En
Star Wars Episodio VII: El despertar de la Fuerza, se quiso conservar la
estética visual de las películas de la trilogía clásica. Así los diseños de las
naves son prácticamente iguales a los vistos en Una Nueva Esperanza, lo que es realmente una lástima, ya que apenas
se innova en la estética, como sí ocurrió en la trilogía de las Guerras Clon,
donde en cada película se observaban naves y modelos diferentes. Durante la
producción se barajaron varias alternativas, algunas interesantes, otras
curiosas, que finalmente no se vieron en pantalla.
La
Resistencia utiliza como caza principal una versión actualizada del legendario Icom T-64 Ala-X. En una versión
preliminar, que aparece en diversas ilustraciones de la base de la general Leia
Organa, aparece con una cabina doble. Eso alargaba su estructura, aunque ya se
veía el diseño de alas en forma de tijera y motores más pequeños. Podría pasar
perfectamente por un modelo de entrenamiento o bombardeo biplaza.
Aun
así también se barajó usar las otras letras del abecedario como inspiración de
los futuros cazas de la resistencia.
Los
transportes de tropas de la resistencia juegan con algunos diseños ya vistos,
como el veterano cazabombardero Ala-Y, héroes de la Batalla de Yavin.
Una
idea para la nave de Han Solo mostraba un aspecto triangular, con un gran
hangar central y los contenedores de mercancía apilados a los costados del
casco.
El
Tantive IV, una corveta corelliana CR-90,
se usó para el diseño de varias naves que finalmente no aparecieron en
pantalla.
En
Jakku Rey tenía diversos vehículos o transportes.
Ll. C. H.
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