miércoles, 29 de noviembre de 2023

Strange New Worlds Segunda Temporada

Este artículo contiene spoilers
 
En esta segunda temporada se consolidan algunas de las pautas que posiblemente tendrá la serie. Con capítulos más ligeros con el musical Subspace Rhapsody (SNW, 2.09), un curioso experimento dentro de este universo. Ha habido dos viajes en el tiempo, con Tomorrow and tomorrow and tomorrow (SNW, 2.03) y el esperado Those old scientists (SNW, 2.07). Para terminar con un cliff-hanger al final de la temporada, con Hegemony (SNW, 2.10). Las tramas, desde mi punto de vista, se han centrado más en el desarrollo de personajes, que en contar historias de ciencia-ficción, por lo que en conjunto el nivel ha tenido más altibajos que su temporada predecesora.
 
· The broken circle (SNW, 2.01)
Capítulo de impasse en la resolución de la detención de Chin-Riley ocurrida en A quality of mercy (SNW, 1.10) y primera aparición de los klingons en Strange New Worlds. Y aunque la idea me gusta: un grupo de rebeldes de un planeta controlado alternativamente por la Federación y el Imperio Klingon, conspiran para iniciar de nueva una guerra para continuar ganando dinero. Pero no me convence todo su desarrollo. Ni el hecho de que Spock decida robar la Enterprise. Que lo haga ahora por un mensaje de Noonien-Singh, me resta importancia e impacto, a que vuelva a hacerlo en The menagerie (ST, 1.15/16) para darle a Pike una vida digna en Talos IV, llevado por lealtad a su capitán, arriesgando su carrera. Que fuera la segunda vez que robaba una nave, ya empieza a ser un patrón de conducta. Tampoco me gusta que el doctor M’Benga y a la enfermera Chapel se conviertan, gracias a una droga, en una especie de dos Soldados Universales, ya que no me cuadran con ellos, por lo que los conocemos de la primera temporada. A lo largo de los siguientes episodios irán mostrando que M’Benga tiene entrenamiento físico y en Under the cloak of war (SNW, 2.08) se mostrará el trauma en le causó la guerra contra los klingons. Aun así, no me convence. Y aunque entiendo que Pike no esté a bordo (ha ido a convencer a la mejor abogada para que defienda a su primera oficial y amiga para el siguiente capítulo), parece que siempre haya una buena excusa para privar del protagonismo al capitán. Creo que la historia, al no tener conexión alguna, podría haberse desarrollado en cualquier otro momento de la temporada sin problemas, con Pike al mando, justificando la trama por su característica preocupación por su tripulación. Finalmente, tenemos la presentación de la nueva jefa de ingenieros, Pelia, que como lanthanite (que llevan siglos conviviendo entre humanos) me parece muy interesante.

Siempre puede una contar con la incapacidad para mentir de los vulcanos. Otra cosa que sé de los vulcanos, es que no hacen nunca nada sin un buen motivo. ¿Tiene usted un buen motivo para robar la nave?
Pelia a Spock
 
· Ad Astra per Aspera (SNW, 2.02)
Uno de los temas recurrentes en la ciencia ficción es la alteración genética. La primera vez que fue mencionada en la saga fue en Space seed (ST, 1.24), donde conocíamos a los supervivientes de un grupo de aumentados del siglo XX, liderado por el infame Khan Noonien-Singh. Allí se había erigido en tiranos dominados por una ambición superior, acorde a sus rasgos aumentados. Y contra los que se había librado las Guerras Eugenésicas para expulsarlos. En The Next Generation hubo algunas menciones, como en Unnatural selection (TNG, 2.07), donde aún no se había consolidado la prohibición de la alteración genética como parte del canon en Star Trek, tenemos una pequeña anomalía en el tema, donde la Federación se dedica a modificar los genes de un grupo de niños. Mientras que en The hunted (TNG, 3.11) nos brinda una visión de las consecuencias de esta alteración en antiguos combatientes de un planeta que no pertenece a la nuestra organización intergaláctica, bastante interesante. No volveríamos a tocar el tema, hasta que descubramos en Doctor Bashir, I Presume (DS9, 5.16) que el doctor Bashir fue alterado cuando era pequeño y había ocultado esta característica a la Flota Estelar que los prohibía servir entre sus filas. En la serie Enterprise regresamos con los aumentados con una trilogía iniciada en Bordeland (ENT, 4.04) y cuyas consecuencias se verían en Affliction (ENT, 4.15), donde además se explicarían de manera magnífica, por lo menos para mí, las diferencias físicas de los klingons de la clásica. Finalmente, Strange New Worlds retoma este tema con La’an Noonien-Singh, como descendiente del mismísimo Khan. Y sobre todo con Una Chin-Riley como illyriana, cuya raza altera genéticamente a sus miembros, y que al igual que el doctor Bashir había ocultado su naturaleza. Al final de A quality of mercy (SNW, 1.10) fue arrestada al descubrir su secreto, y ahora tenemos su juicio. Y para mí la esencia del capítulo, es que la ley, no por ser un código legal, ha de ser siempre justa. Los ejemplos en la historia de la humanidad son, por desgracia, muchos. Ciertamente, se centran en la ley injusta, pero como indica un amigo mío, y con mucha razón, el fondo de la alteración genética está en que esta crea diferencias entre quienes las tienen y los que carecen de ellas. Los aumentados, como Khan, se vieron superiores al resto, y porque se creyeron mejores quisieron gobernar sobre el resto. Ese es el fondo que tiene esta prohibición: no que un individuo sirva en la Flora, sino en que estos, una vez hayan conseguido altos puertos, crean que los no alterados no tienen los mismos derechos que ellos. La película Gattaca, de Andrew Niccol de 1997, nos muestra perfectamente esta discriminación, con una sociedad dividida en dos castas: una de alterados y otra que no lo son, trabajando para los primeros en los peores puestos. El capítulo cuenta con una buena premisa, pero su desarrollo solo se queda en que la ley es injusta con Una Chin-Riley. Sin entrar a valorar le porque, más allá de recordar un conflicto (las Guerras Eugenésicas) que pasó hacer 200 años en uno de los planetas de la Federación, que no en todos. Y es que, como diría Ouroboros: «La ciencia ficción invita a reflexionar». Como historia de abogados, el capítulo es un poco tortuoso hasta para llegar a su resolución. Y aunque la lógica dicta que sea una abogada la que defienda a Número Uno, la verdad es que me hubiera gustado ver a Pike en ese papel, como hiciera Picard en The measure of a man (TNG, 2.09), o a Sisko en Rules of engagement (DS9, 4.18). Sobre todo, porque al final el personaje de Neera Ketoul, me resulta tan soberbia, que le cojo algo de tirria. Creo que debería haber seguido la tradición de Star Trek que el capitán es quien defiende a su oficial encausado, en el que además es un momento perfecto para que el personaje, y el actor, pueda lucirse y sacar pecho frente a los magistrados.
Curiosidad: el mural de la sala del tribunal incluye la representación de humanos, andorianos, tellaritas, humanos, y tiburonianos de la clásica, caitianos y adosianos de la serie animada, betelgeusians, randaritas, saurianos y zaranitas de ST: The motion pictures, y un osnulos de Discovery.
 
