-Riley, y la oficial de seguridad, La’an Noonien-Singh, quién es descendiente del mismísimo Khan, con quien se encontrará cuando este es un niño al viajar al pasado en Tomorrow and tomorrow and tomorrow (SNW, 2.03). Y en la reciente Section 31, el personaje de Alok Sahar también es un aumentado procedente de las Guerras Eugénicas. En esta trilogía nos encontramos con un grupo, cuyos embriones se habían mantenido en estasis desde las Guerras Eugénicas, que, tras el robo de Soong, han crecido y se han convertido en adultos. La ambición desmedida es la consecuencia de unas habilidades, una fuerza y una mayor inteligencia, de la mayoría de estos personajes. El equilibrio entre el individuo y sus habilidades, es el argumento ético de la alteración genética que subyace en estas tramas de los aumentados en Star Trek. Malik es el prototipo de estos villanos: despiadado, aunque sus motivaciones están controladas por sus instintos de supervivencia. Su intención es preservar la vida de sus hermanos no natos, aunque para ello haya que matar a todo el mundo. Pero también es alguien resentido y amargado por su aislamiento del mundo exterior, reconcomido ante cualquiera que pueda mostrar algo de humanidad, viéndola como debilidad, sin la más mínima empatía. Su forma de pensar: es que la humanidad le tiene miedo y quiere matarle. Todos están en su contra, de manera que sus acciones violentas se justifican porque los humanos quieren matarlos por estar asustados ante su superioridad. Pero estos solo pretenden detener sus crímenes, en una especie de profecía autocumplida. Y por momentos nos recuerda al mismísimo Khan, obviamente de manera intencionada. Y su brutal final, solo será el reflejo de cómo ha vivido.
 
«La habilidad superior, engendra ambición superior. Lo escribió uno de sus creadores. Lo asesinó un aumentado»
Archer a Phlox
 
Es una trilogía trepidante, que ofreció a los escritores la oportunidad de explorar el trasfondo de los humanos genéticamente mejorados y vinculándolo a las Guerras Eugenésicas, que se habían mencionado en Space seed (ST, 1.24). Es una persecución contrarreloj, en una crisis que pone en riesgo una guerra entre la Tierra y los klingons. La historia es más oscura y adulta que las dos primeras temporadas, y Archer mantiene la misma actitud de determinación que nos mostró en la tercera temporada. Sabedor de que las consecuencias, si no tienen éxito, serían tan letales como en el incidente Xindi. Alejándonos de los argumentos más “ñoños” del principio de la serie: la violencia rezuma a lo largo de los tres capítulos. La captura y venta como esclavos de los tripulantes por parte de los piratas oriones. La tortura del personal de la Estación Fría 12. Y las intenciones genocidas de los aumentados al querer provocar un ataque biológico contra Qu’Vat, con la intención de provocar una brutal guerra entre humanos y klingons, como cortina de humo durante su huida.

«He estado pensando: perfeccionar a la humanidad… quizá no sea posible. Cibernética… formas de vida artificiales… dudo que termine el trabajo yo mismo… podría llevar una o dos generaciones…»
Arik Soong
 
· The Forge & Awakening & Kir’Shara (ENT, 4.07/08/09)
El primer capítulo que rubricó el matrimonio de Judith y Garfield Reeves-Stevens, fue The Forge (ENT, 4.07), que iniciaba la trilogía vulcana. Con el que se pretendía zanjar las diferencias que habíamos conocido de los vulcanos en esta serie, con los que habíamos visto en el resto de la saga. Posiblemente, uno de los errores de continuidad que Manny Coto quería corregir, ahora que estaba al mando de la misma. Para pasar de ser antagonistas de los humanos, a convertirse en sus aliados, como todos conocíamos. Así, el desarrollo inicial de los vulcanos, mucho más arrogantes y sobre todo ortodoxos, que sus coetáneos del siglo XXIII & XXIV, fue deliberado. Mostrando facetas que no habíamos visto: en The andorian incident (ENT, 1.07), su gobierno taimado y mentiroso ocultaba una instalación de seguimiento en un monasterio sagrado. Y en Fusion (ENT, 1.17) presentaron a un grupo que, no utilizaba la lógica para controlar las emociones, y que las uniones mentales son, no solo poco frecuentes, sino mal vistas y reprobadas, como quedó demostrado en el magnífico Stigma (ENT, 2.14). Nunca sabremos que hubiera hecho Berman y Braga para cambiar aquellas actitudes, y teniendo en cuenta los bandazos que daban al principio, no creo que lo supieran. En esta trilogía, vemos cómo las enseñanzas de Surak se han perdido, siendo tergiversadas e incluso nos dan a entender que han sido manipuladas expresamente (personalmente tuve la sensación de que estos comentarios podrían atribuirse también a la vida de Jesucristo). La historia vulcana tuvo una gran acogida entre el equipo de producción, incluyendo los impresionantes sets que mostraban el planeta que también ayudaron a su éxito, y que lo convertirían en un personaje más del episodio. Pero dado la reducción del presupuesto en la temporada, hubiera sido imposible cubrir el coste de construir decorados tan grandes para un solo episodio. Sin embargo, sí se podía justificar si se utilizaba en varios capítulos, lo que llevó a los guionistas a distribuir la historia en tres partes. Lo que permitió dedicar más tiempo a Vulcano, y contar esta trama “digna de una película”. Al maximizarse el valor de la producción, los guionistas consideraron que los arcos argumentales de tres episodios eran mejores en términos narrativos. Siendo por esta razón que los aumentados también contaron con su propia trilogía.
 
