miércoles, 14 de octubre de 2015

El Ares IV

En la fecha estelar 53292.7 el USS Voyager encontró en el interior del cuadrante Delta, a 25.000 años luz de la Tierra, los restos del Ares IV, una de las primeras naves de exploración terrestre que había desaparecido hacía 344 años en la órbita de Marte.

Misión a Marte
El planeta Rojo, el más cercano y similar a la Tierra dentro del sistema Solar, siempre había fascinado a los humanos que habitaban en su planeta Azul y tras llegar a la Luna en 1969 enviar allí una misión tripulada era el siguiente paso lógico en su en su conquista del espacio. El momento de aquella misión también era importante, en el 2032 la Tierra aún estaba convulsa por los conflictos que sacudían el planeta y que serían conocidos como el principio de la 3ª Guerra Mundial, por lo que se quería utilizar el viaje a Marte para unificar los esfuerzos entre los diferentes países y sus ciudadanos en una ilusión común. El programa se organizó alrededor de la ISA (International Space Agency), que incluía los esfuerzos de numerosos países de todo el mundo, (1) con una tripulación internacional formada por Rose Kumagawa, Andrei Novakovich y John Kelly. El viaje de ida, la exploración de Marte y su regreso estaba previsto que durara 18 meses.
El 19 de octubre del 2032 la Ares IV había completado la mitad del viaje y se encontraba en órbita alrededor de Marte. Kumagawa y Novakovich llevaban varios días en la superficie tras descender a bordo del módulo marciano para tomar muestras, mientras Kelly permanecía en el orbitador. Todo estaba transcurriendo con normalidad hasta que se produjeron interferencias en las comunicaciones acompañadas por una serie de turbulencias. Instantes después el LIDAR detectó un objeto con una anchura superior a los mil metros que había surgido de la nada y que acercaba a su posición con una azimut de 121.6. Kelly intentó modificar su posición para esquivarlo, pero la última telemetría fue recibida en las instalaciones de la NASA a las 9:22 del 19 de octubre del 2032: “Eso no es una erupción solar. ¡Vaya! Mide por lo menos 1000 metros de ancho, es brillante. Emite radiación electromagnética que interfiere con los sistemas primarios. No puedo alejarme de ella. Activando la imagen espectral. Recogeré todos los datos que pueda. Está justo encima de mí. Transmitiré tanto como pueda…”.
Con el tiempo se dedujo que la descripción que había hecho Kelly de la anomalía espacial correspondía a una elipse gravitacional que había absorbido a la nave y su piloto, matándolo al entrar. Kumagawa y Novakovich tuvieron que permanecer durante semanas en la superficie antes de que pudiera llegar su rescate, mientras que el incidente casi provocó la cancelación de los programas de exploración y colonización de Marte que se había iniciado en aquel momento.