Yo no redacto la ley. Y mi trabajo… el nuestro…
¡Ah, nuestro trabajo!
…es protegerla a toda costa
Ya
Violó la ley
¿Y si la ley se equivoca?
Batel & Pike
 
· Tomorrow and tomorrow and tomorrow (SNW, 2.03)
Este segundo viaje en el tiempo de la serie me parece muy interesante y creo plantea posibles desarrollos posteriores en el universo de Star Trek. Pero como ocurre con otros capítulos de esta temporada, aunque la historia me guste, hay algunos conceptos que no me convencen. Empecemos por lo que creo que son sus aciertos. Me gusta el desarrollo de un personaje secundario como La’an Noonien-Singh, ya era hora que estos volvieran a tener protagonismo y no se centraran siempre en los mismos, haciendo la serie más coral. Y aunque no me gusta que es personaje sea descendiente de Khan, ya que eso hace que todo lo que sucede en Space seed (ST, 1.24) sea bastante extraño: permitirle que se informe sin límite o no reconocerlo al instante. Sobre todo, después que Spock y Uhura sirvieran junto a la descendiente de este, y, por tanto, conocieran quién eran. Es más, en el capítulo da la sensación como que su recuerdo se hubiera difuminado en la historia, en vez de permanecer vivo en la memoria colectiva como consta en Ad Astra per Aspera (SNW, 2.02). Pero que sea La’an, quien precisamente viaje al pasado para salvar la vida de Khan, me parece un gran acierto. Sobre todo, porque no hay nadie mejor que ella para saber lo que sucedería si aquel tirano y asesino no existiera. Solo una buena comprensión de la historia, y de lo que significa dejarlo con vida, puede hacer tomar esa decisión. Ya que aún de los peores sucesos, pueden desembocar en cosas buenas: la evolución de la Tierra hacia un lugar mejor, el primer contacto llevaría, con el tiempo, a formar la Federación. Por otro lado, nos muestran que, debido a una serie de incursiones temporales, las Guerras Eugenésicas que se libraron al final del siglo XX según se menciona en Space seed (ST, 1.24), se han ido retrasando a principios del siglo XXI. Enlazando con la Guerra Temporal que planeó durante las primeras temporadas de la serie de Enterprise. Incluso utilizan la misma interfaz TCARS holográfica que aparecía en Relativity (VOY, 5.24), y la mención al Departamento de Investigaciones Temporales de Trials and tribble-ations (DS9, 5.06). Este desplazamiento de las Guerras Eugenésicas a lo largo de la línea temporal, y que incluso podrían ser parte de la Tercera Guerra Mundial, podía explicar las diferencias tecnológicas entre la serie clásica y Strange New Worlds. Así como el hecho que ahora todo el mundo conozca a Khan, y en Space seed (ST, 1.24) apenas fueran un hecho del pasado remoto. Pero esta interpretación ha de ser explicada en el futuro dentro de la saga, y no que sea una elucubración de los espectadores. Ya que entonces sería un error de los productores, para no decir un desinterés por explicarlo. También me gusta la introducción de Pelia en el siglo XXI, lástima que no se desarrollará mucho más en la segunda temporada. Y solo espero que no hayan creado a este personaje para aparecer en el pasado y luego lo dejen en nada. Y aunque uno de los elementos que más me gustan de los viajes en el tiempo son los choques culturales de aquellos que se encuentran fuera de su época. La verdad es que, aunque es cierto que Kirk se adelantaba a sus adversarios, no veo jactándose de que piensa en movimientos de ajedrez. Y es que el mayor problema que tengo con este capítulo es la aparición de James T. Kirk. Teniendo en cuenta que Noonien-Singh se encuentra con este de una línea temporal alternativa, valía cualquier otro personaje. Incluyendo a Pike, un candidato perfecto como viajero en el tiempo, que además tampoco iba a recordar a Khan. Y es que me molesta que siempre estén relegando al capitán de la serie, que me parece un gran personaje, y que regresen alguien de la tripulación clásica. Tampoco se justifica con el amorío con Kirk, ya que el desarrollo de la jefa de seguridad ya es suficientemente interesante sin este imposible interés amoroso.
Curiosidad: parte de las obras de arte que tiene Palia son el cuadro Het concert, del holandés Johannes Vermeer, que insiste que es falso, aunque la obra real fue robada en Boston en 1990. Y La famille Monet dans son jardín à Argenteuil, de Édouard Manet, actualmente expuesto en el Metropolitan Museum of Art en New York.

Tenemos algo en común. Ambas tenemos secretos que atentan contra las creencias a la mayoría. Solo puedo decir, que, mi amigo y yo, estamos aquí para proteger algo, hermoso. El futuro de la humanidad. Y creo que sabrás por experiencia lo frágil que es ese futuro. Podemos estar a horas de perder ese futuro para siempre. Eres la única persona en la que puedo confiar para que nos ayude
La’an Noonien-Singh a Pelia
 
· Among the Lotus Eaters, (SNW, 2.04)
Una de las pocas cosas que sabíamos de Pike en The cage (ST, 0.01) era su desastroso viaje a Rigel VII. Ahora regresamos al mismo lugar donde se perdieron varios de sus tripulantes bajo su mando, en una misión para corregir una posible contaminación cultural, lo que nos permite repasar y ampliar aquel hecho que atormentaba al capitán de la Enterprise. Allí no solo encuentran a uno de los tripulantes, que se le había dado por muerto, si no descubren que los habitantes del planeta pierden la memoria a corto plazo por culpa de una radiación ambiental. Lo que resulta interesante explorar una sociedad que no tiene memoria como la que plantean. Tal vez es algo tedioso regresar a la importancia que le da Pike a proteger a sus subordinados, ya que es, junto a su futuro accidente que le dejará lisiado, es parte fundamental del leitmotiv del personaje. Aun así, me convence la escusa por la que hemos regresado a Rigel VII. También me gusta que el peso de la historia B recaiga en Ortegas, posiblemente el mejor personaje original de la serie. Donde los tripulantes de la Enterprise también están empezando a perder la memoria. Y aunque la trama de la superficie del planeta sea algo pesada, en resultado general del capítulo es efectivo.
Curiosidad: en las paredes de la sala del trono hay varias imágenes de Alejandro Magno basadas en el mosaico de la batalla de Issos, descubierto en la Casa del Fauno en Pompeya.
 
No tener pasado, habría estado bien durante algún tiempo
Sí, lo entiendo muy bien. Pero algunos recuerdos compensan el dolor de los malos
La’an y M’Benga
 
· Charades (SNW, 2.05)
Posiblemente el capítulo más flojo de toda la temporada. En primer lugar, la historia me recuerda mucho al intercambio de cuerpos entre Spock y T’Pring de Spock amok (SNW, 1.05), pero sin la gracia y la frescura de este. Parece que para explorar a nuestro vulcano preferido siempre le han de poner en la tesitura de su humanidad, que, aunque es parte de su trasfondo como personaje, en esta serie lo fuerzan hasta sus límites. Recordemos que Spock siempre tiene emociones, lo único es que utiliza la lógica para reprimirlas y controlarlas. Pero, por muy complejas y abrumadores que puedan ser estas, parece que, al convertirle biológicamente humano, este actúe como un vulcano sin el control de la lógica, exagerando cada momento, más que experimentar lo que es ser humano. O más bien que haya perdido la memoria y se comporte como otra persona. Con lo reservado que es Spock en la clásica para su vida privada, este realmente no es el mismo personaje, ni mucho menos. Y eso que las ceremonias vulcanas siempre son interesantes de ver, y T’Pril y su siempre miedoso esposo Sevet, son lo mejor del capítulo. La ruptura entre Spock y T’Pring, por no haber confiado en ella, supongo que puede ser el preludio de los acontecimientos de Amok time (ST, 2.05). Para desembocar en lo que parece el inicio de una relación entre Spock y Chapel, que para mí no tiene mucho sentido. Ya que el problema de una secuela es que tienes que ser muy cuidadoso con los acontecimientos futuros y las historias que se hagan no los pueden contradecir. Mientras que la historia B con los kerkhovianos, creo que pretendía que fuera algo graciosa, con la tarjeta de visita y las quejas que no se pueden atender fuera del periodo de respuesta. Pero resulta ridícula, al aparentar una teleoperadora de un departamento de atención al cliente que seres incorpóreos de una raza alienígena. Por otro lado, me parece extraño que esta extinta civilización, sita en el sistema vulcano, no hubiera sido estudiada extensamente por los científicos de orejas puntiagudas, que han explorado el espacio desde hace siglos. Máxime cuando una anomalía espacial justo encima de las ruinas de la superficie, cuál árbol de Navidad. Para eso, mejor buscarse otro sistema espacial, que, por haber, hay unos cuantos miles en la galaxia.
Curiosidad: el profesor Roger Korby, aquí llamado el “Pasteur de la medicina arqueológica”, volverá a mencionarse en Subspace Rhapsody (SNW, 2.09), y protagonizará What are litle girls made of? (ST, 1.09), donde se indica que es la antigua pareja de la enfermera Chapel.