«No sabemos qué hacer con los humanos. De todas las especies con las que hemos entrado en contacto, la vuestra es la única que no podemos definir. Tienen la arrogancia de los andorianos, el obstinado orgullo de los tellaritas. En un momento te dejas llevar por tus emociones como los klingons, ¡y al siguiente nos confundes abrazando repentinamente la lógica!»
«Estoy seguro de que esas cualidades se encuentran en todas las especies»
«No en tan confusa abundancia»
Soval & Almirante Maxwell
 
La historia, que tiene importantes diálogos para comprender el universo de Star Trek, se sustenta en sus cuatro personajes vulcanos principales. El embajador Soval, que conocemos desde Broken Bow (ENT, 1.02/02), y que ha hecho la transformación desde el arrogante representante que mira por encima del hombro de la humanidad. Hasta confesar que ha creado un aprecio hacia esta. Representa esos vulcanos que, tras el contacto con otras especies, han empezado a transformar su visión más racista y xenófoba que tienen otros congéneres. En esta trilogía, además, hace de puente que unirá a humanos y vulcanos en la búsqueda de un futuro juntos. Incluso parece que sospeche que algo malo se está fraguando en el Alto Mando. Cuando cuestiona la implicación de los syrrannitas, urgiendo a Archer a: «Cuestiónelo todo. No les deje mantenerle en la Enterprise. Las respuestas que busca están en Vulcano. Y hasta donde usted necesite llegar esta investigación, tiene mi respaldo». Posiblemente cansado de lo que «El engaño nunca ha sido ajeno a esta sala» refiriéndose al Alto Mando y a V’Las. Arriesgando su carrera por lo que es justo. Queriendo evitar una guerra absurda entre Vulcano y Andoria, y que llevará a la destrucción de ambos mundos, y que podría extenderse a otros, como la Tierra. Sobresaliendo como personaje recurrente, y aliado de Archer y la Enterprise. Siendo memorable la tortura que le somete Shran.
 
«Viví en la Tierra durante más de 30 años, comandante. En ese tiempo desarrollé una afinidad por su mundo y su gente»
«Hizo un buen trabajo ocultándolo»
«Gracias»
Soval & Tucker
 
T’Les, la madre de T’Pol, introducida en Home (ENT, 4.03), representa al pueblo ilustrado, a los científicos, que buscan el conocimiento, y que alentó a su hija a buscar respuestas más allá de Vulcano. Aunque terminó desilusionada por la deriva totalitaria del Alto Mando. En su caso, cuando la convirtieron en chivo expiatorio, de las acciones de su hija en P’Jem. Y que ha encontrado en los syrrannitas, y en las verdaderas enseñanzas de Surak, en su refugio. La actriz Joanna Cassidy, que no apareció en Awakening (ENT, 4.08), para no tener que pagarle el sueldo de otro episodio (por los recortes presupuestarios), planteó una mujer “Extremadamente segura de sí mismo (…) Poco comunicativa (…) Y creo que está llena de una gran pasión y amor por su hija, lo que le permite tener esos sentimientos de cierto abandono. Mi sensación era que T’Les se sentía abandonada y quería que su hija volvería a formar parte de su vida”. Mientras que T’Pau, que habíamos visto, ya anciana, presidiendo el ritual en Amok time (ST, 2.05), y que Kirk definió como «Todo Vulcano está en ella», es la representación de la ancestral cultura vulcana. Que fuera miembro de los syrrannitas, podríamos decir, los custodios de las verdaderas enseñanzas de Surak, y participara en el descubrimiento del Kir’Shara (ENT, 4.09) y el derrocamiento del Alto Mando, permite comprender mejor la descripción de Kirk. Comentar que la concepción inicial de la oficial científica de la Enterprise era una versión joven de la matriarca T’Pau que había oficiado el ritual de boda de Spock. Pero se modificó para evitar tener problemas legales con Theodore Sturgeon, el guionista en la serie original. O lo que es lo mismo, no tener que pagarle por usar el nombre del personaje. También se pensó en convertir a las dos mujeres en familiares, aunque esta posibilidad se descartó cuando se afirmó en The xindi (ENT, 3.01) que T’Pol no tenía hermanas. Representando las dos caras de Vulcano: la científica y la tradicional.
 
«No confía en los vulcanos, capitán, y dada su experiencia con ellos, no puedo culparlo. La cultura que ha llegado a conocer no es la que yo ayudé a crear. Mi gente se ha extraviado, y alguien debe devolverlos al camino»
Surak a Archer
 
Y como toda gran historia necesita un gran villano, este es V’Las. Quien, según el guion de The Forge (ENT, 4.07)como Administrador del Alto Mando, le convierte en el presidente mundial de facto de Vulcano”. Es interpretado por Robert Foxworth, quien ya había encanado a otro importante antagonista, al almirante Leyton, quien planeaba un golpe de Estado en la Federación en Homefront (DS9, 4.11) & Paradise lost (DS9, 4.12). Aquí parece que V’Las pretende mantener el statu quo, utilizando la lógica fría y calculadora, para luchar contra los syrrannitas, al considerar que su filosofía es peligrosa para la sociedad. Pero que poco a poco va perdiendo la paciencia, dejando que sus sentimientos no sean controlados por la lógica (¿tal vez por no ser realmente un vulcano?). Como nos muestran al final de la historia, los romulanos llevan décadas manipulando a la sociedad hermana para lograr la unificación entre ambos pueblos. Posiblemente, para alejarles de las enseñanzas de Surak, y el control de los sentimientos con la lógica, y, por tanto, mucho más beneficioso para ellos. O por lo menos, esa es mi interpretación. La idea inicial era que fuera otro personaje quien encarnara al agente romulano de la escena final. Pero finalmente utilizaron a Todd Stashwick, que había encarnado al soldado que había servicio bajo T’Pol, por cuestiones presupuestarias. A quien volveríamos a ver encarnando al inolvidable capitán Liam Shaw, en la tercera temporada de Picard. También se reutilizó uno de los uniformes confeccionados para ST: Nemesis, lo que ayudó a reducir más los costes y poder incluir el encuentro con V’Las. Sin el cual, la intervención romulana en los asuntos políticos de Vulcano, hubiera sido ignorada incluso por los espectadores.

