jueves, 28 de marzo de 2019

Discovery If memory serves & Project Daedalus & The Red Angel


¡Advertencia: puede contener spoilers!

Tras pasar el ecuador de la temporada, parece que en estos tres capítulos la historia se ha encarrilado hacia lo que parece el tronco principal de la trama. Básicamente como evitar la aniquilación de toda vida inteligente conocida a través de los viajes del Ángel Rojo. Y la deriva que está cogiendo me parece seductora, no tanto por nuestro visitante del futuro, sino por la amenaza que pretende destruir miles de planetas en la galaxia. Por lo que sabemos esta puede ser la evolución de aquella sonda lanzada por Pike en Light and shadows (DIS, 2.07), regresando tras pasar 500 años transformada en una especie de cefalópodo mecánico, incluyendo algunos metales que no se encuentran en la tabla periódica, para reenviarla al pasado con siniestros planes. Que empezaban por obtener la información que la Discovery había conseguido de la Esfera en An Obol for Charon (DIS, 2.04) y transferírsela a Control, la inteligencia artificial de la Sección 31, que también estaba infectada. Aunque no nos han explicado ni como, ni cuándo fue afectada (por los cadáveres de los almirantes al menos dos semanas antes). Podemos deducir que controlar el pasado determinará los acontecimientos del futuro. O el viaje de la sonda puede estar relacionado con neutralizar al Ángel Rojo.

Ángel Rojo
Este no me parece tan interesante como nos quieren hacer ver. Sus acciones siempre habían sido benévolas y la insistencia de la Sección 31 en lo contrario no me intrigaban lo más mínima. Creía que tras la retorcida y desconfiada naturaleza de la organización se ocultaba la voluntad de apoderarse de su tecnología. Ahora sabemos que su enfermiza obsesión es porque ellos crearon al Ángel Rojo y querían recuperarlo. Lo que sí quería conocer eran sus motivaciones, que desconocíamos hasta que Spock nos ha mostrado en If memory serves (DIS, 2.08) un futuro apocalíptico. Precisamente provocado por las sondas cefalópodas mecánicas. Al descubrir su identidad se abren expectativas interesantes. 

Talos IV
La recreación de Talos IV y sus habitantes, incluida Vina, que había sido la amante de Pike en The cage (ST, 0.01) por ahora me parece una de las mejores historias de la temporada [junto a An Obol for Charon (DIS, 2.04)]. Su recreación y las acciones que allí se hacen son muy respetuosas con el primer episodio piloto de la clásica. Lo cual me sorprende cuando utilizan la Sección 31 de manera diferente a como había sido creada, tal y como comenté en Saints of imperfection (DIS, 2.05).

Los personajes
Y aunque la trama parece haberse enderezado, tengo la sensación que la serie aun va dando bandazos, y como ocurría con la primera temporada faltan momentos de transición. Es como si quisieran tener una historia arco, pero manteniendo el desarrollo del capítulo autoconclusivo típico de la saga. Eso hace extraños ciertos momento, como la llegada de la almirante Cornwell como por arte de magia a la Discovery en Project Daedalus (DIS, 2.09). Pero ya que la tenemos a bordo, me hubiera gustado que su llegada hubiera sido más fluida, ver como Pike contacta con ella o que este dijera que esta les ayudaría antes de amotinarse o que se viera más claramente su lucha contra entre la Flota y esta organización tan taimada por el control de las acciones de la Federación. Y no simplemente que apareciera como una más del “pequeño motín” sin dar más explicaciones de cómo llega hasta nuestros héroes. No es que no me guste el personaje, solo que su presencia resta protagonismo a Pike, uno de los mejores papeles que ha tenido la serie. ¿No podría haber sido este quien decidiera detener a Control? Al fin y al cabo Tilly había descubierto el destino de las transmisiones hacia la base de la sección 31. Ese simple acto le hubiera empujado un poco más al protagonismo y sobre todo al centro de la trama. Parece como si todos le mangoneasen y al final hacen lo que les da la gana sin tenerle en cuenta. Es como si supiera  que es un invitado que está de paso y que no estará mucho tiempo, por lo que no impone su autoridad de capitán.

