What's Past Is Prologue
Cuidado,
a continuación hay SPOILERS!!
Este
es el capítulo más épico de la serie al mejor estilo de Kirk, y volvemos a
tener otra referencia a William Shakespeare en el título: “El Pasado es un
prólogo” es una frase del segundo acto, escena primera de La Tempestad. Aquí los villanos pierden y nuestros héroes retoman
el control de la situación logrando regresar a su universo. Así concluye la
estancia y posiblemente trama del Imperio Terrano, lo cual es un acierto, ya
que centrarse en ella con más episodios hubiera sido alargarla demasiado e innecesariamente.
De esta manera la historia queda condensada al descubrir al villano y regresar
al hogar, pero claro esto es Discovery,
el reverso de Star Trek, y el hogar no está exactamente igual de cómo lo
dejaron. Y aunque parece que las líneas argumentales salten tanto como si
utilizaran el motor de esporas, de esta manera se evitan capítulos de relleno,
como ocurrió con alguno de la primera parte de la temporada.
Empecemos
por algunas especulaciones que escribí en la reseña anterior y que no se han
cumplido. Lorca no terminó en el universo primario a través de la red micelial,
sino de la misma manera que Kirk y sus compañeros en Mirror, mirror (ST, 2.10): por un fallo del transportador afectado
por una tormenta de iones. Y aunque Stamets espejo sí trabajaba con la tecnología
de esporas, su objetivo no era viajar con ellas, sino usarlas como fuente de
energía para armas de destrucción planetaria. Lo que sí permitiría a Locar
conocer básicamente los conceptos de esta y deducir que se podía utilizar para
regresar al Imperio para apoderarse de él. Ellen Landry espejo vivía, por lo
que su contrapartida del universo primario sigue siendo una descerebrada por
haberse enfrenado al tardígrado gigante sabedora que era una máquina de matar.
Había imaginado a Lorca como un revolucionario, pero no era más que un fanático
xenófogo imbuido por la ambición digno del Imperio Terrano.
La noche es más
oscura junto antes del amanecer
Este
era Gabriel Lorca, que había arrastrado al lado oscuro a la tripulación de la Discovery por caminos poco éticos
embaucándoles al decirles que su trabajo era para un bien mayor. Como dijo
Picard en The drumhead (TNG, 4.21): “Los villanos que se retuercen el bigote son
fáciles de reconocer. Los que se visten de buenas maneras están bien camuflados”.
Ya escribí en la reseña de Vaulting Ambition (DIS, 1.12) que muchos
habían visto en el capitán de la Discovery
como aquel personaje duro, que ha de hacer lo que sea necesario para lograr su
objetivo, en su caso ganar la guerra contra los klingons. Por otro lado un fin
legítimo para un militar o un miembro de la Flota Estelar cuyo deber es
defender a la Federación. Pero esquivar la ética esto era algo que contradecía con
las acciones del resto de capitanes vistos hasta la fecha: en mencionado
Picard, cuya rectitud y dotes diplomáticas hacían que intentara resolver todos
los conflictos dialogando, o Janeway que obligó a su tripulación a un viaje de
regreso de 7 años al destruir la estación del Caretaker. Kirk es pura aventura,
Archer un explorador un poco incauto, excepto en la tercera temporada y Sisko
estaba metido en tantos líos que a veces no sabía muy bien que hacer. A veces
es bueno recordar que Star Trek es una utopía sobre lo que podría llegar a ser
la humanidad si nos uniéramos, dejando nuestros conflictos a un lado y
prosperáramos buscando el bien común. Por tanto nuestros héroes han de tener esa
pátina de rectitud que a veces pueda parecer que se haya perdiendo cierta
noción de realismo. Eso es lo contrario de la actitud de Lorca, y por eso algunos
encontraban adecuada para un comandante de la nave estelar. Y aunque personalmente
me gustaba como personaje, porque era lo contrario a los estereotipos que hasta
entonces teníamos y porque un poco de mal rollo nunca va mal para amenizar
cualquier serie, no me convencía como oficial de la Flota. En este capítulo
podemos ver al Lorca real, desatado y sin tener que fingir, liderando por fin
su revuelta para coronarse Emperador y la verdad me ha parecido demasiado histriónico.
Le prefería más comedido, teniendo que fingir y manipular a todos mientras
estaba sentado en la silla de mando,
y no como psicópata terrano. Así que está bien hecho, lo que bien acaba. ¡Larga
vida al Emperador! Sea, quien sea.
¿Pero qué me has hecho?
El
otro protagonista del capítulo, aunque eclipsado por Lorca, es la Emperatriz
Philippa Georgiou, la cual no solo sale derrotada por el plan de su antiguo
esbirro, sino que queda descafeinada en comparación con el antiguo capitán de
la Discovery. Y es que Georgiou no
termina de ser la gran malvada líder de Imperio. Su enemigo no duda en usar
armas químicas y ejecutar a todo el que no le jura lealtad, en cambio ella se
dedica a torturar a quienes se convertirán en la quinta columna que asaltarán y
conquistarán su nave, además de ser muy indulgente con la propia Burnham. Me da
la sensación que Lorca tenía razón cuando la considera débil frente a otras
razas alienígenas. Su grandeza aparece al final, cuando se sabe derrotada para
seguir al frente del despiadado poder terrano, decide sacrificarse para que el
reverso de su hijastra del otro universo logre sobrevivir. Por eso la frase que
le dice a esta a bordo de la Discovery
describe perfectamente la situación: “¿Pero
qué me has hecho?”, tras haberse hecho a la idea que iba a morir.