«Estás presidiendo una masacre»
«Estamos eliminando una amenaza».
Kuvak & V’Las
 
Lo que había empezado con un atentado, con la intención de culpar a una facción y eliminarla como amenaza interna vulcana, es en realidad el primer acto de una guerra contra Andoria, con la intención de alejar a la Tierra de los andorianos, al culparlos inicialmente. Todo ello orquestado por los rumulanos, como nos desvelan en la escena final, plantando la semilla de la trilogía que iniciará en Babel One (ENT, 4.12). En una trama plagada de referencias a sucesos anteriores, mostrando las consecuencias en la sociedad vulcana de desvelar las operaciones de vigilancia realizadas desde el monasterio P’Jem visto en The andorian incicent (ENT, 1.07). O de la tecnología del arma xindi estudiada en Proving ground (ENT, 3.13). Mostrando una mayor serialización de los diferentes sucesos de la serie, consolidando las consecuencias de un capítulo al otro, y utilizando sabiamente elementos ya existentes dentro del universo de Star Trek. Como el uso del concepto del katra, por el que la conciencia de Spock puso sobrevivir a ST II: The wrath of Khan. Y volvemos a encontrarnos con Surak, Padre de la lógica vulcana, al que habíamos visto en The savage curtain (ST, 3.22). Con respecto a Archer, este continúa con la determinación de la tercera temporada, alejándose cada vez más del capitán cándido de los dos primeros años de sus viajes. Mientras que Shran, en su aparición en Kir’Shara (ENT, 4.09), muestra perfectamente la dualidad al torturar a Soval, no quiere hacerlo, ya que ha llegado a respetar al vulcano. Pero, por otro lado, ha de confirmar que todo lo que le ha dicho es verdad, porque significa el punto de inflexión entre la guerra y la paz. Judith y Garfield Reeves-Stevens querían aprovechar para mostrar un sehlat en pantalla, descrito como un oso de peluche para los niños vulcanos, que también podía ser agresivo si se encontraba en libertad. Pero los escritores se vinieron arriba, y de la escena que debía aparecer tres veces, durante un par de segundos cada una, la escribieron mostrando a la criatura en 27 ocasiones. El resultado final es bastante más reducido.
 
«La última vez que hablamos, soñaba con llevar a cabo misiones conjuntas, humanos y vulcanos trabajando juntos»
«Debemos hacerlo posible. A pesar del Alto Mando»
Soval & Archer
 
 
Ll. C. H.
 
 
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martes, 20 de mayo de 2025

Enterprise 4a temporada (1)

Si la tercera temporada de la serie es, para mí, la mejor en su conjunto de toda la saga, la cuarta es la que más me gusta. Una tónica en las anteriores entregas (The Next Generation, Deep Space Nine y Voyager) era ignorar a la serie clásica. O, por lo menos, las referencias a esta eran casi anecdóticas. Pero en este último año, de la mano del nuevo showrunner y productor Many Coto, tendríamos el mayor porcentaje de referencias a esta hasta entonces. Y se resolverían algunos misterios que había habido en Enterprise y del universo en que transcurre. Para mí, de una manera magistral. Pero esta quinta serie, y tras catorce años de Star Trek en emisión ininterrumpida, siempre tuvo la sombra de la cancelación encima de ella, como cuál espada de Damocles. Aunque Broken Bow (ENT, 1.01/02) había tenido buenos índices de audiencia, estos habían ido disminuyendo a lo largo de los años. Y con el fracaso en taquilla de ST: Nemesis en el 2002, hizo que al final de la tercera temporada Rick Berman y Brannon Braga, fueran relegados a meras figuras decorativas, como admitió el mismo Braga en el 2007. Solo se ocuparon del último capítulo de la serie There are the voyages… (ENT, 7.22/23), para mí, el peor capítulo de toda la franquicia. Pero finalmente fue la separación de la Viacom y CBS, que precipitó su cancelación.
Pero antes de eso, el timón fue pasado a Manny Coto, que se había incorporado al equipo de guionistas en la tercera temporada y que nos dejó joyas como Similitude (ENT, 3.10) o Azati Prime (ENT, 3.18). Antes de ingresar en la tripulación de Enterprise, este declarado fan de Star Trek, había sido el creador de la serie Odyssey 5 (de junio a octubre de 2002) para la cadena Showtime. En la que los tripulantes de un trasbordador espacial regresaban a sus mismos cuerpos, pero cinco años antes, para evitar la destrucción de la Tierra, que habían visto durante una misión espacial. Recuerdo que me gustó cuando la vi en su momento, sobre todo las numerosas referencias a Star Trek, y me parece que la idea tenía potencial para su continuación, por desgracia tan solo duró una temporada. Ahora, como nuevo responsable de los guiones, tenía las manos libres para cambiar de rumbo de las historias que se iban a desarrollar. Junto a Michael Sussman como su mano derecha, contrataron al matrimonio de Judith y Garfield Reeves-Stevens, autores de varios libros de referencia (como The making of ST: DS9 o The art of Star Trek) y numerosas novelas (como la trilogía ST: DS9 – Millennium, o The return con William Shatner), por lo que conocían muy bien el universo de Star Trek. Todos ellos tenían la clara intención de reparar parte de la violación de la continuidad que se había percibido en la serie. Dándose toda la prisa que pudieron, ya que todos eran conscientes de que esta podría ser su último año.
Pero lo primero que tuvieron que hacer, era concluir el cliffhanger de la tercera temporada, con la Enterprise siendo atacada por cazas P-51 Mustang, y Archer preso entre aliens con uniformes nazis. Este había sido una jugada de Berman y Braga para obligar a la cadena a prorrogar un año más la serie (¿y tal vez el motivo por el que fueron relevados?). Según contaron, en el estudio nadie se había dado cuenta del final (si es que los directivos llegaron a leer el guion), por lo que cuando estos vieron el final exigieron que se cambiara. Pero para entonces todos los actores y el equipo de producción, habían finalizado su trabajo, este no se pudo rehacer, y para evitar la más que probable irritación de los fans, si se cancelaba así el programa, se autorizó un cuarto año. Imagino que también influenció que si la serie contara con cien capítulos, era mucho más fácil venderla al resto de cadenas sindicadas, que si solo tenía setenta al final del tercer año. Aun así, le dejaron a Coto desarrollar una historia que transcurría en una Segunda Guerra Mundial con extraterrestres ayudando a los nazis. A este, la idea le pareció interesante, pero sabía que no podía sostenerse en los siguientes 22 episodios, por lo que la concluyeron en dos, retomando las historias del siglo XXII.
Sin el lastre de las negativas de Rick Berman a tener referencias de la serie clásica, tal y como había ocurrido en los anteriores spin-offs de la saga, y con un equipo de guionistas que todos eran fan de esta. Se empezaron a crear vínculos más sustanciales con las historias protagonizadas por Kirk, Spock y McCoy, implementando las ideas que llevaba tiempo gestando. Pero estos no serían simples homenajes o referencias, sino que se extrajeron conceptos allí establecidos, desarrollando estas ideas y adaptándolas, y si me permitís que diga esto, mejorarlas. Revitalizando el interés de la serie de los sesenta, y creando exitosos capítulos, con el resultado de un ligero aumento de la audiencia. Aunque el primer reto supuso la reducción, por parte de UPN, del presupuesto, de 1,7 millones, a 800.000 de dólares por capítulo. Lo que conllevó el cambio de rodar en formato digital, en vez de película, como se había realizado hasta entonces. Pero la genialidad está en hacer de la necesidad virtud, por lo que se cambió de nuevo la estructura de la serie, pasando de un arco de toda una temporada, como en la tercera, a plantear historias desarrolladas en trilogías y capítulos dobles. Lo que permitía adaptar mejor el presupuesto, con una mayor rentabilidad y amortización, al dividir los costes de decorados, actores invitados y efectos especiales, en más de un capítulo. Por ejemplo, al recrear el puente de la serie original para In a mirror, darkly (ENT, 4.18/19), el importe se pudo repartir en el presupuesto de cada una de las dos partes, en vez de en uno.
Otra de las consecuencias de hacer una historia repartida en varios capítulos (en la temporada hay 4 trilogías, 4 episodios dobles, y 5 autoconclusivos) es que los argumentos son más complejos, y los personajes pueden tener mayor profundidad y matices, al contar con más tiempo para desarrollarlos. También quisieron hacer argumentos más épicos, o por lo menos, esa es mi sensación. Alejándose de la raza alienígena o la anomalía de la semana. Ahora, la tripulación de la Enterprise se enfrentaba a enemigos peligrosos, como los aumentados, los klingons, los romulanos o un grupo de humanos xenófogos, plantando las bases de cómo sus aliados iban a unírseles para crear la Federación. Logrando también relacionar algunas de estas tramas, como la trilogía de los aumentados, y la creación de súperklingons. O el final del Alto Mando Vulcano, y la alianza para afrontar la Crisis de Babel. Una interacción que mostraba una buena planificación a medio, y, aunque no pudimos verlo, por la cancelación de la serie, posiblemente a largo plazo. Algo que no habíamos visto ni en las temporadas anteriores, ni en las series de Voyager o The Next Generation, donde hubo pocas líneas argumentales transversales a lo largo de su emisión, donde primaba, ante todo, la historia autoconclusiva de la semana.

