viernes, 16 de octubre de 2015

Marte Planeta Rojo

El planeta más cercano a la Tierra recibe el nombre del Dios de la guerra en la mitología romana por su distinguible tonalidad roja, el color de la sangre. Y parece que en el cine Marte no está exento de peligros y riesgos, algunos procedentes de él, otros para poder llegar a él y sobrevivir en este inhóspito lugar. Ahora que se estrena The martian de Ridley Scott repasamos algunas películas (cuidado con los spoilers) donde nuestro más cercano planeta es uno de los protagonistas.

Los marcianos
Desde las primeras observaciones telescópicas se identificaron una serie de “canales” que en 1908 Percival Lowell, astrónomo de gran prestigio, concluyó que habían sido construidos por seres inteligentes para llevar agua desde los casquetes polares hasta las regiones desérticas. Eso hizo disparar la imaginación del hombre sobre nuestros vecinos en el sistema Solar y sus intenciones. Pero para entonces H.G. Wells ya había escrito, en 1898, su obra La guerra de los mundos sobre un ataque marciano a la Tierra, que equipados con gigantescos trípodes andantes de 30 metros de alto siembran la destrucción y la muerte por Inglaterra, hasta ser detenidos por algo que no había previsto: las bacterias terrestres. Algo pequeño e inofensivo para sus habitantes acaba por impedir la conquista de nuestro mundo. En 1938 Orson Welles haría cundir el pánico en Nueva York y Nueva Jersey al recrear parte de la novela en un serial radiofónico. Mientras que en 1953 la historia llegó a los cines de la mano de Byron Haskin en una historia trasladada a los EEUU, con ataque atómico incluido y algún que otro guiño a la Guerra Fría. En 2005 Steven Spielberg dirigió la última adaptación (por ahora), que regresa a la visión del hombre común ante la invasión. Aunque posiblemente la más hilarante y divertida versión del ataque sea Mars Attacks! de Tim Burton, que inspirada en los cromos Topps aparecidos por primera vez en 1962, nos ha dejado muchos momentos inolvidables y sobre todo a un grupo de marcianos que no podremos olvidar nunca.

Mientras que en el mismo Marte sus habitantes tampoco han dejado tranquilos nuevos colonos y exploradores. The last days on Mars (Ruairí Robinson, 2011) narra los sucesos alrededor del equipo de ocho científicos que llevan meses estudiando el planeta en la base Tántalo, cuando uno de ellos es infectado por una extraña forma de vida que le hace enloquecer y atacar al resto de sus compañeros al más puro estilo zombi, con un final con claro homenaje a La Cosa. Sin alejarnos mucho de John Carpenter, el maestro del cine de acción de serie B, realizó en el 2001 su pequeña incursión en el Planeta Rojo con Ghosts of mars, donde un grupo de mineros libera a los fantasmas  de los antiguos guerreros marcianos que toman los cuerpos de los colonos humanos que han empezado a terraformar la atmósfera. En el 2009, de la mano del Doctor Who, viajamos a la primera colonia marciana en el capítulo especial Las aguas de Marte. Es el año 2059 y la Base Bowie Uno está a punto de ser destruida por una explosión nuclear, en uno de esos eventos “fijos en el tiempo” que no pueden cambiarse. Allí el Doctor descubre que parte de los colonos han sido infectados por un virus inteligente que vive en el agua y que provoca que sus cuerpos rezuman grandes cantidades de agua, con su único deseo de ir a la Tierra: rica en agua, cosa que ha ser impedida a toda costa.

Explorando Marte
Además de en sus habitantes y flora autóctona, el viaje hasta allí no está exento de peligros, y precisamente es en ese trayecto donde los guionistas se pueden explayar en accidentes, heroísmos y debilidades de los personajes, al presentarnos situaciones extremas. Repasemos algunas de las fallidas misiones marcianas. En el año 2000 Hollywood estrenó dos películas con destino a Marte. (1) Red Planet (dirigida por el novel Antony Hoffman) relata el viaje de un equipo científico que ha de descubrir que ha ocurrido con las algas productoras de oxígeno enviadas para transformación de la atmósfera marciana en respirable, y que súbitamente han dejado de hacer su trabajo. Tras 182 días de navegación, y al llegar a su destino, una erupción solar daña la nave y excepto la capitana que permanece a bordo para reparar los daños, el resto de la tripulación desciende al planeta. Allí descubren, cuando creían que iban a morir, que la atmósfera ya es respirable, por lo que han de encontrar la manera de regresar de nuevo a la nave en órbita usando una antigua sonda rusa Kosmos que no llegó a despegar. Aunque rigurosa científicamente, podemos ver la que se considera la mejor recreación de un fuego en gravedad cero hecha en Hollywood, la historia que tiene una premisa interesante y elementos necesarios para convertirse en una buena película, adolece de conversaciones insulsas y de ser muy previsible, incluyendo el robot que obviamente se volverá loco y atacará a la tripulación de la Marte-Uno. Fue un rotundo fracaso en taquilla (de los 80 millones invertidos se recuperaron 33), lo que demuestra que el viaje a Marte también tiene sus riesgos económicos.