Debo destacar que pareces haber involucrado a casi toda la tripulación de esta nave en tu treta. ¿Cómo he de sentirme? Ya te dije que te acepto con tu lado humano incluido. Pero parece que, a pesar de esto, y de lo que hemos compartido, aun no confías en mí
T’Pring
 
· Lost in traslation (SNW, 2.06)
Podríamos definirlo como un capítulo del alienígena de la semana. Esta vez solo intuidos a través de visiones o alucinaciones, algo similar a lo que ocurre en Night terrors (TNG, 4.17). Y de paso profundizamos algo más en el personaje de Uhura. Pero la inclusión de Kirk, otra vez, me sobra. Si la producción vuelve a lo mismo, me obligan a mí, a quejarme de lo mismo. ¿Es necesario incluir este personaje de nuevo? Y es una lástima, porque esta vez está justificado: su nave está junto a la Enterprise y vemos a los dos hermanos juntos. Pero el problema es que este acapara parte del protagonismo que podría haber tenido otro tripulante que acompañe a nuestra incansable Uhura: M’Benga, Ortegas, Noonien-Singh, Chapel o Pelia. Incluso Spock o el capitán Pike. El cual, cuando una alférez le dice, de una manera presuntuosa y arrogante, a pesar de tener razón, que ha de destruir la estación recolectora, parece una marioneta que hace lo que se le dice, tal y como ocurría en la segunda temporada de Discovery bajo la influencia de la sabelotodo Burnham. Como personaje, me parece, que no le permiten tomar decisiones o por lo menos que los acontecimientos le lleven a tomar las decisiones de capitán. Al final, Pike es empujado a hacer caso a Uhura tan solo por la palabra de esta, e indicios dispersos, en los que él, no ha tenido mucho que ver. El desenlace hubiera sido más lógico, por lo menos para mí, si en vez de Kirk, hubiera sido Pike, su capitán, quien hubiera estado al lado de ella durante toda la investigación. O algún otro oficial de la tripulación. Me gusta que le hayan dado más protagonismo a Pelia, y es emocionante ver el momento cuando Spock y Kirk se conocieron.
Curiosidad: Jörg Hillebrand recuerda en su twitter, la escena en que Kirk se le aparece a Uhura en The tholian web (ST, 3.09), recordando la conversación en que este le dice que es “Considerada, empática. Los escuchó”. Gran razonamiento y mejor relación. Aunque es gracioso ver la diferencia de reacciones entre ambas épocas. En el de la clásica, la oficial de comunicaciones es tildada de fémina histérica. Aquí se le hace caso de manera ipsofacta por su capitán, cuando esta le pide que destruya, precisamente, la estación tan importante estratégicamente.
 
¿Por qué me eligieron a mí?
Porque era justo la que necesitaban. Considerada, empática. Los escuchó. Y era justo lo que les hacía falta
Uhura& Kirk
 
· Those old scientists (SNW, 2.07)
No puedo ser muy imparcial, tampoco lo pretendo. Y es que me encanta ST: Lower Decks, y el crossover entre esta y Strange New Worlds era algo que tenía muchas ganas de ver, y el resultado es, para mí, el mejor capítulo de la temporada. Este tercer viaje en el tiempo, fue dirigido por Jonathan Frakes, quien es el más adecuado, al ser un gran conocedor del universo trek. Y es que tenía la duda de como iban a combinar los tonos tan diferentes de los diferentes personajes: más seria y dramática la tripulación de la Enterprise, con la más gamberra e irreverente de los ocupantes de las cubiertas inferiores de la Cerritos. Y el resultado fue una gozada, aunque solo apto para fans de Lower Decks. Ya que la presencia de los dos alféreces del siglo XXIV inunda todo el metraje, con sus comentarios que transcienden la pantalla, como si estos fueran unos fans de Star Trek, riéndose de sí mismos. Lo que se menciona en no pocas ocasiones. Además, en su versión de acción real, tanto Boimler, como Mariner, son interpretados por Jack Quaid y Tawny Newsome, los mismos actores que les prestan sus voces en su serie animada. Tal vez el único “pero” que le pondría, es que el tono del capítulo es más cercano a Lower Decks, que Strange New Worlds, lo que queda un poco extraño. Siendo en ocasiones un poco empalagosa tanta admiración. Aun así, reírse de sí mismo es un acto de inteligencia y madurez, y todas las situaciones son guiños constantes a los fans, y queda algo repetitivo. Una de las propuestas para el capítulo homenaje de Deep Space Nine en el 30 Aniversario de Star Trek, era llevar a los protagonistas a una convención trekki. Pero no lo hicieron ante el posible malestar que podría generar en el fándom. Finalmente, tuvimos el magnífico Trials and tribble-ations (DS9, 5.06). Pero con este capítulo podemos decir que los fans hemos visitado la Enterprise de nuestros héroes, y de la mano, nada más, y nada menos, que de otros de nuestros héroes: Boimler y Marines. Esta vez convertidos en carne y hueso.
Impagable: los créditos de Strange New Worlds animados y al estilo irreverente de Lower Decks.

¿A notado lo detalladas y específicas que son sus referencias?
Sin duda
Chin-Riley & Spock
 
· Under the cloak of war (SNW, 2.08)
Las guerras son eventos traumáticos, en los que las personas son llevadas hasta sus límites más insospechados. Por eso, ahondar en las consecuencias de un conflicto, tan devastador como la guerra entre la Federación y el Imperio Klingon, que vimos en la primera temporada de Discovery, podría ofrecer una gran trama dramática. Pero este episodio deja escapar esa oportunidad, creando una historia llena de sinsentidos. El punto de partida es la visita a bordo del embajador Dak’Rah, llamado el «el Carnicero de J’Gal», con lo que ya empieza mal para alguien que representa a la Federación. A lo largo de la historia nos cuenta que fue el líder despiadado de las fuerzas klingon que luchaban contra la Flota Estelar. Y que desertó al final de la batalla tras asesinar a sus subalternos, y desde entonces ha abrazado el pacifismo. Su presencia, como creo que es normal, pone nerviosos a los que lucharon en aquel conflicto, incluyendo al doctor M’Benga y la enfermera Chapel, los cuales fueron parte del equipo médico desplegado en la asediada luna de J’Gal, a la que regresaremos en numerosos flashbacks. La tensión entre M’Benga y Dak’Rah va creciendo hasta que el médico desvela que fue él, quien asesinó a los oficiales del general, harto de las muertes sinsentido, gracias a una droga que le aumentaba, momentáneamente, sus fuerzas y reflejos, llamada Protocolo 12. Que ya utilizaron en The broken circle (SNW, 2.01), y ya entonces no me gustó, al convertir, en aquel momento, a M’Benga y Chapel en una especie de Soldados Universales. El problema está en que no veo al doctor convertido en un vengador, a pesar de la situación que vive durante la batalla, nos han mostrado un hombre ecuánime y sensato. Y, por tanto, no tiene sentido su súbito instinto asesino. Es un médico, salva vidas, no las quita. Por otro lado, tampoco se entienden los actos de Dak’Rah, ni se explica porque la Federación confía en él y le convierten en su emisario de paz. Encima, sabiendo que lo que parecía al principio un sentimiento pacifista, resulta ser un intento de ocultar su cobardía al huir de la batalla, lo que le convierte en un hipócrita y un oportunista.
Curiosidad: Clint Howard, que interpreta al jefe médico en J’Gal, es un veterano de Star Trek. Su primera apareció fue en The Corbomite Maneuver (ST, 1.02) como Balok. Después, lo veríamos en Past Tense II (DS9, 3.12), en Acquisition (ENT, 1.19) y en Will you take my hand? (DIS, 1.15). Siendo el único actor, hasta la fecha, que ha aparecido en la serie original, en Discovery y en Strange New Worlds.