Algunas valoraciones
John Billingsley, que encarnaba al doctor Phlox, consideró esta temporada, como la más sólida de la serie. “Creo que la idea de contar con arcos argumentales de varios episodios fue la menor manera de tenerlo todo, de conseguir una narrativa sostenida, algo que no se pueden conseguir en episodios independientes, y no necesariamente cerrar la temporada entera como hicimos en la tercera temporada cuando perseguíamos a los xindi”. Sobre la cancelación final: “Creo que, si hay algo que me gustaría que los fans se llevaran, es la sensación de que la serie estaba mejorando y, aunque fue decepcionante que no tuviéramos una temporada completa de siete años, pienso que estábamos empezando a consolidarnos como una serie sólida por derecho propio”.
Mientras que Chris Black, guionista entre la primera, y la tercera temporada, comentó: “En cierto modo, renunciamos a intentar hacer algo diferente. La premisa y la promesa de la serie eran llevar Star Trek al siguiente nivel. Hagamos algo que la gente no haya visto antes, y que se entusiasme con ellos. Hicimos tres temporadas de eso y no funcionó, así que, al diablo, les daremos el Star Trek de siempre. Les daremos lo que quiere. Les daremos el universo Espejo. Lo que sea. Para mí, fue como rendirse”. Y discrepo con quien nos dio tan buenos capítulos como Carbon Creek (ENT, 2.02), por el que fue nominado al Premio Hugo a la Mejor Presentación Dramática en Formato Corto, o The shipment (ENT, 3.07). Ya que, aunque pueda parecer, que volver a tópicos sea una rendición a lo que a los fans quieren volver a ver en pantalla. Recuperar razas como los oriones, por ejemplo, o elementos como los aumentados, nos permite explorar, expandir y profundizar otros aspectos de estos conceptos. Está bien explorar nuevos mundos y formas de vida, pero no nos olvidemos de expandir algunos de los que ya conocíamos. Ya que su premisa nos puede ofrecer nuevos y grandes episodios. La cuestión está en no ser repetitivos en los argumentos, y no volver a contar lo mismo. Cosa que no ocurrió en esta temporada.
En general, las mejores historias de la serie, y no solo de la temporada, por lo menos para mí, son aquellas en las que están involucrados elementos que habían aparecido antes en la saga (sobre todo en la clásica) como es la trama vulcana, tanto en sus recelos en los primeros viajes en la Enterprise, como una vez la trilogía de los sirranitas. El desarrollo de los andorianos, gracias al Shran de Jeffrey Combs. En general, las intervenciones de los klingons, en especial Judgment (ENT, 2.19), y sus apariciones en la cuarta temporada. La aparición de los organianos en Observer effect (ENT, 4.11), los oriones o retomar a los aumentados. Y mal que le pese a Chris Black, el mejor episodio del universo Espejo continúa siendo In a mirror, darkly (ENT, 4.18/19). Todas esas conexiones invisibles que se hacen entre las tramas, haciendo más interesante el universo. Entiendo que Enterprise quisiera hacer cosas nuevas, la Guerra Temporal, los suliban o la crisis xindi, son ejemplos de grandes ideas, y en las que en algunos casos debería haber profundizado más.
Pero los tres errores más importantes, para mí, de la serie, fueron el tono “ñoño” de las historias, tal y como quería Braga, que crearon dos temporadas iniciales muy flojas. Centrarse, en este periodo, en historias autoconclusivas, en vez de tramas más largas. En parte, por no quererse apartar del concepto creado por Roddenberry en los años sesenta, y que ya empezaba a estar superado narrativamente. Aunque esto es posible que fuera una petición de la cadena, más susceptible a vender capítulos sueltos, que serializados. Y finalmente, a la aparición constante civilizaciones de nuevas, que nunca más volveríamos a ver, sin tener en cuenta las que ya conocíamos. En vez de inventar nuevos alienígenas en cada capítulo, sobre todo si estás explorando los primeros cincuenta años luz de la Tierra (por el simple hecho de la limitada velocidad de la nave), encontré a faltar a los bolianos, a los trills, o a los deltas, por poner tres ejemplos. Su primer contacto, o un simple encuentro, expandiendo lo que conocía de ellos, hubiera ayudado a hacer este universo más cohesionado. No hay que ir muy lejos, en la 4ª temporada, cuando se focaliza más en las razas conocidas, la calidad, la tensión y el interés en la historia aumentan de manera espectacular.
Y no soy el único que piensa así. En el contenido adicional del Blu-ray de la primera temporada, llamado “En conversación: Rick Berman y Brannon Braga”, estos declararon: «Manny Coto salvó la serie». En el 2007, Braga declaró «Al ver lo que hacía Manny, pensé ‘¿Sabes qué? Quizás esta debería haber sido la serie desde el principio’» Coto fue el último responsable de la última serie (hasta el 2017) de la franquicia, y como fan de esta saga, nos dejó algunas historias inolvidables. Algunos años después dijo: “He trabajado en otras series, y ninguna ha sido tan agradable y fantástica como trabajar en Star Trek. Me sentí bendecido por haber podido trabajar en este universo, que siempre amé desde niño. La mejor experiencia que he tenido trabajando en Hollywood fueron esos años en Star Trek”.

