Guia de naves estelares: Nave cuchilla klingon

Para Star Trek Discovery se quiso actualizar, a nivel visual, a los klingons como enemigos míticos de la Federación. Y uno de los conceptos más radicales dentro de este cambio estético fue sin duda alguna la nave cuchilla. Como el resto de nuevos diseños, casi uno diferente por cada Casa que acudió a la llamada de T’Kuvma, su aspecto es más gótico y recargado. Lo cierto es que su aparición durante la batalla es espectacular, envuelta en un halo de misterio. Al emerger de entre las sombras, aun camuflada y rebanando el casco de la USS Europa, creando una presencia aterradora. Curiosamente es la única nave de la primera temporada que sobrevivió en la segunda, al acudir al enfrentamiento final contra las naves de la Sección 31 en Such sweet sorrow II (DIS, 2.14). Y esto dice mucho de sí misma, teniendo en cuenta que durante su segundo año de andadura se quiso minimizar los cambios en los klingons. Volviendo a un maquillaje más parecido al que nos tenían acostumbrados. O la aparición del crucero clase D7, con una apariencia que sí seguía la línea previa de esta cultura de guerreros.

Su desarrollo estuvo a cargo de John Dickenson y del artista Sam Michlap, quienes serían responsables también del resto de naves klingons. Lo único que sabían al empezar era “que era una monstruosidad enorme, parecida a una espada que aplastaría los barcos y los abriría” [en dos]. Sus primeros bocetos tenían una hoja que podía moverse hacia arriba y hacia abajo, como un par de tijeras.

Otros mostraban un enforque muy mecanizado de la hoja, parecido a un ariete pulido en la parte delantera del barco. Al mismo tiempo que le probaban formas orgánicas, “pensé en una ballena jorobada, con las nervaduras en la parte superior. La hoja estaba debajo, casi como el vientre de la ballena".

Tras una conversación con el diseñador de producción, Mark Worthington, surgió la idea de que la hoja y la estructura de la nave pudieron ser dos elementos separados. Siendo la parte de la cuchilla “una pieza monolítica de metal, tallada de alguna roca más fuerte que cualquier material que se hubiera descubierto antes. Tuvimos la idea de que estaría flotando en el espacio y la parte superior sería como un remolcador que podría pasar y atracar cuando lo necesitaran”.

La hoja está basada en un trozo de roca que encontró Dickenson, con la idea de “que tal vez esta cosa había sido cincelada de este material raro que los klingon habían encontrado. Lo habían formado en esta forma, como una guillotina”.

La idea funcionó y Dickenson esbozó una forma que recordaba a la cabeza de una serpiente y la extendió desde la parte posterior dándole un cuerpo con que podía agarrar la hoja. “El diseño de la cabina estaba influenciado por insectos, reptiles, o criaturas marinas. Pero eso se ha hecho un millón de veces, así que intenté mantenerlo alejado del cliché de insecto”. (1)

Podríamos considerar que esta nave es la extrapolación en el concepto naval, de la tradición klingon del uso de armas de filo en combates cuerpo a cuerpo, como el bat’leth o el cuchillo d’k tahg. Lo que rompe el concepto que habíamos visto hasta entonces de los combates navales en la saga. Realizados a cierta distancia y utilizando armas de energía como los phaser, los disruptores o los torpedos de fotones. Ahora se recurría a un contacto “físico” que no se había visto como táctica, salvo en los ataques kamikazes de las naves del jem’hadar en Deep Space Nine. Pero la diferencia entre estos y la nave cuchilla, es que en los primeros el resultado era la destrucción de ambos adversarios en el impacto. Mientras que el vehículo klingon tenía la clara función de usarse como un cortador del casco por colisión, como si fuera un espolón de bronce situado en la proa de los trirremes de la antigüedad.

Aunque este concepto pueda parecer interesante, conlleva varios inconvenientes. En primer lugar, es necesario utilizar sistema de ocultación, para evitar que el enemigo pudiera detectar su aproximación. Obviamente en Battle at the Binary Stars (DIS, 1.01/02) lo solucionan incorporando este dispositivo sin más complicaciones. A pesar de que, en la serie clásica, que transcurre diez años después, los klingons no habían mostrado su uso. Claro que no muestre o mencione, no significa que no lo tuvieran, ya que no se especifica con exactitud que no tengan esta tecnología. Sí es cierto que la aparición de varios cruceros D7 con pabellón romulano en The Enterprise incident (ST, 3.04) había suscitado la existencia de un tratado entre el Imperio Romulano y el Imperio Klingon, en el que se hubieran intercambiado unidades de estas naves por el dispositivo de ocultación, como ya tenían en ST III: The search for Spock. Pero esto, técnicamente, nunca se había indicado en pantalla.

En segundo lugar, un contacto tan directo con el enemigo, como embestir su casco, hace vulnerable al atacante a una potente explosión. Como hace patente el almirante Anderson al activar la autodestrucción de la USS Europa. Incluso, aunque este no hubiera ordenado tan drástica acción, un fallo en la contención de la antimateria o la misma explosión provocada por el impacto contra su objetivo, podría dañar gravemente, o incluso destruir a la nave cuchilla.

Por otro lado, podemos suponer que para poder quebrar el casco se necesitaría un material extremadamente resistente. Como especuló el propio John Dickenson al diseñar esta nave. Este tendría que ser capaz de atravesar los escudos defensivos, que están pensados para repeler radiación, armas de energía o la detonación de un torpedo de fotones, como objetivos sólidos, como podrían ser un asteroide. Y finalmente penetrar el blindaje exterior y el entramado de las vigas de la estructura y las cubiertas interiores llenas de mamparos. La única manera, por su propio concepto de ariete, es que la nave cuchilla ha de tener un motor de impulso muy potente para generar la fuerza de empuje necesaria. El cual, no se aprecia en su casco. Es más, allí donde deberían estar las toberas de los motores, tanto en la popa, como en la parte posterior de la estructura frontal, hay una serie de superficies de textura cristalina. ¿Dónde están los motores?

En mi opinión personal, la nave cuchilla, por su innovador aspecto y sobre todo por su concepto como arma en batalla, es el mejor diseño klingon de Discovery. Además, precisamente por este motivo su apariencia puede alejarse de las formas más tradicionales de esta raza sin que por ello nos parezca ajena, como le ocurren al resto de modelos creados para la serie. Aun así, tiene ciertas limitaciones tácticas importantes, ya que tiene un uso limitado. El factor sorpresa se logra únicamente si utiliza el sistema de ocultación, perdiéndolo tras la primera acometida. Como queda demostrado en la batalla contra Control en Such sweet sorrow II (DIS, 2.14). En estas circunstancias adversarios más rápidos y maniobrables podrían eludirle con facilidad, ya que su mole no parece precisamente ágil. Si estuviera erizada en armas, cosa que tampoco parece, podría servir como un punto de fuego masivo una vez descubierta su presencia. Aunque su aspecto dejo claro que esta segunda faceta no fue estudiada al diseñarla. Lo cual no deja de poder calificar a esta nave como espectacular y con un concepto interesante.

Notas de producción:
(1) La información y los datos sobre la creación de la nave, proceden del libro Star Trek designing Starships · Discovery Season 1 de editorial Eaglemoss.

Ll. C. H.

miércoles, 28 de octubre de 2020

Nave cuchilla klingon

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