La guerra, no te abandona. Puede… puede, puede enterrarse, pero siempre está ahí
Chapel
 
· Subspace Rhapsody (SNW, 2.09)
El gran Joss Whedon ya había hecho un capítulo musical en de Buffy the Vampire Slayer (1997-2003), e incluso otro mudo, y en Angel (1999-2004) convirtió a sus personajes en marionetas. Cuando se anunció que Strange New Worlds iba a hacer lo propio, me imaginé que utilizarían como escusa alguna anomalía espacial. Casi acerté. Si en los anteriores casos los protagonistas habían sufrido una maldición, aquí tenemos la influencia de un campo de improbabilidad que les ha conectado con una dimensión alternativa que les obliga a comunicarse cantando. Y como experimento me parece curioso, aunque hubiera preferido un programa holográfico o la intervención de Q (bueno, en esta época de Trelaine o de los Platonianos). Aun así, su desarrollo no me ha convencido. Ya que de las historias que me contaban, el romance del capitán Pike, es el único que me interesa, y poco, la verdad. Sobre el Noonien-Singh y Kirk me resulta, como en sus anteriores apariciones, innecesario por la presencia del segundo. Creo que es el momento de preguntarme si realmente querían hacer un remake de la clásica, ¿por qué hicieron una precuela con la tripulación de Pike? Mientas que la relación entre Chapel y Spock resulta, parafraseando a Spock, ilógica. Y es que me resulta incomprensible como pretenden justificar la indiferencia del vulcano hacia la enfermería que vemos en los capítulos de la clásica, que se supone que suceden después de esos hechos. La puntilla final es el número musical de los klingons al más puro estilo de Broadway, lo que demuestra que no se lo han tomado la historia en serio. Y es que ya había quedado claro en Deep Space Nine la afición de estos guerreros a la ópera. Por lo que hubiera sido mejor que hubieran empezado a cantar en klingon una apasionada aria, y no hacer un numerito ridículo. Solo espero que esta especie de experimento no se repita.
Inconsistencia: en The broken circle (SNW, 2.01) Pike menciona que las nuevas lanzaderas pueden llevarle al otro lado del cuadrante en dos días y medio. Mientras que aquí se indica que enviar un mensaje a través del cuadrante lleva semanas. A ver si se aclaran con las distancias y los tiempos.

Al ser una realidad musical, seguimos las reglas de los musicales
Nyota Uhura
 
· Hegemony (SNW, 2.10)
Otra de las tradiciones que ha recuperado Strange New Worlds son los cliff-hanger de TNG, DS9, VOY o ENT, como ya medio hicieron con el arresto de Chin-Riley al final de A quality of mercy (SNW, 1.10). Y ahora le toca el turno a ese enemigo que ha ido rondando la serie desde el principio: los gorn. Estos han atacado una colonia, donde se encontraba la USS Coyuga. Para cuando llega Pike y la Enterprise, esta primera está destruida en la órbita y aunque les ordenan no intervenir, no dudan en bajar a la superficie para rescatar a los supervivientes. La historia está llena de acción, incluyendo la inesperada aparición del mismísimo Montgemory Scott, y el primer gorn adulto de la serie, recuperando ese ambiente de terror que vimos en la primera temporada. Y aunque Pike hace lo que puede, al final parte de protagonistas son capturados, entre ellos el doctor M’Benga, Ortegas, Noonien-Singh y Sam Kirk. Dejándonos en suspenso hasta la siguiente temporada. Lo que me parece extraño del argumento, es la línea de demarcación que imponen los gorn. ¿No se tiene en cuenta que los planetas giran en órbitas circulares y que la línea puede cambiar el lugar donde está el planeta o su luna? Entiendo que quieran no entrar en un conflicto abierto con estos, pero de allí a no hacer nada me parece que es mostrarse muy débiles antes un potente adversario. Al fin y al cabo, no solo han atacado una colonia de la Federación, es que también hay destruido una nave estelar. Ambos actos perfectamente considerados un acto de guerra. Por otro lado, las acciones de los gorn no coinciden en lo que nos mostraron en Arena (ST, 1.19). Donde estos parecían detener una invasión de su territorio, tal y como veían ellos la colonia de Cestus III. Aquí son una potencia agresiva en busca de nuevos territorios de caza. De manera que vuelven a reescribir la historia conocida de la saga. Aunque en este caso, por lo poco que conocíamos de los gorn y lo interesante que lo están haciendo, se lo puedo perdonar. Pero bueno tampoco les costaba crear una nueva raza como adversario. Enterprise ya lo hizo con los xindi en la tercera temporada y el resultado fue magnífico.
Curiosidad: el símbolo de la Hegemonía Gorn, que ya habíamos visto en Masquerade (PRO, 1.15) y es apareció por primera vez en el videojuego Starfleet Academy. Siendo una retroactividad entre el resto de los productos de la franquicia, con el canon de la serie visto en pantalla.

No ha habido evacuación alguna. Llevamos escaneando desde que llamó. No detectamos vida humanoide en Parnassus Beta
Spock
 
 
En el momento de escribir estas líneas ya han empezado a rodas la tercera temporada tras la huelga de actores. Y nos han presentado una fotografía del electo. Interesante la inclusión de Kirk, por lo que podemos deducir que este volverá a aparecer de manera recurrente. Y falta Scotty, por lo que es un misterio, por ahora, si volveremos a ver al ingeniero escocer a bordo de esta Enterprise.

 
 
Ll. C. H.
 
 
 
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martes, 21 de noviembre de 2023

Strange New Worlds Primera Temporada

Este artículo contiene spoilers
 
· Strange new worlds (SNW, 1.01)
La historia es una consecuencia de los acontecimientos del final de la segunda temporada de Discovery. Cuando los habitantes de Kyle 279 observan y detectan la batalla que se están librando contra Control en Such sweet sorrow (DIS, 2.13/14), desarrollando un armamento más avanzado de lo que debería por su tecnología. Cuando Pike se da cuenta de que sus acciones pueden propiciar la autodestrucción de esta civilización, entiende, dominado por su ética, que debe intervenir en su desarrollo, y de alguna manera pacificar los bandos enfrentados dentro del planeta. Este punto de partida es muy interesante, al unir acontecimientos de ambas series, siendo un puente, tanto de la trama, como de los personajes que ya conocíamos (Pike, Spock y Una Chin-Riley). A destacar la persecución del alien por la Enterprise, donde nadie es capaz de pararlo en el pasillo. Buena distracción por parte de Uhura en el turboascensor, pero creo que lo podían haber desarrollado un poco mejor. La historia es un claro homenaje a las de la clásica, sobre todo A taste of armageddon (ST, 1.27), cuando la ética obliga a romper la Primera Directriz. Aun así, me parece un inicio bastante flojo, posiblemente el peor de todas las series de acción real del universo. Es un buen capítulo para cualquier momento, pero no como presentación. Es como si, al conocer a los personajes desde Discovery, no fuera importante crear un piloto más espectacular y que destacara sobre el resto de la temporada. Simplemente, nos subimos a bordo y empezamos sin más preámbulos con sus aventuras. La verdad, creo que nos merecíamos algo más impactante.
Curiosidad: en Space seed (ST, 1.24) indica que las Guerras Eugénicas se libraron en la última década del siglo XX. Mientras que la Tercera Guerra Mundial se ubicaba en la primera mitad del siglo XXI. Esta es la primera vez que se describen como parte de un único conflicto.
 