Un final anunciado
Desafortunadamente, las cifras de audiencia no aumentaron lo suficiente y se hizo evidente que no se renovaría para una quinta temporada. La emisión se trasladó a la franja de los viernes por la noche, el peor horario para una serie, pero seguía siendo el programa de mayor audiencia de UPN. Además, para entonces, según Scott Bakula el gran valedor de Star Trek, Garry Hart, presidente de Paramount Network Television desde 1993, el responsable de impulsar la cuarta y última temporada de la serie, y que había frustrado los intentos de UPN de cancelarla, dejó su cargo en septiembre de 2004. Para crear una productora independiente, antes de la inminente separación de Paramount (propiedad de Viacom) y CBS Broadcasting, que se concretó en enero de 2006. Dejando que Leslie Moonves, copresidente de Viacom, finalmente cancelara el programa en febrero de 2005. Con la emisión de los dos últimos capítulos el 13 de mayo de ese año, justo hace veinte años, tocó a su fin la etapa televisiva que había empezado en 1987 con la emisión de Encounter at Farpoint (TNG, 1.01/02) y que abarcaba las series de The Next Generation, con sus cuatro películas, Deep Space Nine, Voyager, y la recién cancelada Enterprise, con un total de 614 capítulos.
La cual, no olvidemos, había sido iniciada por el mismo Gene Roddenberry que había creado este universo, y durante los siguientes años, la dirección la llevó Rick Berman, que siguió la visión del creador de manera estricta. De esta etapa suelo ver aquello que no me gusta (demasiadas historias autoconclusivas, pocas referencias cruzadas, sobre todo con la clásica, y una visión políticamente correcta para intentar agradar a todos los públicos), pero sus éxitos son impresionantes. The Next Generation tal vez sea la que más ha envejecido, pero su resurgimiento en la tercera temporada de Picard, con el final que se merecía, recuerda sus siete años de éxito y su larga lista de capítulos inolvidables. Aunque Ira Steven Behr fue el responsable de la magnífica Deep Space Nine, Berman estaría aprobando el trabajo que hacía este y respaldándole frente al estudio. E igual podemos decir de Voyager, a pesar de sus altibajos en la calidad narrativa. En Enterprise quisieron hacer lo mismo, pero su visión y formato parecen estar anquilosados en el pasado, por lo menos eso demuestra el éxito y la calidad de las dos últimas temporadas (la tercera también idea bajo su dirección). Por lo que “Al César, lo que es del César”, podríamos decir que fueron los años dorados de Star Trek. Con el tiempo se estrenaron otras cinco nuevas series (Discovery, Picard, Lower Decks, Strange New Worlds, y Prodigy), con una sexta sin estrenar (Starfleet Academy), y cuatro películas (incluyendo Secction 31). Por lo que no podemos decir que sea un mal momento en producciones de la saga, otra cosa es la calidad que están teniendo.


· Storm front (ENT, 4.01/02)
La Guerra Fría Temporal ha finalizado, convirtiéndola en una Guerra Temporal, cuando una de las facciones más radicales, los na’kuhl, que no respetan los acuerdos de no interferencia, han empezado a alterar la línea temporal. Para salvarla, el agente Daniels ha logrado mandar a Archer y a la Enterprise, al pasado, a un momento en que estos estaban ocultos en la Tierra, cambiando la historia y aliándose con la Alemania Nazi. Esta es la tercera aparición de nazis en el universo de Star Trek, después de Patterns of forcé (ST, 2.23) y en el programa de la holocubierta en The killing game (VOY, 4.18/19), en lo que ya casi es un clásico de este universo (recordado especialmente en el episodio de Futurama Where no fan has gone before). Ahora, con ayuda de este grupo de aliens, el III Reich ha llegado a invadir la costa este de los Estados Unidos, porque de eso se trata esta historia: de la résistance a la americana.

«Tampoco creía en marcianos nazis, hasta que vi uno yo mismo»
Carmine
 
La Guerra Fría Temporal fue una imposición de la cadena, para dar a la serie un elemento de ciencia-ficción. Por lo que había ido apareciendo de manera esporádica y errática, siendo la trama de los xindi, manipulados por los Constructores de Esferas, su desarrollo más importante. Ahora, una incursión de los na’kuhl en el pasado de la Tierra, desencadena toda una serie de acontecimientos en un futuro que no vemos. Y es que posiblemente lo peor de esta historia, es que no nos muestran esos acontecimientos que han ido deshaciéndose después de que estos alienígenas, de aspecto vampírico, lograran viajar por el tiempo y alterar los eventos históricos. Acercándose más a los capítulos de la clásica que parecieran reciclar el vestuario y los decorados de otros programas. Como A piece of the action (ST, 2.20) con los gánsters, los nativos americanos en The paradise síndrome (ST, 3.03) o en Spectre of the gun (ST, 3.06) replicando el western de OK Corral. En Storm front (ENT, 4.01/02) volvemos a ver el mismo decorado de la Calle de Nueva York, que ya se había utilizado en catorce episodios, entre ellos Past tense (DS9, 3.11/12) o Carpenter Street (ENT, 3.11), lo que hace parecer todo manoseado y repetitivo. Aun así, tiene momentos épicos, sobre todo su final, con la Enterprise sobrevolando la Ciudad de los Rascacielos, enfrentándose a un enjambre de Junkers 87 Stuka, equipados con armamento alienígena. O mostrarnos una Casa Blanca dañada y ocupada por los nazis.