En la reseña de Saints of imperfection (DIS, 2.05) un lector del blog me comentaba que no englobaba Discovery dentro de la saga, ya que los personajes no encajaban dentro del esquema de la utopía creada por Roddeberry. No viéndola como evolución de la humanidad si no una serie de aventuras espaciales como otras. Y estoy en parte de acuerdo con él. Esta tiene ciertos defectos en su parte argumental, ya que hay momentos que va avanzando a golpe de twitter: plantea situaciones muy interesantes, pero no las desarrolla, como si solo tuviera 280 caracteres cuando realmente tiene 14 capítulos y un montón de horas para contar bien la historia. Pero donde más cojea es en sus personajes. Entiendo que la narrativa actual es diferente a la de los años 60, e incluso entendería que los tripulantes de esta nueva nave no tuvieran su inocencia. Simplemente es que estos no están bien construidos. Burnham parece más una milenial que ha de replicar por cuanto se le dice. Han planteado a alguien muy inteligente y sobre todo racional gracias a su educación vulcana. Pero al final siempre se le rompe la coraza de la lógica, se deja llevar por sus sentimientos desbordados que ha intentado contener, como cuando intenta por todos los medios salvar a Airiam. Y esa humanidad no es mala, pero no encaja con el perfil hierático que quieren darle.

Tilly es una histérica que parece haber salido del instituto Bayside de Salvados por la Campana (Saved by the bell, 1989-93) al obligarla a hacer un chiste sobre su torpeza cada vez que aparece en pantalla “intentando hacer ver” que es graciosa. Y es terrible, ya que el personaje si no le obligaran a ridiculizarse tanto sería muy interesante y entrañable, sobre todo en sus interacciones con el resto de la tripulación o por su empeño en superarse a sí misma. A Stamets no termino de creérmelo, aunque por ahora ya tiene un problema bastante importante con su pareja resucitada. Saru… ya veremos en que se convierte el kelpiano a partir de ahora, antes estaba dominado por una personalidad pusilánime, ahora me parece interesante, como en su no-intervención en la pelea entre Culber y Tyler/Voq. Sobre este humano/klingon simplemente es que no entiendo que me quieren contar con él.

Curiosamente Spock me gusta y sí le veo el oficial científico de la Enterprise que será dentro de nueve años. Incluso me atrevo de decir que Ethan Peck es el actor que, para mí, está interpretando a este personaje. Que recordemos, nunca ha sido uno de mis favoritos. Sí me parecía pretencioso que durante Project Daedalus (DIS, 2.09) Spock creyera que era el foco de las intenciones del Ángel Rojo ¿Su lógica no le hacía darse cuenta que la primera aparición de este fue para salvar a Burhnam? La verdad es que la disputa entre Burnham y Spock bien puede parecer cosas de críos. ¿Quién no ha discutido con su hermano como si fiera el fin del mundo y después se ha olvidado? Pero también hemos de entender que de niños a veces nos tomamos las cosas más gravemente de lo que realmente son y el no aclararlo puede generar que la herida no cicatrice y la bola de nieve se convierte en un alud. Por otro Spock siempre ha luchado contra su humanidad y sobre todo controlar sus sentimientos como parte de su leitmotiv del personaje y con este background de su juventud podemos entenderde un poco más. Lo divertido es que los dos estaban equivocados. Burnham pensaba que los extremistas de la lógica les persiguieran por ella. Mientras que este pensaba que estos le odiaban por ser el  hijo híbrido de Sarek. Sin darse cuenta que era su familia al completo lo que estos querían erradicar.

Por ahora los personajes no tienen el espíritu que conocemos bien y que posiblemente nos ilusionó en su tiempo. Algunos tienen ciertos rasgos, pero falta terminarlos de moldear, eso en el caso que los guionistas lo consigan. Y lo peor de todo es que creo que es perfectamente posible desarrollar las historias que nos quieren contar con el espíritu transgresor y al mismo tiempo optimista de la clásica.