Quizá el futuro de cada uno de ustedes está escrito en algún lugar. Pero yo elijo creer que su destino aún les pertenece. Quizá he venido por eso, para recordarles el poder de lo posible. Quizá es la parte buena de haber visto mi futuro. Así puedo recordarles que hasta el final vivir la vida ha de ser glorioso. Porque el futuro siempre va a ser lo que hagamos con él
Pike a los habitantes de Kiley 279
 
· Childen of the comet (SNW, 1.02)
Este es un capítulo brillante, con una gran historia de ciencia ficción. En la que nos muestran que la galaxia es un gran misterio aún por descubrir. Haciéndolo a manos de un antiguo cometa y una raza que los protege al creer que son fuente de vida ancestral. Este contiene una enorme estructura, en su mayor parte subterránea, y sus acciones, según los Pastores, al que llaman Árbitro de la Vida, siguen un curso divinamente predeterminado. Con la intención de evitar su colisión con el planeta de Persephone III, Pike decide desprender un pedazo del cometa para desviar su rumbo, lo que genera que el vapor de agua entre en su atmósfera, alterando su composición y aumentando sus niveles de lluvia, haciéndolo que su superficie fuera fértil y apta para la agricultura. Aunque lo sorprendente es que, al descodificar un mensaje enviado por la estructura del cometa, antes de evitar su colisión, parece mostrar que este ya sabía el cambio de rumbo, teniendo, por tanto, conocimientos de hechos futuros. Demostrando que las antiguas creencias de los Pastores no eran infundadas, ya que, sin la intervención de la tripulación de la Enterprise, esto no hubiera ocurrido. Dejándonos con la duda de cómo es posible que supiera los acontecimientos aún por ocurrir. Además, el episodio está narrado en su mayor parte desde el punto de vista de Uhura, en su primera misión de exploración, en la que vemos alguien novato y asustado, superada por las circunstancias, que poco a poco va templando sus miedos. Aunque los consejos motivadores que ofrece Spock, me parecen demasiado humanos. Son brillantes, pero no me resultan creíbles en el vulcano. No olvidemos que McCoy siempre se quejaba de que fuera más máquina que humano al reprimir sus sentimientos. Siendo más dignas de Pike, Chin-Riley, M’Benga o Chapel. También me sobra la risa final de Spock tras su vuelo para subliminar parte del cometa, ya que no es algo que este hubiera hecho nunca, por lo menos el oficial científico que conocemos. Mientras que el capitán sigue obsesionado con su futuro accidente. Lo cual es bastante lógico y comprensible, hasta que entienda que ese es su destino en A quality of mercy (SNW, 1.10).
 
M’hanit es mucho más que un cometa. M’hanit es uno de los árbitros de vida originales. Si vuelven a alterarlo, no dudaremos en destruirlos
Capitán de los pastores
 
· Ghosts of Illyria (SNW, 1.03)
La historia nos presenta uno de los temas recurrentes de esta serie: las alteraciones genéticas y los prejuicios hacia estas. Todo ello de la mano de la raza de la semana (o tal vez no) de los illyrianos. Quienes utilizan de manera regular la modificación de su ADN para adaptarse a los mundos que colonizan, en vez de terraformarlos. Lo que me parece un concepto muy interesante dentro de la ciencia ficción. Estos ya los habíamos visto en el dramático y magnífico capítulo Damage (ENT, 3.19). Justificando, y muy acertadamente, su cambio de aspecto a través de estos cambios. Precisamente la misión es descubrir que ha ocurrido con la desaparición de los habitantes de una colonia de esta especie, desvelándonos que, en su afán por eliminar su intensificación genética, les hizo perceptibles a la enfermedad que finalmente los llevó a buscar los rayos de la tormenta y convertirse en seres incorpóreos. Por lo que, si hubiera seguido alterados, su sistema inmunológico superior les hubiera salvado la vida. La historia contiene claros tintes de terror, con fantasmas incluidos, y está dividida, como en otras series que conocemos bien, en dos tramas. Con Pike y Spock aislados en el planeta, intentar protegerse de unos seres de energía, que resultan ser los illyrianos transformados. Continuando con la tradición de mostrarnos criaturas de aspecto amenazante que realmente son benignos, como las hortas de The devil in the dark (ST, 1.26) o la forma de vida de energía que encuentra la Voyager en The haunting of deck twelve (VOY, 6.25). Mientras que a bordo de la nave se desata una extraña epidemia, que hace a los infectados obsesionarse por la luz y el calor. La cual también mantiene la tensión, como cuando Hemmer intenta transportar a bordo un pedazo del manto magmático del planeta a 6000 grados centígrados. Durante el capítulo nos desvelan que Chin-Riley, en realidad, es una illyriana aumentada, que ocultó su origen al alistarse, y cuyas consecuencias desencadenarán Ad Astra per Aspera (SNW, 2.02). Descubrimos que M’Benga tiene a su hija, gravemente enferma, en la memoria del transportador, de manera que puede mantenerla en una especie de estasis permanente.
Curiosidad: guardar un patrón de una persona en la memoria del transportador, es lo mismo que hizo Scotty para sobrevivir a bordo de la USS Jenolan en Relics (TNG, 6.04) desde el 2294 hasta el 2369.
 
Tiene mucha fe en la Flota Estelar. Debe de ser muy duro
La Flota está en lo cierto en muchas cosas. Pero no en todas. En lo nuestro no. Si mi sangre...
Lo comprendo. Los prejuicios han evitado que la gente se ayudara durante siglos sin justificación científica. Y cuando conocimos a nuestros vecinos de la galaxia encontramos nuevos prejuicios. La sangre humana y vulcana. Ahora la illyriana. Pero todo eso no significa nada para mí. Yo soy médico
Chin-Riley & M’Benga
 
· Memento Mori (SNW, 1.04)
Un capítulo lleno de tensión y que por momentos recuerda a una película de submarinos, en el que se juega una partida de ajedrez mortal entre los gorn y la Enterprise. La cual realmente no sale victoriano, sino que simplemente simulan su destrucción. Primera aparición de los gorn, en la que nos indican que están buscando nuevos territorios de caza, en una advertencia para perfilarse como los villanos recurrentes de esta serie. Rescatando esta raza original de la clásica, que solo habían aparecido en acción real en In a mirror, Darkly II (ENT, 4.19). Aquí Pike representa el incansable y profesional capitán que puede pivotar del explorador al guerrero, y cuyo pensamiento central es salvar a su tripulación. Y la verdad es que no mostrar a los gorn, más allá de las sombras amenazantes de los recuerdos de Noonien-Singh, explicándonos que llevan a sus capturas a “planetas de cría” para servir de alimento a sus crías, me parece una de las introducciones más aterradoras de un enemigo de toda la saga. Además, tenemos la primera fusión mental de la serie, creando un vínculo entre Spock y esta, no solo por la pérdida de ambos hermanos, sino por permitirles sanar, de alguna manera, el trauma que le causó la pérdida de su familia. Por otro lado, Uhura vuelve a salvar el día al quedarse atrapada en ingeniería con Hemmer, siendo el inicio de la relación entre ambos personajes.
Inconsistencia: Spock afirmó en Dagger of the mind (ST, 1.10) que hasta entonces no había hecho ninguna fusión mental con un humano.
 