La otra película del 2000 con destino a Marte, dirigida por el veterano Brian de Palma, fue Mission to Mars que nos describe la misión de rescate enviada para descubrir que ha ocurrido con la primera tripulación que ha ido a exploraba el Planeta Rojo. Pero al llegar a su destino unos micrometeoritos dañan su nave, la Mars II y la tripulación de rescate ha de descender a la superficie. Al llegar encuentran al comandante de la misión anterior que ha sobrevivido, que les explica que su equipo fue diezmado tras encontrar una misteriosa formación metálica debajo de una montaña, quedando visible una cúpula con forma de rostro humanoide que solo puede haber sido construida por una civilización alienígena avanzada. Más mística que su coetánea quiere explorar las eternas preguntas de quienes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. Personalmente me parece una película más interesante que Red Planet, tanto en su planteamiento, como en sus personajes que son menos planos y estereotipados e incluso de los actores que les interpretan.

Un año más tarde la producción española Stranded (María Lidón, 2001) nos volvía a llevar junto a la primera misión a Marte a manos de la nave Ares y sus tripulantes, que sufren un accidente durante el descenso y se estrellan y se estrellas en la superficie. Sin suministros suficientes para sobrevivir los cinco que se han salvado del impacto, tres de ellos deciden sacrificarse para que los otros dos puedan esperar hasta la llegada del rescate. Sin nada más que hacer estos deciden internarse hacia por el Valles Marineris, el gigantesco sistema de cañones que recorre el ecuador del planeta, encontrando lo que podrían ser los túneles de una antigua civilización marciana. Stranded es una película correcta, algo sosa en interpretación (por lo menos eso me parece la versión en castellano) y que estoy seguro que la historia escrita por Juan Miguel Aguilera quedaba mucho mejor en el guión que plasmada finalmente en pantalla, aunque eso no desmerece que se una gran historia de ciencia ficción.

Inspirada en todas esas conspiraciones sobre la falsedad de la llegada a la Luna en 1969 Capricornio Uno (Peter Hyams, 1978) nos narra como la NASA, tras descubrir un fallo en la nave que tenía que llevar a la primera tripulación a Marte, decide simular todo el viaje con los astronautas en la Tierra, incluyendo el aterrizaje en Marte. Pero al regresar la cápsula se desintegra en la atmósfera por lo que estos han de morir para no desvelar la verdad. Tras escaparse empieza una caza de estos por el desierto de Sonora con la intención de sobrevivir y contar lo que realmente había sucedido.

Star Trek también tiene su pequeña incursión marciana, y que también dramática, en el capítulo One small step (VOY, 6.08), cuando la tripulación de la USS Voyager encuentra el antiguo módulo orbital de la nave Ares IV. Esta había sido absorbida 344 años antes, durante la primera misión a Marte, por una anomalía espacial. El capítulo, una de esas joyas de la ciencia-ficción televisiva, se centra en la visión de astronauta que ha quedado atrapado en el interior de la nave sin posibilidad de sobrevivir o ser rescatado, que se esfuerzo hasta el final el recoger datos científicos del fenómeno en el que está atrapado, ávido de la curiosidad del explorador en lugares nuevos y misteriosos.


Notas de producción:
(1) Red Planet & Mission to Mars es uno de esos duelos de película muy similares que solo se estrenan a la vez solo para generar competencia entre dos estudios y que al final solo una de ellas vale la pena recordar: Armageddon & Deep Impact en 1998; Ultimátum a la Tierra & The day the Earth stopped en 2008; Un pueblo llamado Dante’s Peak & Volcano en 1997; El truco final (El Prestigio) & El ilusionista en el 2006; Invasión a la Tierra & Skyline en 2011 & 2010 respectivamente; o Antz (Hormigaz) & Bichos en 1998, son solo algunos ejemplos.


Ll. C. H.

4 comentarios:

  1. El amor y la fascinación por marte siempre sera inherente a todo humano.

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    1. La expresión “llegar a la Luna” era un sinónimo de imposible. Hasta que la pisamos. Ahora miramos a Marte como el siguiente paso. Y es normal que nos fascine, no deja de ser el planeta más cercano y más parecido al nuestro que conocemos, el primero que observamos y el primero en hacernos imaginar vida similar a la nuestra.

      http://guiadenavesestelares.blogspot.com.es/2013/07/el-aguila-ha-alunizado.html

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  2. No olvidéis 'La conquista del espacio' (1955). Es antigua pero, al parecer, los espectadores, quedaron muy impresionados por los efectos. En su época. Porque estoy harto de leer sobre los 'clumsily executed effects' y lo deficientes que son las 'matte paintings'. Claro, hoy, que la referencia son las CGI de última generación de 'The Martian'. Así no vale. Es cierto que 'Planeta Prohibido' estaba mejor hecha, pero las críticas de la época atestiguan que, en su momento, 'La conquista del espacio', era impresionante. Ahora bien, el guión es otra cosa.

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    1. Gracias por tu comentario. La verdad es que ‘La conquista del espacio’ no la he visto, por eso no la mencioné. Cierto que las técnicas de efectos visuales han cambiado mucho la manera (más realista) de ver las cosas, pero cada película se tiene que ver en su contexto y en cierta manera el “matte painting” tiene su encanto, como los decorados de cartón piedra los tiene dentro de Star Trek la clásica.

      Un fuerte saludo,

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