«Nuestro más grande científico dijo una vez: “Cada momento que vivimos, nos desplazamos a través del tiempo”. Nos hemos ganado el derecho a elegir la dirección»
Vosk
 
Una conclusión muy abrupta para la Guerra Fría Temporal, que nunca fue bien aprovechada (exceptuado el arco xindi), y que podría haber dado mucho más juego, si los productores y guionistas, hubieran sido algo más valientes. Aunque creo que, realmente estaban más interesados en explorar otros temas, que desarrollar un buen arco de viajes en el tiempo. La prueba más clara es la introducción de los na’kuhl como villanos en el acto final. Facción nunca antes mencionada, ni que habíamos visto. Su inclusión me parece forzada, habiendo preferido que quienes desencadenaran la Guerra Temporal hubieran sido presentados con anterioridad. Finalmente, me parece ridículo que Archer exija que no le involucren más en este conflicto, tan ajeno a él, y, sobre todo, tan fuera de su control. Como si él tuviera alguna alternativa de impedir la voluntad de alguien del siglo XXIX que quiera visitarle o manipularla.

«Es todo un espectáculo. La línea de tiempo se está reseteando. Usted lo hizo. Vosk está muerto. No logró regresar. Todo el daño que causó, nunca sucedió»
Daniels a Archer
 
Lo mejor es recuperar al líder de los suliban, Silik, que es enviado a bordo para apoderarse de la tecnología del conducto temporal de los na’khul. Pero que finalmente se une a Archer para evitar que Vosk, el líder de estos, logre cambiar todo el futuro. No nos explican cómo este logró abordar la nave terrestre, pero no importa, ya que de esta manera nos permite ver cómo este villano, que no siempre había sido tal, se remide al aliarse con nuestros protagonistas para frustrar los planes de Vosk. Y es que siempre me ha gustado la premisa de la redención, en que los malvados se unen a los héroes (creo que Cor Petit, alias Pikkoro o Vetega, tienen algo que ver). Y aquí está justificado, ya que Silik sabe que, si esta facción logra su objetivo, no habrá ningún lugar al que volver. También es posible que no haya muerto, y que, tras restaurarse la línea temporal, al igual que el agente Daniels, se haya materializado en su tiempo. Pero prefiero el épico sacrificio de este personaje ayudando a Archer, al que, al igual que su raza, la serie que podría haber aprovechado mucho más.

«Ha cambiado capitán…»
«Y no del todo para mejor»
Silik & Archer
 
· Home (ENT, 4.03)
Era un capítulo necesario, como ya había ocurrido con Family (TNG, 4.02) con respecto a The best of both worlds (TNG, 3.26/4.01) y cómo tendría que haber uno al final de Voyager, pero esa es otra historia. Este es el epílogo, no solo a Storm front (ENT, 4.01/02), sino a toda la tercera temporada. Permitiendo que los personajes cogieran aliento, se empezaran a recuperar de sus traumas y descansarán de su intenso viaje a través de la Expansión. Pero también es un prólogo de algunas de las tramas que veremos a lo largo del siguiente año. Así, recuperamos la tensión con los vulcanos, que tan prolíficamente habíamos tenido en las primeras temporadas. Visitamos su mundo por primera vez desde Amok time (ST, 2.05), y tenemos la mejor aproximación al personaje de T’Pol de toda la serie, alejándonos de sus coqueteos con la experimentación de sentimientos, como en The seventh (ENT, 2.07) o Damage (ENT, 3.19) con su adicción al trellium-D. Aquí la vemos como una mujer, atada a sus tradiciones ancestrales, pero anhelando deshacerse de esas ataduras culturales. Siendo muy interesantes las conversaciones con su madre T’Les. «Has cambiado. Tus emociones estaban cerca de la superficie, pero podías reprimirlas. Es por ese comandante Tucker ¿No? Él es la razón por la que te niegas a unirte a Kos. ¿Realmente crees que un humano y una vulcana tienen futuro juntos? Imagina la vergüenza que soportarán tus hijos, asumiendo que vosotros podáis tener hijos». Y nos desvela la fascinación de nuestra oficina científica por los mundos alienígenas que ya poseía de joven. Lo que la ha llevado a ser primer oficial del capitán Archer, quien es la figura fundamental de la creación de la Federación, y, por tanto, T’Pol se erige como pieza clave de esta futura alianza. T’Les será, además, importante en futuros episodios, siendo personalmente uno de los vulcanos más fascinantes de la serie.

«Si no estuviéramos ahí fuera causando problemas, siete millones de personas podrían seguir vivas»
«No estaban causando problemas. Estabais explorando»
«No estoy seguro de que haya mucha diferencia»
Archer & Hernández
 
Otro importante momento en los futuros acontecimientos, es el acercamiento final de Soval a Archer, marcando el principio del cambio de este personaje, que ya empezó a despuntar en Cease fire (ENT, 2.15). Relación que tendrá importancia en la trilogía vulcana. En la Tierra, es interesante el recuerdo de la discusión entre Archer y Jefferies (homenaje al diseñador de arte de la clásica) sobre el armamento, refleja el cambio que ha sufrido la serie y no solo el capitán de la Enterprise desde Broken Bow (ENT, 1.01/02). Pero el capítulo no se queda solo en las vacaciones de los personajes, sino que nos presenta la xenofobia que ha empezado a extenderse entre los humanos en la Tierra. Plantando la semilla para la trilogía vulcana, y la participación de estos en la Crisis de Babel. Convirtiéndose, no en un epílogo de la tercera temporada, sino en prólogo de la cuarta.

«Me opuse a su nombramiento como capitán de la Enterprise, pero ahora es obvio que estaba equivocado. T’Pol me dijo que la Expansión algún día abarcaría cientos de sistemas, incluyendo Vulcano. Ha hecho un gran servicio a nuestros dos mundos. Gracias»
Soval a Archer
 
 
Ll. C. H.
 
 
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martes, 13 de mayo de 2025

Estación Copernicus

El siglo XXIII representó una importante expansión de la Federación, con la notable ampliación de la red de bases estelares a lo largo del espacio conocido. Sus propósitos eran muy variados, desde la vertebración de la cadena logística, el mantenimiento de las naves estelares, así como su mando y control. Pero a lo largo de la siguiente centuria, las instalaciones de esta red, como la Base Estelar 375, construidas en gran número, necesitaban ser actualizadas para afrontar los retos de la segunda mitad del siglo XXIV y el cercano siglo XXV [Especulación].