Algunas cosas en este universo son simplemente malvadas […] Para ellos, los humanos no son más que bolsas de carne, huesos y gelatina andantes. Los gorn desencadenan un terror antiguo y primitivo en las especies de sangre caliente. Somos presas. Y cuando cazan, son implacables
La’an Noonien-Singh
 
· Spock Amok (SNW, 1.05)
Este es un capítulo lleno de situaciones divertidas, muy dinámico y coral, con diversas historias que siguen los diferentes personajes de la tripulación. Así tenemos al capitán liderando unas negociaciones diplomáticas, que siempre han sido una parte importante del contacto con nuevas civilizaciones. En este caso, los r’ongovian, con su capacidad para mimetizarse de manera empática con sus interlocutores, es una raza realmente interesante. Viendo y experimentando diversos puntos de vista, les permite evaluar la situación. Aunque es la sinceridad de Pike en su alegato final, lo que realmente aprecian. Aceptando la realidad de uno mismo, las ventajas y los inconvenientes de quienes somos, es una cualidad que no siempre es fácil de admitir. Y eso es lo que buscaban los r’ongovian, que alguien se pusiera en su piel. La pequeña duda que me surge: es si esta negociación es tan importante, y estando tan cerca de la Tierra ¿Por qué no ha participado ningún diplomático? Entiendo que un capitán en el espacio profundo, o en un primer contacto, es el representante de la Federación y tiene sus atribuciones. ¿Pero no había nadie más a bordo de la Base Estelar 1 además de Pike? Mientras, y en un afán por mejorar su relación, Spock y T’Pring se intercambian, accidentalmente, sus conciencias. Lo que genera numerosas situaciones realmente divertidas. Pero también les permiten, a T’Pring comprender la importancia de servir en la Flota a Spock. Y este de sincerarse de los motivos por los que escogió su carrera. Aquí empezará la amistad entre Chapel y Spock, cuando este le pide consejo a la enfermera y muestran como esta no ha tenido mucha suerte con sus relaciones sentimentales. Otra de las historias divertidas las protagoniza Chin-Riley y Noonien-Singh, quienes, para decirse a sí mismas que no son unas aburridas como todo el mundo cree, se dedican a realizar el Bingo de la Enterprise, una serie de desafíos a lo largo de la nave. Finalmente, y con pocas escenas, Ortegas, Chapel y M’Benga pasan su permiso en las cúpulas de la Base Estelar 1, lo que nos permite explorar un poco esta imponente estación espacial.
Curiosidad: el bingo de la Enterprise incluye: utilizar el transportador para volver a dar sabor a un chicle. Duelo de phaser en aturdir. Desafía de gritos de dos pisos en el turboascensor. Configurar el traductor universal en andoriano. Desafío de colgar botas gravitatorias. Desafío del tricorder médico: marsupial vulcano. Desafío del replicador: fruta durian. Colar un tribble en el búfer del transportador. Sentarse en la silla del capitán. Desafío traje EV: caminata especial no autorizada. Firmar la placa quemada.

En nuestro mundo me veía obligado a probar mi esencia vulcana. Todo podía ser una prueba de que era medio humano. En la Flota Estelar se me acepta como soy. Mitad vulcano, mitad humano. Soy, simplemente, Spock
Spock a T’Pring
 
· Lift us where suffering cannot reach (SNW, 1.06)
¿Sacrificarías la vida de un niño por el bienestar de una civilización entera? Esta es la premisa de este magnífico capítulo de ciencia ficción. Las implicaciones éticas y morales son obviamente enormes. Sobre todo, porque de una necesidad tecnológica, han creado una religión, con toda una serie de rituales y festivales a su alrededor. Por suerte, esa fe que guía a todo creyente, también puede cuestionarse y algunos de sus habitantes se han alejado de la atrocidad de Majalis. Porque ningún bienestar común puede superar la tortura e infortunio de nadie de manera consciente e intencionada, ni por el bien de toda una sociedad. Para justificarse, Alora, solo puede responder si en la Federación no hay niños hambrientos, mientras otros miran para otro lado. Olvidando, los guionistas, por un instante, que Star Trek es una utopía donde estas cosas ya no pasan. Pike, de manera dramática, no responde, pero podría haberle indicado que por lo que menos ellos trabajan para evitar esas situaciones y que ellos no provocan intencionadamente el sufrimiento de nadie, menos el de un niño, para el beneficio del resto. En este caso, falla la locuacidad que nos tiene acostumbrados Pike. Comprensible si tenemos en cuenta la rabia que debe de sentir el capitán de la Enterprise, responsable máximo de haber llevado al chico a la tortura que representa su destino como el Primer Sirviente. También hubiera añadido que al reportar lo ocurrido a la Flota, hará que Majalis se considere un lugar apestado. Ya sé que las semejanzas son odiosas, pero no soy el primero, que la situación del planeta, y que estos cuenten con ciudades flotantes, me recuerda a Stratos, en Ardana, del capítulo The clound minders (ST, 3.19).
Controversia: aunque los autores han reconocido su inspiración en el relato The ones who walk away from Omelas (Los que se alejan de Omelas) de Ursula K. Le Guin, publicada en 1973, esta no aparece en los créditos.

¿Va a sufrir?
Sí. No fingimos lo contrario. Vivimos en gratitud hace él. Y cuando un nuevo Primer Siervo asciende, lo hacemos por él
Toda vuestra civilización, todo… esto, está fundado en el sufrimiento de un niño
¿Vas a decirme que ningún niño sufre en beneficio de tu Federación? ¿Qué no hay un niño pobre, ni escuálido, mientras quienes viven en la abundancia apartan la vista? La diferencia es que aquí no lo hacemos. Y por eso el sufrimiento es carga de uno solo, y nadie más. Por eso es un honor sagrado. Por eso elegimos este camino
Pike & Alora
 
· The Serene Squall (SNW, 1.07)
Este sin duda es el capítulo Jungla de Cristal (Die Hard, 1988), y no es una comparación, sino un género en sí mismo. La Enterprise es capturada por un grupo de piratas, y Chapel y Spock han de tratar de recuperarla. O por lo menos enviar un mensaje a la Flota Estelar. Pero no saben que la doctora Aspen, que, con tanto celo, ha protegido Spock, en realidad es la pirata Angel: capitane de la Borrasca Serena, que quiere intercambiarlo por el prisionero Xaverius, que está en la institución donde trabaja T’Pring. Y aunque es un capítulo con una premisa interesante, sobre todo en lo que se refiere a la exploración de la relación entre Spock y su prometida. Me sorprende lo rápido que un grupo de piratas se apodera de la nave estelar, que por lo menos tiene 200 tripulantes. La misma velocidad que los piratas se rinden una vez su capitane Angel huye del puente. Esta también es bastante errática en sus acciones: lo rápida que es para aturdir a Spock cuando intenta decirle a T’Pring que no lo intercambie. Y luego le deja montar el engaño de su relación con Chapel. En la cual se aprecia claramente que esta no solo siente amistad hacia el vulcano, sino algo más profundo. Mientras tanto, Pike ha sido capturado, y se pone a cocinar para los piratas, incitando un motín a bordo de la Borrasca Serena. Lo que también me parece un poco forzado. Creo que a la historia le faltaba un poco de desarrollo, o metraje, para explicar bien lo que está sucediendo. Todo ocurre tan rápido, sin mucho sentido, solo para que sucedan varias escenas: la captura de la Enterprise, la fuga de Pike, y el intercambio de Spock con los monólogos de Angel. Es como si hubieran montado toda la trama solo para mostrarnos, de nuevo, la dualidad de Spock entre sus mitades vulcana y humana. Para eso hubiera sido preferible algo más sencillo, y centrarse en eso, en vez de distraernos con una absurda de la captura de la nave insignia de la Flota. Y aunque me parece interesante la introducción de Sybok, que aparecerá en ST V: The final frontier, creo que deberían haber aguantado un poco más el misterio de su identidad, y no desvelarla la primera vez que le mencionan.
Inconsistencia: al principio se indica que se tarda dos días en recibir un mensaje de la Flota. Mientras que luego pueden establecer una comunicación con Vulcano de manera directa y hablar con T’Pring. Es posible que el centro de rehabilitación de Ankeshtan K’til estuviera cerca de la frontera, pero eso tendría que haberse dicho en el capítulo.
 