No voy a dejar pasar algo meramente anecdótico, pero que me hizo mucha ilusión como fan. Y es que siempre me había preguntado la manera que tenían a bordo de las naves estelares de limpiar sus estancias. Camarotes, pasillos, laboratorios y resto de estancias siempre estaban impolutos y ordenados. ¿Era tarea de los camisas rojas antes de bajar en un equipo de misión y no volver jamás? ¿Se había llegado a un acuerdo con alguna raza obsesionada con el orden? ¿Había un grupo de elfos domésticos que se encargaban de ello? Y por fin en If memory serves (DIS, 2.08) nos mostraron que eran pequeños robots flotantes que tras un estropicio, como una pelea, se encargaban de volver a poner sillas y mesas en su sitio y recoger todo aquello que se había desparramado por el suelo. ¡Yo quiero un par para mí casa!


Ll. C. H.

Links relacionados:
Reseña: Brother

domingo, 24 de marzo de 2019

Flota Estelar en el siglo 23 (1)


Durante la mayoría de los 53 años de vida de Star Trek habíamos conocido pocas naves que estuvieran en activo en el sigloXXIII, precisamente los años en que Gene Roddenberry había creado y dado forma a su universo. En realidad hemos visto casi más tipos diferentes desde el 2009, que en los años previos de la franquicia. Aquí haremos un repaso a las clases operativas que hemos aparecido en pantalla durante este siglo, y por tanto que se pueden considerar canon, de manera cronológica a cuando se crearon y dentro de la propia saga.

El diseño creado por Matt Jefferies para la protagonista naval de la serie clásica marcaría toda la concepción y aspecto del resto de sus hermanas. Entre otras ideas pensó que se necesitarían motores poderosos para viajar por las estrellas, por lo que los colocó en el exterior del casco para minimizar el riesgo de la tripulación. Además de facilitar su reemplazo. También creyó que la maquinaria no podía estar situada en el exterior del casco, debido a la peligrosidad de estar expuesta al espacio. Por lo que este lo diseñó un casco liso, que evitaba así mismo reflejos durante el rodaje de la maqueta. Mientras la serie estuvo en antena entre 1966 y 1969 [sin tener en cuenta el primer capítulo piloto, The cage (ST, 0.01) que se rodó en 1964, y que fue rechazado, aunque su metraje se incluyó en The menagerie (ST, 1.15/16)], el presupuesto para efectos visuales era francamente limitado. Basta decir que todas las naves que aparecieron en The ultimate computer (ST, 2.24) durante la simulación de batalla, eran iguales a la Enterprise, ya que sus maquetas las habían comprado en la tienda de juguetes entre las cajas del modelo de la AMT que se comercializaba bajo licencia. Esta no sería la única vez que se utilizaría este tipo de recurso, como puede apreciarse en más de una fotografía hecha en el departamento de arte de los estudios. El resto de naves de la Flota Estelar que se vieron en pantalla serían también de la misma clase, como la USS Defiant en The tholian web (ST, 3.09), la USS Intrepid en The immunity síndrome (ST, 2.19) o la USS Constellation en The Doomsday Machine (ST, 2.06). Por suerte las aventuras de la USS Enterprise NCC-1701 transcurrían en los confines del espacio conocido y tan lejos de la Federación que era difícil encontrarse con otra nave hermana.

La serie animada
En 1973 se emitió la segunda serie basada en la franquicia, pero esta vez de animación, que continuaba con las aventuras de Kirk y su tripulación. Siendo la primera vez en que se nos mostrarían otras naves estelares que no fueran la clase Constitution. Así en More tribbles, more troubles (TAS, 1.05) aparecieron un par de transportes automatizados, que tenían una estructura frontal cuadrada, con dos barquillas similares a la Enterprise, con el registro NCC-G1465. En The time trap (TAS, 1.12) encontraban el USS Bonaventure 10281NCC, que tenía un diseño similar al visto hasta entonces, el cual según Montgomery Scott había sido el primero en instalar una unidad de curvatura, y que había desaparecido años antes. La tercera nave fue el carguero USS Huron NCC-F1913 en The pirates of Orion (TAS, 2.01) que contaba con un gran casco para el transporte de mercancías, y un sistema de propulsión de igual diseño mostrado hasta entonces.