Diseño
El diseño de la Base Estelar 375, estaba basado en el complejo de oficinas orbitales de los Astilleros de San Francisco, en la Tierra. Contaba con una gran estructura cónica, con una serie de brazos, con módulos circulares, de diferentes tamaños, que sobresalían de su base. Mientras que algunas instalaciones contaban con largos tubos que podían contener zonas botánicas, o suministros. Así, la instalación había sido adaptada como puesto científico, como la estación Regula I, asignada al Proyecto Genesis [ST II: The wrath of Khan], puesto fronterizo como Deep Space 5 [Parallels (TNG, 7.11)], estación espacial en Thalos VI [The Magnificent ferengi (DS9, 6.10)], prisión [Blaze of glory (DS9, 5.23)], incluso con el tiempo se dedicaron al control de tráfico espacial [Grounded (LD, 3.01)]. Su versatilidad estaba dada gracias a componentes modulares [ST The oficial starship Colleciton. Regula I] que le permitían acomodar la construcción de su interior a diferentes propósitos. Pero su estructura cónica, a pesar de su amplio espacio interno, albergaba el gran hangar, y el resto de sistemas principales, como el reactor y el ordenador, se veía limitada para adaptarse más de un rol a la vez. Por eso, los requisitos para la nueva estación estándar hacían hincapié en que pudiera realizar múltiples propósitos durante su carrera operativa. Además, debía incorporar las nuevas tecnologías desarrolladas, como la informática, defensivas y de sensores, ofreciendo tanto capacidad científica, como diplomática [Especulación].
Los diseñadores siguieron el diseño de otras bases estelares de la Federación, con una estructura central, de la que surgirían seis brazos radiales, repartidos en dos niveles, con sendos módulos de trabajo también, que se extendían alrededor de su perímetro. La parte superior era una estructura circular, donde se encontraba, en el extremo superior, una antena de comunicaciones subespacales, situada en lo alto de tres soportes [ST: Borg invasión 4D]. Justo debajo, y siguiendo la tradición de las naves estelares de colocar el puente en la parte superior del plato, se encuentra la sala de operaciones, desde donde se supervisaban todas las actividades de la estación. En el interior de su estructura central se encuentran algunas de las instalaciones básicas, como la enfermería, camarotes y zonas de recreo, incluidas varias holocubiertas [Especulación], así como tres grandes hangares [ST: Borg invasión 4D] conectados entre sí por la gran bodega de carga, como había ocurrido con los hangares de la clase Constellation, lo que permitía contar con una considerable capacidad de suministros. Ampliando también el número de lanzaderas y vainas de trabajo con que contaba la Base Estelar 375, que solo tenía con un gran muelle en su estructura central. Y a pesar de tener la capacidad de poder albergar una nave de pequeño tamaño, se había presentado al ser poco flexible, y con un número limitado de vehículos. Además, en la nueva estación, el espacio adyacente a los hangares, podía convertirse en extensos talleres de reparación, tanto para las necesidades de la misma base, como de solicitudes externas [Especulación].
La parte inferior de la estación, contaba con una columna central, que soportaba tres brazos, con sendos módulos circulares [ST: Borg invasión 4D]. Y que contenía, en su interior, el ordenador principal, la sección de ingeniería, con su reactor primario materia/antimateria, los generadores de escudos, así como un conjunto de potentes sensores, situados en el extremo inferior. Lo que permitía, que esta estructura central pudiera operar por sí sola, como una estación autónoma. Pero serían los módulos exteriores, quienes permitirían ampliar sus capacidades, tal y como estipulaba sus directrices de diseño [Especulación].

Módulos externos
De la estructura superior, entre los tres han hangares, y unidos a la estación, surgían tres brazos que soportaban tres módulos circulares. Contaba con otros tres módulos, más pequeños, (1) en la parte inferior de la columna, intercalados alrededor de la columna central de la estación. Para facilitar la adaptabilidad de la estación, cada módulo fue diseñado para diferentes funciones, siendo intercambiables entre sí. Habiendo versiones para cada uno de los dos tamaños de los módulos. Así, se diseñaron una versión residencial, con camarotes, y diversas estancias comunes, que podían incluir locales y establecimientos comerciales, restaurantes, holosuits, y hoteles para los viajeros de paso. También se podían configurar para diferentes condiciones ambientales para especies concretas. Había un módulo estándar con un arboletum de uso recreativo, y que también podía usarse como zona hidropónica, y para laboratorios exobotánica. Para los módulos científicos, existía un estándar con instalaciones de diversas disciplinas. Pero también se confeccionaron específicos que ocupaban toda la superficie del módulo, para ciencias planetarias, que incluían la geología, climatología, vulcanología, oceanografía y exobiología. Para ciencias espaciales con instalaciones para el estudio de astrofísica, cartografía estelar, dinámica del campo subespacial y curvatura, o termodinámica estelar.
Los módulos médicos, contaban con salas quirúrgicas, unidades de cuidados intensivos, zonas de rehabilitación, con despachos para consejeros, áreas de cuarentena, así como laboratorios específicos de bioquímica, toxicología, epidemiología, o inmunología, entre otras especialidades que pudieran ser necesarias. Contando con las características marcas distintivas del departamento médico en el exterior del casco. Otro módulo se pensó para cuando la estación acompañara diques secos orbitales, que albergaba talleres de mantenimiento, zonas de fabricación con replicadores industriales, acompañados de generadores adicionales, y depósitos de materia replicable. También tenían hangares para aumentar el número de las unidades de trabajo, conocidas como workbee. También se diseñó un diplomático/administrativo, con numerosos despachos, salas de reuniones y conferencias. Otra versión contaba con aulas, y camarotes adicionales, para ser usada como anexo a la Academia de la Flota Estelar. También se confeccionó una versión como prisión, con celdas de alta seguridad, reforzando los campos de contención y de fuerza.
El concepto era poder combinar los diversos módulos para cada necesidad, permitiendo que la estación pudiera realizar cualquier función necesaria. Así, había una configuración estándar, que incluía un módulo con un arboletum, con estancias adicionales. Otro módulo contaba con instalaciones científicas necesarias en la zona del espacio donde se encontraba ubicada la estación. Y estos podían intercambiarse, evitando tener que desplazar la estación a otra ubicación. Adaptándose constantemente a cualquier necesidad que pudiera surgir. Simplemente, utilizando los remolcadores de espacio profundo con que contaba la Flota Estelar para desplazar el módulo requerido. Así, podía haber una estación médica, que tuviera todos los módulos dedicados a esta función. O se podían incluir si era necesario, sustituyendo otro ya existente, para aumentar la capacidad hospitalaria, y así sucesivamente.
Aunque el interior de los módulos podía diferir mucho, de uno a otro, su configuración exterior era muy similar, casi idéntica unos a otros. Contaban cuatro grandes ventanales que ocupaban la mayor parte de los niveles. Este gran mirador podía formar parte del límite del arboletum, de la galería de tiendas, o restaurantes, u otras instalaciones comunes, o del hangar secundario para el módulo de mantenimiento, cambiando dependiente de la función del mismo. Todas las versiones contaban con una gran antena inferior, que se acoplaba a la parrilla de sensores de la estación, alterando su composición en los casos que se especializaba en alguna rama científica [Especulación].
 