Heredera del
Imperio
Burnham
al descubrir la naturaleza de Lorca se da cuenta que lo que la ha llevado hasta
allí es una falsedad, ha de intentar a toda costa salvar a su tripulación, a
sus amigos. Y durante todo el capítulo la vemos con una determinación y
habilidad digna de los héroes que nos tiene acostumbrado Star Trek. Por eso no
tiene mucho sentido su último gesto altruista con la Georgiou terrana, al
salvándole la vida deja claro que aún no deja de ver a su mentora, la que la
acogió tras dejar su hogar y el lugar donde había crecido y educado. Lo que aún
está por ver y tengo muchas ganas, es lo que sucede con la Emperatriz en un
lugar como la Federación, por muy derrotada que esté frente a los klingons.
A bordo de la Discovery
Una
vez descubierta la verdadera naturaleza de Lorca la tripulación de la USS Discovery
vuelve a ser la conocida Flota Estelar y la verdad es que les echaba un poco en
falta, poniéndose manos a la obra para resolver el problema. Con Stamets
recuperado ya pueden pensar de nuevo en usar el motor de esporas y el trabajo
en equipo y esa iniciativa, del más puro estilo de la Flota, queda reflejada en
el discurso de Saru. Quien representa ese comandante que ha de guiar a su
tripulación, manteniéndose firme y al timón para guiarlos a través de las olas,
evitando que el buque naufrague, como les ocurre a los protagonistas de La Tempestad, cuyo título en el capítulo
hace referencia. Ya dije que el kelpiano me gustaba, sobre todo cuando dejaban
a un lado el rollo del miedo de su raza, como precisamente han hecho al dejarlo
al mando de la nave de una manera muy serena y profesional.
La guerra
perdida
Y
como ocurría al final de Into the forest I go (DIS, 1.09) la
nave vuelve a estar en el lugar que no le corresponde. O en este caso en el
tiempo. Si me dejáis especular la situación es perfecta para viajar al pasado a
través de la red micelial para evitar que la Federación pierda la guerra contra
los klingons. ¿Lo harán? Espero sinceramente que sí, aunque para ello haya que
romper la Primera Directriz y también la Temporal, en el caso que en el 2255
esté implantada, claro. En realidad tiene tres episodios para solucionar las
cosas y dejarlas más o menos como estaban. La cuestión es si regresan al
momento de su viaje al universo espejo, recordemos que la ISS Discovery se supone que saltó al
universo primario o antes de la Batalla de las Estrellas Binarias. Si hacen
esto último evitarían que Stamets desarrollara el motor de esporas (o
champiñones) y recuperaríamos al doctor Culber. Aunque como T’Kuvma estaba
convencido en lanzar su llamamiento contra la Federación, solo destruirle antes
sería posible evitar la guerra. Eso además permitiría que Burnham no se
amotinara contra su capitán, precisamente a quien acaba de salvar la vida, en
el universo espejo.
Ll. C. H.
Links
relacionados:
Reseña: Context is for King
Reseña: The butcher’s knife...
Reseña: Choose your pain
Reseña: Vaulting Ambition
Saludos, te comento mi impresion ,por lo que pueda valer, de este capitulo, antes de ponerme a ver el proximo (mas por "inercia esperanzada" que por otra cosa).
ResponderEliminarComentas el histrionismo malevolo de este "Lorca desencadenado" y coincido plenamente, de hecho entre el vestuario recargado, los escenarios grandilocuentes y las parrafadas de Lorca ,,,si le quito el color y lo veo en blanco y negro parece un episodio del "Capitan Proton contra el Dr. Caotica",,,, ¡Esos dialogos de malo de James Bond!,," Ah señor Burham ,veo que ha escapado de mis guardias otra vez,,,lo arrojaremos a mi piscina de lava micelial" o ese "Unete a mi y juntos gobernaremos la galaxia" (esa creo haberla oido hace poco no se donde)...En fin , volvemos al universo prime, se supone, y a ver por donde me salen...Al menos Saru se ha reivindicado un poco y ya si parece un miembro de la Flota , en dos parrafos a puesto nombre y funcion a los figurantes del puente, ¡Que ya era maldita la hora!, y ha hablado y actuado con sensatez y etica,,, algo que Burham por cierto sigue sin hacer ,¿Que logica vulcana la empujo a traerse a una emperatriz Nazi y xenofoba a este universo? me esta resultando que el Consejo vulcano no andaba tan desencaminado cuando no la veia como miembro viable de su Academia....
Bueno no te doy mas la tabarra ya nos contaras que opinas de la ISS Charon o como se llame el mamotreto ese donde estaba el "Trono de Tuberias" de poniente,,digoooo del Imperio Terrano :)
Buenas,
EliminarPues sí Lorca parece haber saludo de la holonovela del “Capitán Protón contra el Dr. Caotica” y es una lástima, porque hasta entonces este era un villano maquiavélico, meticuloso, paciente y por ello muy peligroso, pero al final lo ridiculizan, desvirtuando al personaje que tanto les había costado crear. Una lástima, la verdad.
Siempre dije que Saru era un personaje muy interesante, me recuerda en cierta manera a Spock por lo controlado y comedido que es. Eso cuando no nos hacen recordar lo del miedo de los kelpianos. Por suerte en este capítulo no abusan de ello.
Y disculpando a Burnham, la Emperatriz le estaba salvado la vida al retener a los últimos soldados de Lorca, así que su gesto altruista también es una manera de devolverle el favor.
Y sobre la ISS Charon… me reservo para un artículo lo que pienso de esta y el resto de naves de la serie. Así tengo un tema que escribir.
Un saludo!
Ll. C. H.