El Ares IV
Diseñar y construir el Ares IV fue un esfuerzo global que representó un reto tan importante como había sido el primer vuelo a la Luna un siglo antes y que dejó numerosas innovaciones tecnológicas, algunas de las cuales aún estarían presentes en las naves estelares del siglo XXIV. Estaba divido en cinco secciones: en la popa se encontraba la propulsión llamado módulo TEI (Trans-Earth Injection), un siguiente habitable (HAB), un pasillo donde se encontraba los contenedores de carga y el vehículo de reentrada terrestre, el módulo de mando que formaban la etapa MOI (Mars Orbit Insertion), y la módulo marciano conocido como TMI (Trans-Mars Injection). (2) Este estaba diseñado para aterrizar en la superficie llevando dos tripulantes, y contaba con suministros suficientes para permanecer allí durante varios días, incluso en caso de emergencia podía mantener con vida a su tripulación durante semanas, como se demostró posteriormente. También contaba con un vehículo sobre ruedas o MRV (Martian Roving Vehicle) para poder desplazarse por la superficie y espacio suficiente para las muestras que recogieran.
El resto de la nave era la etapa MOI, más conocida como orbitador marciano, que medía 46 metros de longitud, 7 de diámetro y pesaba 92 toneladas métricas, cuyo cerebro estaba situado en el módulo de mando. Con un cuerpo cilíndrico de dos pisos de altura, estaba cubierto por el mismo escudo contra micrometeoritos que la Estación Espacial Internacional y estaba construido en titanio y un compuesto de polímero. Además de tener dos asientos para poder pilotar la nave, aquí se encontraba el ordenador central y en el exterior el equipo de cámaras para imágenes trans-espectrales que podía recoger un gran abanico de datos de sus sensores. También contaba con un sensor LIDAR (Light Detection and Ranging), que usaba un pulso láser para calcular el tamaño, velocidad y distancia de cualquier objeto que se aproximara y así evitar posibles colisiones con gran precisión.
Inmediatamente detrás se encontraba un pasillo de unión alrededor del cual había varios módulos de carga en forma triangular, cuyo diseño derivaba de las primeras naves comerciales de la serie DY-100 del siglo XX. También se encontraba el vehículo de reentrada terrestre (ERV) similar a la cápsula Apollo, así como la antena de alta-ganancia para las comunicaciones con la Tierra, que combinaba grafito ligero para los largueros estructurales y una malla flexible metalizada. El siguiente módulo correspondía a la zona habitable (HAB), donde los tres tripulantes iban a pasar los 18 meses de su misión. Estaba envuelto de una profunda manta de aislamiento naranja, y ofrecía un área amplia para los tres tripulantes, necesaria para tener su propio espacio personal como habían indicado los estudios psicológicos para misiones prolongadas, al igual que ventanas para poder ver el exterior. En el módulo habitable además se encontraba la comida y el agua, junto a los equipos de almacenaje de oxígeno y reciclaje eficiente y otro ordenador. En TEI era el último módulo de la nave y era tan largo como los tres anteriores, encontrándose en él todos los sistemas de generación de energía y propulsión. Al principio, más o menos a la mitad del orbitador, estaban los cuatro impulsores de maniobra que permitían virar la nave y cambiar el rumbo. Su interior contenía los tanques de hidrógeno líquido y el reactor que impulsaba la nave gracias a su un sistema dual compuesto por dos motores nucleares RL-25A-4 (3) y dos motores de iones de 3ª generación. Aunque era su sofisticado sistema de distribuidor iónico, que se encontraba repartido por las diferentes zonas de la nave como el módulo de mando, el que permitía que la energía fuera transmitida con gran eficacia a todos los sistemas. También contaba con dos largos paneles fotovoltaicos, prestados del Telescopio Espacial Hubble, que complementaban la energía eléctrica producida por las células de combustible de hidrógeno-oxígeno de a bordo y que en caso de emergencia podía alimentar los sistemas primarios como el soporte vital de manera indefinida.

Despedida del héroe
Durante el regreso al cuadrante Alfa el Voyager detectó en el 2376 una elipse gravitacional, fenómeno capaz de viajar por el subespacio y que aparece de improviso al ser atraído por emisiones de energía electromagnética. Un análisis multiespectral del interior de la anomalía detectó varios compuestos de titanio y polímero que solo podían provenir de una nave terrestre del siglo XXI, llegando a la conclusión que en el interior de la elipse podían encontrarse los restos del MOI del Ares IV. Así que se envió al Delta Flyer para localizar el orbitador marciano, encontrando aun intacto aunque cubierto de corrosión y con roturas en el casco, pero cuando ya estaban a punto de regresar con sus restos la elipse chocó con un asteroide de materia oscura, provocando daños en los sistemas de comunicaciones, escudos y propulsión, así como todos los conductos de energía de la pequeña nave estelar. La única posibilidad, si no querían permanecer en el interior de la anomalía cuando esta regresara al subespacio, era instalar a bordo un distribuidor de iones que se hallaba a bordo de la antigua nave terrestre.
En su interior, que se encontraba a 260 grados bajo cero, descubrieron que Kelly no había muerto al entrar en la elipse gravitacional como se había especulado, y que había seguido grabando una bitácora y catalogando con su equipo de imagen trans-espectral todo lo que sucedía y encontrada a su alrededor en el interior de la anomalía. Entre los hallazgos que hizo destaca el convirtiéndose en el primer humano en confirmar la existencia de civilizaciones avanzadas fuera de la Tierra, al encontrar y analizar el origen artificial del compuesto de la aleación en un fragmento de una nave alienígena, que como él había sido abducida por la elipse. Con los niveles de energía descendiendo con rapidez, el 25 de octubre del 2032 intentó salir de la anomalía en una última ignición que consumiría todo el carburante que le quedaba. Pero solo logró fundir todos los sistemas de su nave.
Tras conseguir el distribuidor de iones que estaba a bordo del Ares IV y que seguía el mismo principio que la tecnología del Delta Flyer del siglo XIV, lograron adaptarlo para canalizar de plasma de curvatura y la lanzadera logró salir de la elipse gravitacional. En su poder se encontraban 60 teraquard de datos sobre la anomalía, incluyendo los registros del Ares IV y las bitácoras del teniente Kelly. También se había rescatado su cuerpo, que fue honrado con un solemne funeral a bordo de la Voyager, enviándolo al vacío espacial dentro de una cápsula de torpedos de photones, como marca la tradición para los oficiales de la Flota Estelar. Ya que Kelly representaba la primera generación de exploradores del espacio, quienes habían dado los primeros pasos en su colonización para convertir este en un nuevo hogar.

