miércoles, 22 de enero de 2014

Diccionario Visual



El año pasado fue pródigo en la aparición de libros sobre Star Trek en castellano y me gustaría reseñar esta vez el Diccionario Visual que nos ha traído Timunmas. Lo primero es elogiar la excelente factura de la edición en castellano, con sus 96 páginas a todo color y un papel de calidad, junto a la tapa dura y el gran tamaño que tiene lo hace un producto de lujo y muy cuidado. Mantiene por tanto la presencia de su original de DK, responsable de otros diccionarios visuales como los de Star Wars (también traducidos por Ediciones B), Stargate o Doctor Who, entro otros muchos títulos. Y sobre todo destacar la correcta traducción de la mayoría de términos técnicos de Star Trek, lo cual es realmente un auténtico placer a la hora de leerlo.

Su contenido hace un recorrido a toda la historia de la saga de Star Trek, desde la serie clásica, hasta Enterprise, pasando por las películas (aunque pocas referencias), The Next Generation, Deep Space Nine y Voyager. Con profusión de fotografías repasamos todos los personajes principales, las razas más importantes de todas las series, la tecnología más destacada y los objetos más pintorescos. Sin olvidarse de las naves, los otros protagonistas de la saga. La mayoría de estas imágenes están acompañadas por flechas, que nos muestran o nos aclaran aquellos detalles importantes o destacados en cada uno de los objetos o personajes de las fotografías. Tal vez faltaría, para acabar de redondear la saga, referencias el Abramsverso. Aunque no soy nada defensor del mismo, este contiene elementos que no dejan de ser interesantes y podrían encajar bien en el contexto del libro, tal vez en una sección final, lo que acompañaría a la ordenación de la información de la obra, que guarda una escrupulosa cronología dentro del universo de Star Trek. Este orden no impide que cuando se habla de romulanos, en las mismas páginas aparezcan datos de la serie clásica, Voyager o Enterprise, lo que favorece la comprensión global de cada sección.


Aproximación personal:
A pesar de que el libro es interesante, no negaré que el concepto de los diccionarios visuales no termina de gustarme. Confieso que tengo varios, pero hay dos elementos que me hacen objetar de ellos. El primero son las imágenes recortadas tanto de personajes, naves u objetos. Aunque tal vez nos permitan ver detalles que de otra manera no apreciaríamos, su presentación me recuerda a las revistas antiguas (demasiado vintage) o a los collages que hacíamos en la escuela. Y sobre todo la información que suelen traer es demasiado básica. Cierto es que es un libro pensado para niños, pero me parece que algunos de los datos son tan sencillos que un niño se sentiría insultado. Aunque en el caso del Diccionario Visual de Star Trek, gracias a la gran cantidad de información que existe de este extenso universo, ésta en ocasiones es complementaria e interesante. Aun así, por ejemplo, que en el apartado en el que aparece Quard se señale una botella y se indique que son botellas, es algo obvio ¿no podrían comentar su contenido o alguna otra cosa menos evidente?

Lo mejor:
Lo confesaré sin tapujos: es la introducción de John de Lance y además hizo que me emocionara. El personaje de Q, ser todo poderoso y más bien juguetón, es uno de los iconos de Star Trek y varias de sus apariciones son memorables, como Deja Q (TNG, 3.13), Tapestry (TNG, 6.15), All good things… (TNG, 7.25/26) o Q2 (VOY, 7.19), lo hacen, por lo menos para mí, un personaje entrañable. Como persona poco dada al culto que se hace alrededor de algunos actores de la saga, John de Lance es uno de esos actores que me hace gracia ver en toras películas o series por su relación con Star Trek, pero poco más (sí diré que su voz me parece increíble). Pero las palabras que hace en la introducción me parecen afectuosas y escritas desde el corazón, por lo que lo mejor es que reproduzca parte del texto:

«No tienes ni idea de dónde te has metido» le dijo Gene Roddenberry durante el tercer día de rodaje de Encounter at Farpoint (TNG, 1.01/02). «¿Qué quieres decir?», «Oh, ya lo descubrirás», respondió con una sonrisa, y se marchó. […] No se refería a Star Trek, sino a la gente que ama Star Trek. Hablaba de los fans. A lo largo de los años he tenido la oportunidad de conocer a esos fans (a miles de ellos) en aeropuertos, restaurantes, hospitales, aulas, gasolineras, supermercados, en el puente de mando de un destructor, incluso en el salón del trono de un rey, y todavía me sorprende hasta qué punto Star Trek ha enriquecido sus vidas de muy diversas maneras y, a su vez, la mía.

[…] Creo que aludía a las personas como aquella mujer que conocí una vez, confinada en una silla de ruedas por culpa de una esclerosis múltiple, que, con las manos retorcidas, me entregó una nota en la que se leía: «Durante una hora a la semana, Star Trek me permite subir al cielo y olvidar el cuerpo que me tiene presa.» O el anciano barbero de Damasco, Siria, que me contó que había aprendido a hablar inglés viendo todos los episodios que podía de Star Trek. O a la madre de un chico disminuido psíquico que llevó a su hijo a una convención de Star Trek y, con lágrimas en los ojos, presenció cómo el resto de los fans de Star Trek lo trataban de buen grado como a uno más. De eso hablaba Gene.

Tal vez Star Trek profese la exploración de otros planetas, pero lo que profesa en realidad es la exploración de nuestro interior. Gene creó una serie de televisión y sus fans crearon la comunidad. Eso es lo que hace única a Star Trek. Él la creó y ellos se acercaron a ella desde todos los ámbitos de la vida.

Star Trek es más que la suma de sus partes. Star Trek es un billete hacia el mundo de la imaginación. Es una invitación a soñar, a preguntarse y preguntar «¿Y si?» Es una supernova que brilla en el cielo nocturno confirmando la esperanza de que nuestro futuro (a través de la ciencia y la tecnología, la tolerancia y la aceptación, el coraje y la perseverancia) será mejor para todos. […]



Star Trek Diccionario Visual, aunque no sea un producto que suela gustarme (por sus contenidos demasiados pobres y obvios en la mayoría de casos) es un libro que merece la pena tener. Primero por haber aparecido en castellano y eso se ha de cuidar (es decir los fans tenemos que comprarlo) para que las editoriales vean que lanzar libros de Star Trek es rentable. Y por otro lado la información que tiene ofrece una visión global del univeso de esta saga y además su factura y presentación final, por parte de Timunmas, es excelente.

Ll. C. H.

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