Star Trek Starfleet technical manual
En el libro escrito en 1975 por Franz Joseph, aparecieron varias clases nuevas: el acorazado Federation, el transporte Ptolemy y el destructor Saladin. Las tres seguían el mismo diseño de Matt Jefferies, tanto en sus barquillas de curvatura, como en el aspecto exterior de sus cascos en forma de plato. En el caso del Federation simplemente se le añadió una tercera unidad sobre la sección de ingeniería. La numeración que se les dio a estas fue la NCC-2100 para la Federation, NCC-3801 para la Ptolemy y NCC-500 para la Saladin. En 1979, durante le producción de ST: The motion picture, se utilizó este texto como referencia, nombrándose la USS Entente, que consta en el listado que acompañaban las ilustraciones. Mientras que en las pantallas del puente de la Enterprise en STII: The wrath of Khan y ST III: The search for Spock, aparecían varios gráficos extraídos de este libro, entre ellos los esquemas de la clase Ptolemy y Saladin, convirtiendo estas por tanto en naves canónicas.

Star Trek las películas de la tripulación original (1979-1991)
Con el salto a la gran pantalla en ST: The motion picture la Enterprise sufrió una transformación completa. Ante el mayor presupuesto y medios, la mítica nave conservó la misma distribución, aunque su apariencia se cambió con una nueva maqueta mucho más detallada, cambiando la disposición del armamento, aumentando las ventanas, se incluyeron escotillas de acoplamiento, impulsores de maniobra, un nuevo deflector de navegación y se dio un tono diferente de color e iluminación exterior. Las barquillas también se sustituyeron por otras rectangulares en vez de cilíndricas y los pilones que las sujetaban se inclinaron para dar una sensación más aerodinámica. Este aspecto sería uno de los más re-utilizado en otras naves durante los siguientes 22 años.


En ST II: The wrath of Khan nos mostraron la segunda nave estelar (a excepción de las de la serie animada): la USS Reliant NCC-1864. Originalmente iba ser otro crucero Constitution, pero las complicaciones del rodaje con la maqueta y ante la posible confusión que podría causar en pantalla, se decidió crear un nuevo diseño. Joe Jennings, diseñador de producción explicó que “tenía que tener la apariencia de provenir de la misma cultura y tener la misma tecnología”, y en el guión se indicaba que debía tener “una configuración diferente”. Así la clase Miranda iba a ser más pequeña, sin sección de ingeniería, con las barquillas estaban situadas por debajo del plato, que era más alargado que el de la Enterprise, pero tenía el mismo aspecto exterior. Esta maqueta sería re-utilizada a lo largo de las siguientes décadas, y tendría hasta 6 aspectos diferentes, como hablaremos más adelante, apareciendo en 28 capítulos y películas. Según el artículo de Rick Sternbach “Constellation-class Enginnering Report 3.01” de la serie publicado en enero de 2003 en la revista Star Trek: The Magazine, estas naves pasaron por una actualización completa similar a la Enterprise, aunque nunca se ha mostrado en pantalla su aspecto original.



Para ST III: The search for Spock se introduciría la pequeña nave científica Oberth y el crucero Excelsior. Siendo la película de la tripulación clásica con más modelos nuevos de naves y bases, incluyendo el pájaro de presa klingon y el dique espacial. El USS Excelsior NX-2000 aunque tenía una disposición similar, tenía un aspecto diferente, algo más moderno y elegante, con líneas más aerodinámicas y modelos de barquillas más alargadas. La otra nave, la USS Grissom NCC-638, en cambio contaba con un casco en forma de plato, algo más cuadrado hacia la popa, donde estaban situadas sus barquillas de curvatura, y colgando por debajo tenía un casco secundario en forma de góndola. Lo que resultaba un diseño bastante original sobre los vistos anteriormente, e incluso posteriores.