Si te sirve de algo, me ha gustado conocerte Spock. Xaverius siempre hablaba de ti. Te animo a considerar que no hace falta ser vulcano, ni humano. Que todo ha sido una elección falsa. La pregunta no es: ¿qué eres? Si no, ¿Quién eres?
Angel a Spock
 
· The Elysian kingdom (SNW, 1.08)
En TNG, DS9 o VOY este sería un capítulo de la holocubierta, con todos los actores haciendo otros personajes, muy diferentes a lo que nos tienen acostumbrado. Y estoy convencido de que estos se divirtieron muchísimo. Me encanta Ortegas como caballero defendiendo al Rey. Siendo el mejor capítulo de Hemmer. Pero esta divertida historia, esconde un fondo mucho más dramático. Y es que ya sabíamos que, Rukiya, la hija del doctor M’Benga, se encontraba afectada por una enfermedad mortal. Y mientras buscaba una cura, su padre la mantenía en la memoria del transportador para evitar que empeore. Y es que mientras exploraban una nebulosa, una forma de vida ha descubierto la soledad de Rukiya y ha proyectado su cuento preferido en los diferentes tripulantes de la Enterprise. Descubriendo que la puede curar, pero para ello tendrá que permanecer allí como una entidad no corpórea. Me parece hermosa la manera de sanar a la hija de M’Benga, y el sacrificio que este, como padre, ha de hacer su hija, separándose de ella. De alguna manera me recordaba al personaje de Tam Elbrun cuando se encuentra con Gomtuu en Tim man (TNG, 3.20), donde dos seres solitarios logran encontrar a un compañero. Esta vez con una niña condenada a no crecer, atrapada entre una enfermedad incurable y la memoria del transportador. Pero hay algo que no me gusta: no hubiera tenido que regresar una Rukiya mayor. Deberían habernos dejado con la esperanza de su padre en el bienestar de su hija. Ese sabor agridulce hubiera quedado mucho más efectivo, y dramático. Por desgracia nos fuerzan un final feliz y empalagoso, demasiado optimista. Además, con lo interesante y la profundidad dramática que la enfermedad de la hija de M’Benga le daba al personaje, tampoco me convence que acabaran así con su trama. Parece que tenían prisa de curarla y pasar a la siguiente trama. Igual me ocurre con el personaje de Hemmer en el siguiente capítulo. Pero este es el problema de tener una temporada tan corta, con solo diez episodios.
Curiosidad: el libro infantil The kingdom of Elysian está escrito por Benny Russell, el alter ego de las visiones de Benjamin Sisko creadas por los Profetas y los Pah-wraiths en Far beyond the stars (DS9, 6.13).
 
Una vez más, prevalece la magia de la ciencia
Hemmer
 
· All those who wander (SNW, 1.09)
Una llamada de auxilio. Muchos cadáveres. Y un monstruo rondando en la oscuridad. La atmósfera claustrofóbica del capítulo está muy bien rodada, reutilizando los decorados de la Enterprise como la nave estrellada. El juego de luces y cámara hace un ambiente inquietante en este capítulo muy coral. Y es que si en Memento Mori (SNW, 1.04) aparecieron las naves gorn, ahora los veremos por primera vez, dándonos a entender que serán la raza antagonista en la serie. Rescatar una raza tan mítica, sobre todo por su característico disfraz en Arena (ST, 1.19), permite explorar una de las especies más antiguas en el universo Trek que hasta ahora no había sido desarrollada. Y con las nuevas tecnologías de efectos visuales permite mostrarlos en pantalla de una manera espectacular. Para ello empiezan mostrándonoslos desde su nacimiento, el cual, de manera parasitaria, crecen en el interior de huéspedes de otras especies. Una forma de reproducción algo pringosa, y una faceta bastante salvaje del universo de Star Trek, cabe decir. Método demasiado parecido al xenomorfo de Alien: el octavo pasajero. Noonien-Singh se enfrenta de nuevo con su antiguo enemigo, y finalmente Hemmer convence a Uhura para que se quede en la Flota Estelar al recordarle que ha de abrirse a los demás, superando el trauma de la muerte de su familia. Terminando, esta, el viaje iniciado al principio de la temporada. Por desgracia, el ingeniero aenar, uno de los personajes nuevos más potentes e interesantes, se sacrifica por sus compañeros, en un colofón de heroísmo máximo.
 
Quiero darle un último consejo. Ábrase, busque su lugar junto a los demás, y encontrará mucho más júbilo que tristeza
Hemmer a Uhura
 
· A quality of mercy (SNW, 1.10)
Una de las características de la ciencia ficción, es la capacidad de desarrollar historias que en otros géneros sería difícil de plantear. Como mostrarnos que hubiera ocurrido si los acontecimientos hubiera sido otros. En este caso, utilizando el emblemático capítulo de la clásica, Balance of terror (ST, 1.08), la presentación del Imperio Romulano como grandes antagonistas de la Federación. Desarrollando la trama en un futuro alternativo en el que el Pike, tras evitar el accidente que le dejará lisiado, aún capitanea la Enterprise durante la famosa incursión romulana, en vez de Kirk. El desencadenante de este viaje a un futuro alternativo, es el encuentro con uno de los jóvenes cadetes que estarán en el accidente de su futuro, lo que le lleva a escribir a estos para evitar el desastre. Lo que provoca que aparezca un Pike de otra línea temporal, cuál Fantasma del Futuro, para mostrarle la consecuencia de enviar la carta. Pero no solo nos trasladan al mismo momento tan conocido, sino que también nos traen a un Kirk alternativo, que permanece a bordo de la Farragut como capitán. Así es interesante ver una situación, en la que conocemos lo que ocurrió, pero sin tener el protagonismo. Mostrando las diferencias de caracteres entre este y Pike ante la misma situación. Aprovechando para introducir el personaje que tan bien conocemos, con la descripción que hace su hermano Sam, sobre James. “No le gusta tomar el camino de los demás, y no le gusta perder. […] Como he dicho, a él le gusta saltarse las reglas a veces. No, más bien todo el tiempo”. Así, sabiendo los acontecimientos de ese momento desencadenarán una catástrofe, hace que Pike actúe de forma demasiado reflexiva, temeroso y lleno de dudas, para impedir la futura guerra. Pero que al final, todos sus esfuerzos son precisamente lo que desencadenará el conflicto que tanto quería evitar. Poniéndonos ante un espejo, dos maneras actuar 
de los capitanes en esta crisis. Pero ante todo le sirve a Pike para confirmar que su destino está a bordo de aquella nave, durante aquel accidente, y salvar, a costa de su salud, a los cadetes. Ortegas toma el papel del teniente Stiles del capítulo original. Y la verdad es que me parece muy forzada, sin darnos ninguna explicación de su odio, cuando suele ser un personaje mucho más positivo, y no le pega tanta animadversión. Creo que lo mejor hubiera sido poner otro actor para volver a interpretar a este oficial tan rencoroso. Y para mí es lo peor de todo el capítulo. Regresar a la presentación de los romulanos, nos permite ampliar, aunque sea un poco más, el personaje del comandante del pájaro de presa, con aquella mítica frese final: “Usted y yo somos iguales. En otra realidad, podría haberle llamado amigo”. Por desgracia, esta tampoco es esa realidad.

La causalidad es complicada. Esta carta es la primera pieza de dominó que provoca una reacción en cadena que tiene efectos catastróficos. Altera el futuro en modos que jamás pretendimos cambiar
Capitán de Flota Pike, a capitán Pike
 
 
 
Ll. C. H.