Último registro del teniente John Mark Kelly,
29 de octubre de 2032.
Supongo que este es el último vuelo de John Kelly. Esta vez, no se puede decir que fue un error del piloto. Esta vez no hay lamentos que valgan. Lo que he visto demuestra que no nos equivocamos al venir aquí. No estamos solos. Ahora lo sé. El módulo está perdiendo energía. Voy a desconectar el soporte vital. Reconduciré lo que queda al creador de imágenes. Lo dejaré encendido el tiempo que sea posible. Control de la misión, papá, quien quiera que encuentre esto, háganme un favor. Tomen todos los datos que he reunido y denles un buen uso. Espero que no tomen esto como un fallo. Yo no. En realidad, sí me arrepiento de algo: nunca supe quien ganó la Serie Mundial. Estoy cansado… y yo ya no… [One small step (VOY, 6.08)].

Notas de producción:
(1) Según las banderas situados en el casco del Ares IV estos son algunos de los países que participaron en la misión: Canadá, Japón, Bélgica, Dinamarca, Holanda, Alemania, Australia, Grecia, Francia, España, Suecia, Suiza, Gran Bretaña, Israel, Austria, EEUU, Rusia y Corea del Sur. La situación política es una especulación ya que solo se sabe que la 3ª Guerra Mundial se libró a principios del siglo XXI, sin mencionar fechas exactas. Es posible que empezara en el 2026 con la acción de los eco-terroristas del coronel Phillip Green responsable de la muerte de 37 millones de vidas como indican en In a mirror, darkly I (ENT, 4.19) y aparecido originalmente en The savage curtain (ST, 3.22). En Demons (ENT, 4.20) sitúa el fin de la guerra en el 2053 tras la declaración de alto el fuego por parte de varios gobiernos reunidos en San Francisco. Otras referencias indican un horror post-apocalíptico se alargó hasta el 2079 de Encounter at Farpoint (TNG, 1.01/02) y la situación aún era inestable del 2063 (ST: First contact). Por otro lado tensión que reinaba durante la Guerra Fría alentó la carrera espacial, es posible que la misma situación vivida al principio del siglo XXI alentara el viaje a Marte como parte de los desarrollos tecnológicos.

(2) El diseño del Ares IV es posiblemente uno de los más concienzudamente investigados para una producción de Star Trek, además de la participación del asesor científico André Bormanis y del estudio a fondo de la lanzadera espacial y la Estación Internacional para construir un decorado sumamente realista. Para este texto muchos datos proceden de los artículos aparecidos en la revista ST The Magazine. May 2002, vol. 3 issue 01 y del ST The Magazine. Junio 2001, vol. 2 issue 02 escrito este último por Rich Sternbach. El módulo marciano solo aparece en imágenes indirectas en el capítulo, siendo muy posiblemente como el LEM (Lunar Excursion Module) del Programa Apollo.

(3) En el capítulo solo se mencionan los motores de iones, pero en los planos y la información del artículo de la revista ST The Magazine sí aparecen los dos motores nucleares.

Ll. C. H.


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