Como curiosidad indicar que para hacer “bulto” en el interior del dique espacial se colocaron varias naves, incluyendo un pequeño carguero de contenedores con dos barquillas de curvatura que tenía las mismas barquillas que la Reliant. Y también se podía distinguir la popa de una maqueta que formaba parte de la pre-producción de una película que había sido cancelada en 1976: Star Trek: Planet of the Titans, en la que había trabajado el ilustrador Ralph McQuarrie, el mismo que había creado el universo de Star Wars para George Lukas. Este modelo de estudio, conocido simplemente como B-24-CLN volvería a usarse en Unification I (TNG, 5.07) en el depósito naval Z15 de Qualor II. Este diseño: con un casco de ingeniería triangular, daría origen a la USS Discovery NCC-1031 para la serie homónima a partir del 2017. Varias maquetas construidas durante el desarrollo de la Excelsior también se verían en órbita a Qualor II.


Star Trek: The Next Generation
A pesar de haber transcurrido un siglo desde las aventuras del capitán Kirk, en el primer spin off de la saga se reutilizaron numerosas veces las maquetas de la Excelsior, Oberth y Miranda, haciendo a estas naves casi ubicuas, algunas de las cuales habiendo permanecido en servicio más de cien años. Aun así hay varios modelos originales del siglo XXIII. El primero fue el USS Stargazer NCC-2893 de la clase Constellation, la primera nave comandada por el capitán Jean-Luc Picard, vista en The battle (TNG, 1.09). La primera idea era que este hubiera capitaneado un crucero Constitution, igual que el de Kirk, pero se logró convencer a los productores para cambiarlo. Aun así se utilizó el aspecto de esta nave, utilizando la parte superior e inferior del plato, pero añadiendo más cubiertas, donde se ubicaban las compuertas para varios hangares. Además se le añadieron dos juegos dobles de barquillas, siendo la primera con cuatro unidades de curvatura vista en pantalla, aunque ya se habían fabricado varias maquetas para el desarrollo de la Excelsior en ST III: The search for Spock, aunque no aparecieron en aquel momento. En Relics (TNG, 6.04) se logró rescatar al mismísimo Montgomery Scott de un transportador en el que llevaba atrapado desde hacía casi un siglo. El USS Jenolan NCC-2010 era un transporte de la clase Sydney, para el que se utilizó una lanzadera ejecutiva, vista en ST VI: The undiscovered country, a la que se le acoplaron dos barquillas de curvatura de la clase Constitution. Y como estas conservaban las mismas dimensiones, el casco se amplió de 26 a 235 metros de largo, cual ant-man, resultando una nave robusta y de grandes proporciones.

Las primeras transformaciones de la clase Miranda se vieron en esta serie, en concreto la USS Lantree NCC-1837, a la cual se le quitó el arco de armamento superior para convertirla en un carguero de clase 6 en Unnatural selection (TNG, 2.07). Para Cause and effect (TNG, 5.18) la Enterprise-D debía encontrarse con una nave antigua de la Flota Estelar, que debía de ser de la época de la clásica. Pero finalmente alteraron la Miranda para crear la USS Bozeman NCC-1941 de la clase Soyuz. También se le eliminó el arco superior, alargando la popa con una estructura y colocando dos torres, una inferior y otra superior con antenas de sensores. Completando el juego en los costados del plato había otros dos módulos más.

En ST: Generations se modificó la maqueta de la Excelsior para la USS Enterprise-B, añadiendo dos motores de impulso a la popa del plato, una estructura abultada junto al deflector de navegación, con una pequeña alteración de las barquillas de curvatura. Esta maqueta solo volvería a usarse en la USS Lakota NCC-42768 vista en Paradise lost (DS9, 4.12).

Star Trek: Deep Space Nine
A lo largo de las grandes batallas que se libraron en el segundo spin off de la saga, aparecieron muchas naves de la clase Excelsior y Miranda, que al igual que en TNG ahorraban costes al ya tener las maquetas construidas. La primera fue la USS Saratoga NCC-31911, donde servía el futuro capitán Sisko, que no tenía el arco superior y añadido dos módulos de sensores a los lados, sospechosamente similares a los cañones láser del caza Ala-X de Star Wars. Posteriormente aparecieron numerosos modelos con aspecto y tecnología claramente procedente del siglo XXIII. La mayoría de estos fueron denominados fronkonstines por el equipo de producción, al haber sido construidos con diversos elementos procedentes, posiblemente de maquetas comerciales, de las clases ya conocidas Constitution, Miranda y Excelsior. Este origen dispar, hecho de piezas de uno y otro lugar, y la afirmación del libro ST:DS9 Technical Manual, en que se indicaba que la Flota había construido naves ensamblado partes de diversas naves, ha hecho que estas no sean consideradas como clases en sí mismas, sino unidades sueltas. No estoy conforme con esta afirmación, por lo menos en todos los casos. Por un lado sus números de registros coinciden con otras Excelsior operativas y como ya hemos vistos los diseños de naves estelares no tienen, hasta ahora, una originalidad en cada modelo, sino que repiten formas exteriores en diferentes posiciones.