Sistemas internos
Las amenazas, como el Colectivo Borg o el Dominion, se tuvieron en cuenta a la hora de establecer sus defensas. Así, cuenta, como parte de su defensa, con dos emisores pháser tipo-X situados justo debajo de los accesos de cada uno de los tres hangares. Mientras que los lanzadores de torpedos de fotones, se situaron a lo largo de la cubierta superior [ST: Borg invasión 4D]. El ordenador principal contaba con un procesador M-16 con packs de gel bio-neurales isolinear III-a. Al cual se le podían añadir otros procesadores instalados en los módulos exteriores, aumentando su capacidad de proceso y velocidad. El reactor principal era un núcleo de reacción materia-antimateria de clase 9, con un colector de entrada bicíclico. Diseñado específicamente para proporcionar potencia a los generadores de escudos deflectores durante el máximo tiempo posible durante un asedio. Como estaba diseñada ser desplegada tanto en una órbita planetaria o estar estacionada en el espacio profundo, por lo que, para poder estabilizar su posición, contaba con una serie de sistemas de control de reacción situados en la parte superior e inferior de la estructura central de la estación [Especulación].
 
Estación Copernicus
La estación Copernicus, fue una instalación de investigación avanzada situada cerca de la frontera del cuadrante Delta y el cuadrante Beta. Su ubicación en el cuadrante Delta significaba que las nuevas civilizaciones podían contactar para iniciar relaciones diplomáticas, así como se encontraba cerca del borde del Colectivo Borg. Con respecto a este, a bordo se estuvo desarrollando el Proyecto Resistencia, bajo la supervisión del Doctor Holográfico de la USS Voyager [ST: Borg invasión 4D], siendo este su jefe médico [cómic Flesh and Stone]. Su propósito era lograr protección contra virus y bacterias alienígenas, pero también contra el proceso de asimilación utilizado por los Borg. Haciendo que sus nanosondas se toparan con una protección capaz de aislar esta secuencia de pares de bases rara, aislando el fragmento genético.
En el año 2379, el enclave fue atacado por un cubo borg, que abordaron el interior, empezando su asimilación, tanto de la estación, como de su tripulación. Para ello utilizó un rayo cortador para arrancar un pedazo de la sección tres, llevándose parte de la instalación de investigación Alpha, donde se estaba desarrollando el Proyecto Resistencia, al descubierto. Pero antes de lograr su destrucción, la USS Voyager, al mando de la vicealmirante Kathryn Janeway, logró repeler con éxito el ataque de la nave Borg, salvando a la tripulación [ST: Borg invasión 4D].

 
Especificaciones: (10)
Tipo: Estación estándar multipropósito
Comisionada: 2380
Dimensiones:
            Longitud: 681 metros
            Envergadura: 681 metros
            Altura: Entre 468 metros
            Cubiertas: 76
Desplazamiento: 9,257.476 toneladas métricas
Dotación: 279 tripulantes y oficiales (estándar)
Pasajeros: 300
Armamento:
            6 torreta rotatoria independientes Mk-95
            6 emisor pháser de tipo-X
Ordenador principal: procesador M-16 con packs de gel bio-neurales isolinear III-a
Vehículos embarcados:
            15 unidades de administración de carga workbee
            3 cápsulas de viaje
            11 lanzaderas (varios tipos)
            3 runabouts clase Danube
Actualización estándar: 30 años
Instalaciones: Estación Copernicus



Fecha estelar 79576.5
Base de Datos Técnica, Flota Estelar
Archivo 6978F21-F1
 
 
Notas de producción:
La estación Copernicus fue un diseño creado por John Eaves para la parte cinematográfica de la atracción 4D Invasión Borg, del parque temático de Las Vegas Star Trek The Experience, a partir de bocetos rechazados para Enterprise. En la que participaron tanto Robert Picardo, como Kate Mulgrew, en los roles del doctor Holográficos, y la almirante Janeway. Pudiendo encontrar material de referencia adicional en el último DVD del pack de la 7ª temporada de Voyager. Y a pesar de que el espectáculo, desarrollado en el parque temático, se realizó bajo licencia de CBS/Paramount, ni los acontecimientos narrados en él, ni la estación Copernicus se consideran canónicos.
 
Cinematografía y espectáculo ST: Borg invasión 4D
 
La estación Copernicus aparecería en los calendarios Ships of the line, con un dibujo de Probert, con una lanzadera Tipo-6 saliendo de uno de sus hangares. Mientras que, en el 2020, Doug Drexler y Ali Ries, mostrarían la estación junto a la USS Voyager, y bionaves de la especie 8472.

(1) Así puede apreciarse en las láminas de las ortofotos de la estación, vistos en el escritorio de Herman Zimmerman en el extra de DVD The Final Frontier. Aun así, la idea de que los módulos exteriores son intercambiables, permite que exista multitud de combinaciones posibles.
 

Ll. C. H.
 
 
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Museo de la Flota
Base Estelar 375
Estación espacial Regula 1
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Diques secos de la Flota Estelar (1)
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Matriz MIDAS
 
Clase Daedalus
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Crucero ligero Clase Challenger
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Transporte clase Macpherson
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Variantes Intrepid: USS Yeager & USS Helkins
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Lanzaderas del siglo XXIV Tipo 6 & 7
Lanzaderas del siglo XXIV Tipo 8 & 9
Lanzaderas del siglo XXIV Tipo 10 & 11
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Workbess (2) Sphinx & Nemesis
Lanzadera del siglo XXIV Tipo 9A & 17
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Yate del capitán (2) Cousteau
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Lanzadera Jinete de las Olas
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Cápsulas de escape (2)
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Naves suliban
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