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viernes, 17 de noviembre de 2023

Strange New Worlds

Este artículo contiene spoilers
 
Con Star Trek: Strange New Worlds la saga regresa a la esencia de su universo con capítulos independientes a bordo de una nave explorando la galaxia. Incluso los créditos contienen la icónica frase inicial sobre los viajes de exploración, tan característica de la serie original & The Next Generation. Y es que, desde la cancelación de Enterprise, allí por el año 2005, no habíamos tenido una serie, de acción real, con historias autoconclusivas. La idea parte de explorar los personajes rescatados para la trama de la segunda temporada de Discovery, y que procedían del capítulo piloto The cage (ST, 0.01) de 1964, y que fue descartado. Que incluían al capitán Pike, su primera oficial, conocida como Número 1, y Spock. Logrando obtener, de esta manera, una continuidad en el siglo XXIII, mientras Burnham y sus compañeros viajan al futuro en el siglo XXXI. Así, la acción se sitúa una década antes de la conocida misión de cinco años bajo el mando del capitán James T. Kirk, en una precuela, de las aventuras de la USS Enterprise. Y con veinte capítulos ya emitidas es el momento de hacer un repaso de esta serie.
Toda comparativa es odiosa, pero Strange New Worlds no solo es una antecesora directa de la clásica, donde se incluyen a numerosos personajes que aparecen en esta, sino que está integrada en un extenso universo, como es el de Star Trek. Por lo que, salvo que construyas un universo paralelo, tal y como hizo J. J. Abrams para sus películas, es importante ajustarte al canon y a los acontecimientos establecidos. Máxime cuando tienes algunos de los elementos más icónicos y reconocibles de la franquicia, como es Spock, Uhura y al mismísimo James Kirk como personaje recurrente, u otros no tan conocidos como la enfermera Chapel, al doctor M’Benga, al capitán Pike, y a su primera oficial Número Uno. Por tanto, se tiene que tener muy en cuenta, a la hora de plantear sus capítulos, los acontecimientos que ya vistos, tanto de los personajes, como de sucesos narrados previamente y que se desarrollarán en el futuro.
Tal vez sea ortodoxo, pero entiendo que, si haces una precuela o un spin-off de una saga de largo abolengo, con más de 900 capítulos y películas, has de ser muy cuidadoso y respetuoso con respecto a lo ya conocido. La serie Enterprise es un buen ejemplo, muy cercano e importante, de ello. Teniendo que ser una guía para saber qué hacer y lo que no hacer. Si bien es cierto, que en este caso se tenía la libertad de desconocer lo ocurrido en aquellos primeros años antes de la creación de la Federación. Pero si nos presentaron a unos vulcanos que no encajaban demasiado en lo que ya conocíamos, a lo largo de la serie lo fueron solucionando, sobre todo en la trilogía iniciada en The Forge (ENT, 4.07). Por lo que ambientar esta precuela con personajes tan conocidos y relativamente cercanos a los acontecimientos de la clásica, nos permite, por un lado, conocer a algunos tripulantes de los apenas conocíamos sus historias, como Pike, Chin-Riley, M’Benga, Chapel, incluso Uhura, de la que apenas sabíamos nada (salvo que baila y poco más), más allá de su aparición en pantalla, logrando ampliar y profundizar nuestro conocimiento de ellos. Por ejemplo, todo el desarrollo que tiene Pike al conocer su funesto accidente que vio en Through the Valley of Shadows (DIS, 2.12): desde la resignación, al intento de remediarlo, hasta comprende que está predestinado a ello para evitar alterar la línea temporal, tal y como nos mostraron en A quality of mercy (SNW, 1.10). Pero por otro, no se pueden contradecir los acontecimientos futuros que todos conocemos, salvo que se justifique para quedarse tal y como estaba en el primer capítulo de Star Trek. Como el romance que tienen Spock y Chapel, el cual tendría que quedar, al final de esta serie, en aquel amor platónico de la enfermera y la indiferencia fría del vulcano hacia ella. Además, con la inclusión de Scotty en Hegemony (SNW, 2.10), da la sensación que estén reconstruyendo, poco a poco, a la tripulación original.
Por lo tanto, todos esos pequeños cambios, que, si no se explican o corrigen, son errores de continuidad. Eso o parece que estén reescribiendo la historia, como me comentó de un amigo. De manera que los sucesos que conocemos no tienen que ocurrir exactamente igual a lo que ya nos contaron. Un poco como la dinámica de la interesante serie Terminator: the Sarah Connor Chronicles, en el que los diferentes viajes en el tiempo generaban constantes alteraciones en la línea temporal. Una premisa que precisamente se muestra en Tomorrow and tomorrow and tomorrow (SNW, 2.03). Pero para que eso sea necesario, y que no sea una incoherencia, tiene que haber una fuerza externa, como el agente del tiempo que aparece en dicho episodio. De lo contrario, se está haciendo un remake encubierto, tal y como hizo Abrams con el Star Wars: Episode VII - The Forceawakens, pero esta vez con los mismos personajes.
Creo que estos problemas los podrían haber sorteado si la serie se hubiera ambientado en otra época, como la era de las películas o después de estas, incluso en la misma década del 2250, pero con otra tripulación. De esa manera no estarían tan lastrados con las historias de sus protagonistas, ni incurrir en inconsistencias y alterar el canon, y tendrían más libertad para poder ampliar este universo que tanto amamos. Sobre todo, con las historias tan interesantes como las que nos planean. Además, del escrutinio de los fans, como quien rubrica estas líneas. Al fin y al cabo, como seguidor que crecí con The Next Generation, Deep Space Nine, Voyager o Enterprise, no creo que sea necesario volver a utilizar los mismos personajes clásicos, ya que hemos tenido cuatro series magníficas sin estos. Demostrando que se puede hacer grandes historias de Star Trek sin Kirk, Spock o McCoy. Y aunque durante esa época me faltaron referencias a estos, (1) no fue así con sus personajes. Me gustaba que aparecieran de invitados, pero que sean de nuevo principales lo considero innecesario.
Fuera de estos conceptos de la continuidad, para mí muy importantes, Strange New Worlds es una serie entretenida, con un grupo de personajes interesantes que nos cuentan buenas historias de ciencia ficción. Sobre todo, a lo largo de su primer año, donde se centraron en buscar argumentos más de este género, y situaciones más oscuras y maduras, a veces rozando el género de terror. Como Memento mori (SNW, 1.04) o la revisión alternativa de magnífico Balance of terror (ST, 1.08) en un ¿y si Pike continuara al mando de la Enterprise?, en A quality of mercy (SNW, 1.10), solo por poner dos ejemplos. Ampliando el universo Trek visitando de nuevo Rigel VII, o explorando razas míticas como los gorn, o las menos conocidas como los illyrianos o los aenar. Aunque algunas historias me parecen que han sido resueltas de manera algo precipitada, como el desenlace de la trama de la hija de M’Benga, la abrupta muerte de Hemmer o desvelar la existencia de Sybok. Su segunda entrega se centró más en el desarrollo de personajes, con una calidad algo inferior en su conjunto. Aun así, creo que las temporadas con solo diez capítulos se quedan cortas. Y no es solo porque me gusten sus episodios y quisiera más o que esté acostumbrado a un número mayor que ellos de las otras series de la saga. Si no porque me deja la sensación que les ha faltado tiempo para poder desarrollar adecuadamente algunos personajes, siendo los más sangrantes los jefes de ingeniería Hemmer y Pelia después. Para una serie con un arco temporal definido, como Discovery, con diez capítulos, tienes de sobra para presentarnos una gran historia. Pero para en Strange New Worlds se queda corto.
A nivel de factura técnica, la serie es impecable. La inclusión de algunos aliens creados con la técnica de animatrónics, como en los pastores, o la cabeza Buckley o los gorns, tanto las crías, como el adulto, dan un resultado en pantalla muy realista. Mientras que los CGI de las escenas espaciales, la recreación de las naves, o la Base Estelar 1, son realmente impresionantes. Me chocó que la USS Peregrine, de la clase Sombra, que tuviera el mismo aspecto que la clase Constitution, ya que queda un poco repetitivo. Y tal vez los decorados de las estancias de a bordo, me resultan demasiado grandes, ¡incluso hay una chimenea en el camarote del capitán! Ya no solo si los comparamos con la clásica, sino en general me parecen desproporcionados para una nave estelar. Y aunque entiendo que no se puede pretender replicar aquellos escenarios, y que cada título tiene que tener su propio sello visual. Y que la televisión y la ciencia ficción ha evolucionado mucho, la gran diferencia que hay entre unos escenarios y otros, pero resulta que esta serie es una precuela directa a bordo de la misma nave.

 
 
Notas de producción:
(1) En esa época la presencia de personajes de la clásica es realmente escasa: Encounter at Farpoint (TNG, 1.01/02), Unification (TNG, 5.07/08), Relics (TNG, 6.04), Trials and tribble-ations (DS9, 5.06), Flashback (VOY, 302) y ST: Generations. Y eso que los actores aún estaban todos con vida y algunos de ellos aun activos.
 
 
Ll. C. H.