Así tenemos la USS Centaur NCC-42043, construida con el plato de la Excelsior, sus barquillas de curvatura y el módulo de armamento de la Miranda. La USS Curry NCC-42254 y USS Raging Queen NCC-42264 con diseños muy similares: el plato de la Excelsior, su casco de ingeniería colocado justo debajo de este y las barquillas de la clase Constitution, aunque puestas en posiciones diferentes. Las tres aparecieron en A time to stand (DS9, 6.01), pero la Centaur tendría más preminencia al aparecer en un duelo contra la nave donde iban los protagonistas. Mientras que las otras lo hicieron entre una maraña de otras naves en retirada. Otra maqueta que apareció en pantalla, aunque muy pequeña y apena visible al fondo de la imagen en Favor the bold (DS9, 6.05), fue la USS Antares NCC-9844. Era otra Miranda a la que habían vuelto a quitar el arco superior, para instalar una torre con un elemento triangula, similar al módulo de sensores de la clase Nebula.

Otras dos naves aparecerían en el libro ST: DS9 Technical Manual, aunque no en pantalla, pero sus maquetas sí fueron construidas, como atestiguan algunas fotografías del equipo de producción. Está la USS Jupp, identificada como Variante de la clase Constitution, con el plato de esta nave al que estaba unido por su cuello a dos barquillas de curvatura y sin sección de ingeniería. Mientras que el USS Hutzel, conocida como Variante de la clase Excelsior, era la unión de dos partes superiores del plato de esta nave, con tres baquillas de curvatura, siendo ciertamente el diseño más original de todos. Finalmente se conoce la existencia de una última maqueta, pero que ni apareció en pantalla, ni en el manual técnico. Es el USS Bradford, una Miranda a la que se le ha instalado las barquillas en la parte superior del casco (como estaba pensada originalmente) al que se le acoplaron debajo del casco dos depósitos cilíndricos.

Remarterización de la clásica
A la hora de digitalizar y aumentar a calidad HD la Star Trek original, se aprovechó para cambiar y añadir algunas naves, como el carguero Antares de Charlie X (ST, 1.07), que no había aparecido en el episodio. Teniendo una apariencia similar al transporte automatizado visto en More tribbles, more troubles (TAS, 1.05). Mientas que el Woden, que originalmente se había reutilizado la maqueta del SS Botany Bay de la clase DY-100 de Space seed (ST, 1.24), fue sustituido por el mismo modelo del Antares. Estos dos cambios permitieron crear una continuidad con respecto a la serie animada y los diseños de Franz Joseph para su libro, con la serie clásica. En la pre-cuela de la serie Enterprise, las naves terrestres también mantuvieron esa coherencia con el aspecto o evolución tecnológica, sobre todo de las barquillas cilíndricas, que se parecían a la Enterprise original, pero algo más primitivas. Por lo que hasta el parón que supuso la cancelación es esta, las naves del siglo XXIII tenían dos grandes apariencias básicas: la de la clásica y sobre todo la de las películas.


Abramsverso
Con la reimaginación de Star Trek en 2009 a manos de JJ Abrams, se crearon nuevas naves para el siglo XXIII, que tenían como referencia tanto el aspecto exterior como los elementos tecnológicos de propulsión, por lo que eran claramente identificables como pertenecientes al universo trek, en realidad recordaban a las de la clásica gracias a sus líneas más redondeadas. Todas ellas tenían la misma apariencia, pero contaban con una disposición diferente: la USS Kelvin NCC-0514 contaba con una sección de ingeniería con un gran deflector de navegación y el hangar en popa situada por debajo del plato, al revés que la Enterprise clásica que había marcado estilo en el resto. La USS Armstrong NCC-1769 tenía tres barquillas situadas debajo del plato; la USS Mayflower NCC-1621 era similar a la Miranda; y la USS Newton NCC-1727 contaba con dos barquillas, dos secciones de ingeniería y su plato tenía forma de media luna. También el famoso Kobayashi Maru, protagonista del aciago escenario que lleva su nombre, por fin se vería en pantalla, y no solo las características como en ST II: The wrath of Khan, teniendo un aspecto similar al resto de naves, aunque con dos largos depósitos debajo del casco. En realidad la nave más aleja del diseño tradicional es precisamente la protagonista naval de la saga: la Enterprise, sobre todo por sus barquillas en forma cónica y el color blanquecino del casco. Sobre esta ya escribí un artículo comparando todos sus diferentes diseños de la mítica nave.



Pero la peculiaridad más importante de esta línea temporal alternativa era su escala: cuando estaban rodando la película, se dieron cuenta que el hangar de la Enterprise, tal y como estaba planteado, no cabía, por espacio físico en el casco diseñado por Matt Jefferies en los 60. De manera que sin complicarse mucho, agrandaron las dimensiones totales. De manera que si la nave original medía 289, la que aparecía en pantalla tenía una longitud de 725 metros. En el excelente artículo de la página web Ex Astris Scientia tiene un magnífico artículo sobre su escala y el cálculo para adaptarla al universo primario, dejando a la Enterprise con una equivalencia de 366 metros de eslora si ambas hubieran tenido las mismas proporciones.

Star Trek Discovery
La última serie de la saga transcurre 10 años antes de las aventuras de Kirk, Spock y McKoy, por lo que casi es contemporánea a esta. (1) En su segundo capítulo, Battle at the Binary Stars (DIS, 1.02), nos presentan 7 nuevas naves, además de la USS Shenzhou que vimos en el capítulo piloto y la mismísima USS Discovery que aparecerá en el tercero episodio. Bryan Fuller, co-creador de la serie, había solicitado que las naves tuvieran un perfil más bajo que el original Enterprise y sus barquillas fueran angulares. Por lo que John Eaves y Todd Cherniawsky, diseñadores de producción, especularon que la Flota Estelar podía haberse desviado de los diseños anteriores [entendiendo la clase NX], inspirados por los vulcanos, o que la Shenzhou y Discovery se originaron en base de una producción diferente a la clase Constitution. De manera que como resultado nos encontramos con una gran variedad de estéticas diferentes, en realidad casi cada nave es diferente a la otra, similar a las diferencias que vimos en las naves aparecidas en ST: Fisrt Contact. Las barquillas son más angulosas, alargadas y terminas en pico, mientras que los cascos son más detallados, hay más ventanas, y los platos no siguen el mismo patrón en su aspecto. Al querer perfiles más bajos las configuraciones resultan con estructuras de monocasco, similares a la Miranda o la NX en una clara evolución de sus formas. Un ejemplo podría ser la USS Shenzhou NCC-1227, de la clase Walker, que tiene un casco de forma ovalada, donde sus cubiertas están escalonadas en varias estructuras sobre puestas una encima de otras, y cuyo deflector principal de navegación está situado en la parte superior de la proa. Además cuenta con más detalles apreciables, como cápsulas de escape, emplazamiento del armamento y se aprecian equipos electrónicos, posiblemente sensores. Y se le añadió una distintiva franja roja de adorno, junto a un patrón azteca muy sutil sobre el casco. Entre el resto de naves nos encontrábamos con la Clase Cardenas y Nimitz con cuatro barquillas de curvatura, como el crucero Constellation, mientras que en la clase Magee estas se encuentran integradas en el casco en forma de plato.


Segunda parte (análisis):


Notas de producción:
(1) Y en principio, y salvo futuras sorpresas que no descartaría rotundamente, transcurre en la misma línea temporal y universo primario de Kirk, Picard, Sisko y Janeway y sus tripulaciones.

Ll. C. H.


Links relacionados: