Este artículo puede contener spoilers.
Es indudable que esta segunda temporada ha sido mejor
que la primera. Con una trama más sencilla, sin ser tan rocambolesca y tortuosa
como su antecesora, donde querían explicar demasiadas cosas, sin centrarse en
ninguna en concreto. Plagada de líneas argumentales inconclusas e inexplicadas,
y donde el concepto de MacGuffin (1) se repetía en varios
elementos (como la nave borg o la presencia de las androides gemelas en la
Tierra y en el Artefacto). Ahora nos han narrado una historia más lineal, donde
las diversas premisas estaban bien definidas, tomando una evolución lógica y
teniendo un cierre adecuado. Salvo, claro está, en aquellos que espero tengan
continuación en la anunciada tercera temporada. También ha ayudado que todos
los personajes estaban desde el principio unidos en un mismo propósito,
trabajando al unísono. Otro aspecto en el que han aprendido es mejorar su
ritmo. En la primera temporada se avanzaba a trompicones: con un capítulo en el
que sucedían muchas cosas y el siguiente relajado. Es posible que sea por la
edad de Patrick Steward, que no es por nada, pero el hombre ya ha superado los
80 años. Ahora se ha dosificado la acción, dándosela a otros protagonistas como
Seven, Raffi o Cristóbal. Aun así, han continuado arrastrando los problemas con
algunos personajes que venían desde la entrega anterior, sobre todo por sus
personalidades erráticas. Me ha dado una impresión de no saber muy bien qué
hacer con ellos en algunas ocasiones. También hay algunos momentos en que
parece que se alarga la trama de manera innecesaria, como la búsqueda
infructuosa de Saven y Raffi a través de Los Ángeles. O la detención de Picard
y Guinan por el agente del FBI Martin Wells.
La serie de llama «Picard» y no es solo porque el protagonista se llame así, sino porque las tramas se centran en él. La primera temporada lo hizo en la necesidad de despedirse de aquel que se había sacrificado para pudiera continuar viviendo. Esta segunda nos muestra lo que significó para él la relación que tuvo de pequeño con su madre. Algo que nunca nos habían mostrado. Tal vez el motivo por el que Picard era alguien tan serio y profesional, y por lo que nunca ha querido tener una familia e hijos, centrándose en su carrera. Esta era una faceta importante como vimos en numerosos capítulos, como en The Bonding (TNG, 3.05) o en Disaster (TNG, 5.05). O porque nunca se atrevió a entablar una relación romántica con Beberly Crusher. Por lo que nos muestran su infancia: con una madre aquejada de una enfermedad mental, y un padre serio y dominante. Cuyo hermano mayor, que conocimos en Family (TNG, 4.02), era su reflejo. Tal vez por eso en Star Trek Generations nos mostraban su mundo idílico dentro del Nexus como una familia ñoña, precisamente la que nunca tuvo en su casa (claro que la película se filmó en 1994, a años luz de esta serie). Este, ciertamente, no es un argumento muy cercano a la ciencia-ficción, o tal vez sí. Pero bueno, lo tenemos aderezado con universos alternativos, y viajes en el tiempo para corregir los sucesos que cambiaron la deriva de la historia.
Y es que, aunque la trama sea retornar la línea
temporal a la normalidad. Viajando en el tiempo para evitar que la humanidad se
convierta en una tiranía esclavista y conquistadora, tal y como nos la
mostraron en el bizarro segundo capítulo de la temporada. La verdad es que todo
se basa en que Picard se libere de la culpa que le corroe el alma desde niño
debido al trágico final de su madre. “Soltándose de los grilletes de pasado”,
como le dice Q. Y es por ello que este organiza todo este periplo: le aprecia
tanto que quiere que pierda el lastre que ha evitado que en su vida más normal.
Y para ello ha de comprender que no fue culpa suya lo que le sucedió a su
madre. Y que ese trágico suceso, para lo bueno, y lo malo, forma parte de él,
le ha moldeado tal y como es, con sus defectos, y sobre todo con sus virtudes. Lo
único que digo es que Q ya podía haberlo unos años antes, y no esperar a que
Picard sea un octogenario.
Un segundo adiós
Parece ser que los productores querían filmar esta serie con la idea de centrarse en despedir a varios personajes emblemáticos. Toda la primera temporada resultó ser una gran despedida a Data. Por otro lado, innecesaria en mi opinión, ya que el final heroico de este androide que quería ser humano, ya se había rodado en Star Trek Nemesis. ¿Qué podía ser mejor que este sacrificado para valvar la vida de un amigo? ¿Qué mejor despedida que esa oda a la amistad que representa su inmolación? Además, Brent Spiner ya había declarado, en numerosas ocasiones, no querer interpretar más a Data, aunque sin desvincularse de Star Trek (en decir, podía aparecer como un Soong, pero no como androide). Pero bueno, no olvidemos que esta serie se centra en un personaje en concreto: Jean-Luc Picard, por lo que tal vez este sí necesitaba despedirse. Ahora le toca el turno a Q. Aquel ser todopoderoso que se nos había presentado como juez supremo de la humanidad, centrándose en las acciones del capitán de la Enterprise-D. Su evolución es muy interesante, mientras que en Encounter at Farpoint (TNG, 1.01/02), Hide and Q (TNG, 1.10) e incluso en Q who (TNG, 2.16), nos lo presentaban como alguien cruel y taimado, incluso caprichoso. Mientras que a partir de Deja Q (TNG, 3.13), posiblemente su mejor historia, deja de ser un villano al uso, empezando a ser un “amigo” incómodo, cuyas bromas pesadas hacen imposible fiarse de él, pero sin llegar a ser malvado. En realidad, esta faceta ambigua sería su mejor baza, sobre sus apariciones en Star Trek Voyager.
¿Pero por qué se muere Q? No nos lo explican. Ya
habíamos visto en Death wish (VOY, 2.18) el deseo de un miembro del
Continuum en no querer seguir existiendo. También sabemos que la guerra civil
de The Q and the grey (VOY, 3.11) había significado un punto de
inflexión en la existencia de estos seres, sobre todo tras el nacimiento del primer
Q entre dos de sus miembros, que nos presentaron en Q2 (VOY, 7.19).
¿Pero qué ha podido pasar para que Q, el todopoderoso ser empiece a perder sus
poderes hasta el punto de morir? ¿Y por qué solo? ¿Qué ha ocurrido al resto del
Continuum: con Q2, con su hijo Q (junior) y su madre, o con Amanda Rogers y el
resto de sus congéneres? La verdad es que me hubiera gustado saberlo.
Simplemente por curiosidad. Pero como ha ocurrido en otras ocasiones
últimamente, sobre todo de la primera temporada de esta serie, ¿para qué
explicarlo? Por otro lado, que Q nos desvele que realmente se había fijado en
Picard porque era su Favorito, eclipsa esa pregunta. El abrazo de estos dos
personajes, uno representando lo mejor de la raza humana, el otro reconociendo
su amistad, es posiblemente suficiente. Aun así, la pregunta queda… ¿por qué se
muere Q? ¿El Continuum y los seres que la habitan ha evolucionado hacia la
mortalidad? Qui le sait?
Apuntes cortos
Wesley Crusher siempre estuvo muy mal utilizado. Al crearse como el alter ego de Gene Roddenberry, en las primeras temporadas se convirtió en ese personaje insufrible que lo solucionaba todo. Lo que significó su crucifixión por parte de los fans más intransigentes. A partir del tercer año empezaron a tratarle de mejor manera, centrándose en él como un adolescente más, hasta que su actor, Will Wheaton, decidió dejar la serie para centrarse en sus estudios universitarios. Es más, sus mejores capítulos son precisamente justo en esos años, hasta que en Journey’s end (TNG, 7.20) decidieron convertirle en un ser capaz de viajar por el tiempo y el espacio. Desde entonces no sabíamos casi nada, y su regreso, reafirmando su personaje como Viajero, es realmente interesante. Sobre todo, ante la intensa relación que ha tenido Wheton con Star Trek desde que presenta los programas de The Ready Room después de los capítulos de Star Trek Discovery. Y sinceramente me gustaría volver a verle en el futuro. Un futuro que encaja en aquellos seres que habían enviado a Gary Seven a la Tierra en Assignment: Earth (ST, 2.26). Dándole una segunda oportunidad que podría ser muy interesante.
Guinan, este entrañable personaje,
interpretado por Whoopi Goldberg, fan de la serie clásica y que removió cielo
(nunca mejor dicho) y tierra (bajándose el caché) para aparecer en la nueva
serie. Ha sido la consejera y amiga de Picard y del resto de la tripulación
durante toda The Next Generation. Y como la raza el’auriana es
muy longeva, se sacaron de la manga su capacidad de control de su aspecto para
encajar con el envejecido de la actriz. Es algo que puedo asumir, sobre todo
porque no dudo de las ganas que tendría esta de volver a aparecer en Star Trek.
Como fan la comprendo y lo acepto. Aunque fue su extraño comportamiento al no
querer reconocer a Picard en el 2024, sobre todo teniendo en cuenta que ya se
habían conocido en 1893 en Time’s arrow (TNG, 5.26/6.01). El
final de la temporada podría justificarlo, al no querer adelantar
acontecimientos, pero bueno, el aspecto envejecido de Picard le podría haber
dado una pista que se trataban de dos viajes temporales diferentes.
Adam Soong nos une con Arik
Soong, que nos presentaron en la trilogía de las aumentados en Star Trek Enterprise. Allí Arik se dará cuenta que no puede mejorar a los
humanos, por lo que iniciará el camino de la robótica que en el siglo XXIV
culminará Noonian Soong creando a Data. Y cuyo trabajo lo continuará su hijo
Altan Inigo Soong en Coppelius años después, como vimos en Et in Arcadia
Ego (PIC, 1.09/10). Aquí nos muestran a Adam, su antepasado (bisabuelo
tal vez de Arik) como alguien desesperado por llegar al éxito, que arriesgará
cualquier cosa, incluso el futuro de la humanidad, con tal de ser reconocido
como un genio. Recuperar a Brent Spiner para encarnar a un nuevo Soong me
parece mucho mejor idea que su papel en la primera temporada como Data. Que no
deja de ser un androide envejecido y engordado bajo el maquillaje, que por otro
lado tampoco tenía mucho sentido recuperarlo. Como ya he dicho antes, este se
había despedido a bordo del pájaro de guerra Scimitar. Mejor
hubiera sido recuperarlo por CGI, pero claro, Star Trek no tiene le presupuesto
de The book of Boba Fett de Disney, para hacer lo mismo que con Luke
Skywalker.
Kore Soong, tal vez su
presencia únicamente sirva para entender porque casi cuatrocientos años después
Data pintara su rostro en un cuadro, y en Coppelius crearon a varios androides
a su imagen y semejanza: que fuera la hija de Adam Soong. Quien no es otro que
el padre de la saga de genetistas, y posteriormente cibernetistas más grandes
de la historia de la Federación. Su reclutamiento por Wesley puede insinuarnos
que tal vez la volvamos a ver en el futuro.
Tallinn es, como Gary Seven en Assignment:
Earth (ST, 2.26), una enviada para preservar la línea temporal. Aprovechar
argumentos previos y ampliarlos siempre me ha parecido una buena idea, ya que
aumenta la exploración del universo de Star Trek más allá de lo indicado en el
capítulo en que aparecen. Que fuera romulana y, además, idéntica a Laris, es lo
que más me chirria del personaje. Supongo que querrían explorar los
sentimientos que Jean-Luc y ella han desarrollado, y de paso amortizar el
contrato de la actriz Orla Brandy. Por eso lo puedo aceptar, como quien acepta
que un pulpo sea animal de compañía para seguir viendo la serie, quiero decir,
jugando al Scattergories…
Seven of Nine, posiblemente sea
uno de los mejores personajes de todo Star Trek. Su aparición en la primera
temporada podía haber sido más potente si se hubieran centrado en una sola
trama (desarrollando el elemento borg, tanto en la faceta de Locutos de Picard,
como al poseer el cubo dañado, y no solo usarlo como MacGuffin). Pero
apareció algo tarde para profundizar en su personaje, e inesperadamente (más
que nada porque no había ninguna señal previa) empezó una relación con Raffi. Seven
lleva luchando con su dualidad humana y borg desde que la conocemos, siendo el
desarrollo de su humanidad su leifmotiv a lo largo de las cuatro
temporadas en que la vimos en Star Trek Voyager, donde se
convirtió en un personaje estrella, eclipsando al resto de tripulantes. Ahora
tampoco la han desarrollado tanto hasta que, tras ser salvada de morir por la
Reina (convencida por Jurati) nos dicen que se ha reconciliado con su lado
borg. ¿Cuándo ha pasado eso? No entiendo muy bien estas transformaciones tan
esotéricas y repentinas epifanías. ¿Solo por pasar un tiempo sin implantes (al
ser enviada a una línea temporal en la que no fue asimilada), aunque sí
conservaba sus recuerdos, y tras ser curada por la Reina, volviendo a tenerlos
ahora, ya se ha reconciliado con su pasado borg? ¿O la Reina/Jurati ha hecho
algo al curarla? ¿O han sido las palabras de Raffi la han ayudado a superar sus
traumas? Sobre todo, porque se han pasado más tiempo explicándonos en que
momento se encuentra su relación con Raffi, que en hablarnos de su parte borg
(lo que era sumamente aburrido). Sinceramente no creo que las vicisitudes que
ha vivido en estos capítulos sean tan transcendentes y diferentes a las que tuvo
a bordo de la Voyager, como para ese súbito cambio interior tan
radical. Por lo que no veo mucha justificación a este hecho. Y aunque la serie
orbite alrededor de Picard, no creo que se le haya sacado el partido que tiene
como personaje, sobre todo por su potente background previo.
Cristóbal Rios me resultó ridículo
cuando le mostraron con un puro en el puente de la USS Stargazer
a principios el siglo XXV. Igualmente, ya nos había recordado él mismo y en
varias ocasiones que estaba algo perdido, necesitando una figura paternal, como
había sido su anterior superior, el capitán Vandermeer de la USS Ibn Majid,
y posteriormente Picard, para tener un propósito. Al quedarse voluntariamente
en el siglo XXI parece haber encontrado su lugar, y su despedida me parece
correcta, aunque un poco forzada (como ese puro del principio). Quedándome con
la sensación de, ya que estás, te quedas en el pasado, que, para la siguiente
temporada, no tenemos presupuesto (o puesto) para ti.
Elnor me parece un personaje anodino, lo
mejor es que no ha aparecido mucho para decir o hacer alguna tontería, como
parecía que fuera su propósito en la primera temporada. Dejándolo en un segundo
plano, tan solo para las escenas de lucha y como fantasma que persigue a Raffi,
creando en esta ese dramático sentido de culpabilidad tan exagerado que tiene
esta.
“Raffi” nunca me ha gustado. Es demasiado
histriónica e impulsiva. Su faceta alcohólica puede parecer muy dramática, y
tal vez querían crearla como contrapunto a todos los grandes profesionales que
hemos visto en las tripulaciones de The Next Generation, Deep Space Nine, Voyager o Enterprise. Y es
precisamente esa diferencia lo que no me gusta de ella. Me he creado una idea
muy concreta de como son los oficiales de la Flota Estelar, y el comportamiento
errático de Raffi no me convence como uno de ellos.
Sobre Agnes Jurati nunca entenderé como no fue
encarcelada tras matar a su esposo en la primera temporada. Fuera de esto, la
relación que forja con la Reina me parece forzada, pero aun peor es el ridículo
discurso por el que la convence para hacer el bien. Conociendo al borg no es
posible que únicamente con decirle que lo que realmente necesita es “conectar
con otros, perdurar, y descubrir” vaya a dejar de asimilar despiadadamente
a civilizaciones enteras y convertirse en un colectivo bondadoso. Solo faltaba
que le dijera que no necesitaba tantos likes en sus redes sociales para
sentirse realizada y plena y para que la gente la quiera. El único motivo por
el que forzar a este cambio de actitud tan radical e irracional, es porque era
necesario para la resolución final de la temporada: cuando la nave de la Reina
se unía al resto de la Flota para evitar un cataclismo galáctico. Lo cual no
lleva a una pregunta: ¿Es el Colectivo Borg de Jurati el mismo que hemos visto
desde Q who? (TNG, 2.16) y que atacó a la Tierra en dos ocasiones
y qué hostigó a la Voyager por medio cuadrante Delta? ¿Había dos
colectivos paralelos, uno bueno y otro malvado? ¿Se ha producido un cambio en
la línea temporal en el que el borg es desde hace varios siglos una potencia
benévola en el cuadrante Delta? Los viajes en el tiempo tienen la complicación
de crear paradojas demasiado complejas de asimilar. Esperaremos las
explicaciones.
Como me ocurre con Raffi, hay personajes que no me
gustan desde su concepción. Y la Reina Borg es uno de ellos. Ya en Star Trek First contact no me convenció. Entiendo que es la personificación
del abstracto Colectivo Borg, para hacerlo más fácil de entender para público
general. Y que, como concepto de colmena, en esta siempre hay una reina rodeada
de zánganos. Pero para mí el borg es peligroso y aterrador sin que lo gobierne
nadie. Que cada uno sea parte de ese todo y que no haya una figura central,
sino que todos a la vez buscan el mismo fin… eso me parece realmente estremecedor.
Además, la existencia de esta figura me pareció una debilidad para este enemigo
tan poderoso. Ya lo fue en la mencionada película: cuando al matar a la Reina en
ingeniería, se desactivaron todos los zánganos que había abordo de la Enterprise-E.
Y lo vuelve a ser ahora, cuando la convencen que es mejor ser buena persona para
llegar a realizarse, y dejar de buscar la perfección (el objetivo del colectivo
por lo menos desde hace un milenio). Pero yo no soy productor, ni guionista,
sino un simple aficionado, y me he amoldar a lo que las cabezas pensantes han
decidido plasmar en los capítulos. Solo puedo decir que lo mejor que hacen con
este personaje es cuando le convierten en la calculadora para poder viajar en
el tiempo a la manera de Kirk. Eso sí fue sublime.
Pequeños detalles
Como suele decirse: «el diablo está en los detalles» y todos los capítulos están plagados de pequeños referencias y guiños a la saga. Desde los macabros trofeos que tiene Picard en su biblioteca: con los cráneos de gul Dukat, el general Martok, el Gran Naguz Zek, y hasta el mismísimo Sarek. A la Jackson Roykirk Plaza, en referencia al creador de la sonda Nomad, que aparece en la Gala de la Misión Europa, y que vimos en el capítulo de la clásica The changeling (ST, 2.08). O los juguetes que tiene Picard cuando era pequeño, que son los modelos de la colección de la Colección Eaglemoss. O que las tres naves que persiguen a La Sirena tienen nombres de almirantes traidores de la saga: CSS Dougherty de ST Insurrection, CSS Leyton de Paradise lost (DS9, 4.12) y CSS Quinn de Conspiracy (TNG, 1.25). Aunque si me he de quedar con uno, sería el comentario en el que Picard siempre ha imaginado a su madre anciana, tomando el té para tener una larga y agradable conversación, como nos mostraron en Where no one has gone before (TNG, 1.06). Que evita una inconsistencia con la visión de Picard, y hace ese momento más entrañable.
Tercera entrega
La verdad es que el final, con la apertura del misterioso corredor transcurvatura, es un auténtico cliffhanger. Además, ya se ha anunciado que en la tercera temporada incluirá todo el elenco de The Next Generation, en una especie de octava temporada. Por lo que me atrevo a especular que la historia se centrará en quién y para qué ha abierto ese corredor. Como dice la Reina/Jurati: “Lo que veo es la pieza de un puzle cuya imagen final, aunque difusa, anticipa una amenaza”. Aun así, han dejado sueltos algunos cabos, que espero que solucionen. Sobre todo, que nos expliquen dónde ha estado la Reina/Jurati Borg, si han creado una línea temporal diferentes con un Colectivo bondadoso que se ha dedicado a solucionar los problemas de la galaxia. Aunque me temo, conociendo a los actuales productores, que esto no se explicará, dejándonos tan confusos como lo estamos ahora. También espero que la historia nos revele la importancia por la que Q ha querido salvar el alma de Picard con este viaje temporal. Ya que, aunque Q lo desdeñe, no dudo que nuestro capitán tendrá un papel fundamental en la crisis que se avecina.
Notas de producción:
(1) Para los que no estén familiarizados con el término MacGuffin, definirlo como un elemento que hace que los personajes avancen en la trama. Pero que puede tener, o no, mayor relevancia en esta. Al gran Alfred Hitchcock acuñó el término, como excusa argumental que motivaba a los personajes y al desarrollo de una historia, pero que carecía de relevancia por sí mismo.
Links relacionados:
Naves estelares en Star Trek Picard
Reseña: Remembrance
Reseña: Maps and legends
Reseña: The end is the beginning
Reseña: Absolute Candor & Stardust city rag
Reseña: The imposible box & Nepenthe
Reseña: Broken Pieces
The Next Generation 1ª & 2ª temporadas
The Next Generation 3ª & 4ª temporadas
The Next Generation 5ª & 6ª temporadas
The Next Generation 7ª temporada
Ocasiones perdidas (Star Trek)
Romulanos, un Imperio desaprovechado
Cartografía del Imperio Romulano
Mi top 11 de Star Trek
Mi top 11 de Star Trek The Next Generation
Mi top 11 de Star Trek Deep Space Nine
Mi top 11 de Star Trek Voyager
Mi top 11 de Star Trek Enterprise
Deep Space Nine 1ª temporada
Deep Space Nine 2ª temporada
Deep Space Nine 3ª temporada (1)
Deep Space Nine 3ª temporada (2)
Deep Space Nine 4ª temporada (1)
Deep Space Nine 4ª temporada (2)
Deep Space Nine 5ª temporada (1)
Deep Space Nine 5ª temporada (2)
Deep Space Nine 6ª temporada (1)
Deep Space Nine 6ª temporada (2)
Deep Space Nine 7ª temporada (1)
Reseña: The vulcan hello & Battle at the binary stars
Reseña: Context is for King
Reseña: The butcher’s knife…
Reseña: Choose your pain
Reseña: Lethel & Magic to make the sanest man go mad
Reseña: Si vis pacen, para bellum & Into the forest I go
Reseña: Despite yourself & The wolf inside
Reseña: Vaulting ambition
Reseña: What's Past Is Prologue
Reseña: The War Without, The War Within
Reseña: Will you take my hand?
Discovery 1ª temporada
¿Qué está pasando en Discovery? Noticias junio
Reseña: Brother
Reseña: New Eden & Point of light
Reseña: An obon for Charon
Reseña: Saints of imperfection
Reseña: The sounds of thunder & Light and shadows
Reseña: If memory serves & Project Daedalus & The Red Angel
Reseña: Perpetual infinity & Through the Valley of Shadows
Reseña: Such sweet sorrow I & II
Discovery 2ª temporada
La serie de llama «Picard» y no es solo porque el protagonista se llame así, sino porque las tramas se centran en él. La primera temporada lo hizo en la necesidad de despedirse de aquel que se había sacrificado para pudiera continuar viviendo. Esta segunda nos muestra lo que significó para él la relación que tuvo de pequeño con su madre. Algo que nunca nos habían mostrado. Tal vez el motivo por el que Picard era alguien tan serio y profesional, y por lo que nunca ha querido tener una familia e hijos, centrándose en su carrera. Esta era una faceta importante como vimos en numerosos capítulos, como en The Bonding (TNG, 3.05) o en Disaster (TNG, 5.05). O porque nunca se atrevió a entablar una relación romántica con Beberly Crusher. Por lo que nos muestran su infancia: con una madre aquejada de una enfermedad mental, y un padre serio y dominante. Cuyo hermano mayor, que conocimos en Family (TNG, 4.02), era su reflejo. Tal vez por eso en Star Trek Generations nos mostraban su mundo idílico dentro del Nexus como una familia ñoña, precisamente la que nunca tuvo en su casa (claro que la película se filmó en 1994, a años luz de esta serie). Este, ciertamente, no es un argumento muy cercano a la ciencia-ficción, o tal vez sí. Pero bueno, lo tenemos aderezado con universos alternativos, y viajes en el tiempo para corregir los sucesos que cambiaron la deriva de la historia.
Parece ser que los productores querían filmar esta serie con la idea de centrarse en despedir a varios personajes emblemáticos. Toda la primera temporada resultó ser una gran despedida a Data. Por otro lado, innecesaria en mi opinión, ya que el final heroico de este androide que quería ser humano, ya se había rodado en Star Trek Nemesis. ¿Qué podía ser mejor que este sacrificado para valvar la vida de un amigo? ¿Qué mejor despedida que esa oda a la amistad que representa su inmolación? Además, Brent Spiner ya había declarado, en numerosas ocasiones, no querer interpretar más a Data, aunque sin desvincularse de Star Trek (en decir, podía aparecer como un Soong, pero no como androide). Pero bueno, no olvidemos que esta serie se centra en un personaje en concreto: Jean-Luc Picard, por lo que tal vez este sí necesitaba despedirse. Ahora le toca el turno a Q. Aquel ser todopoderoso que se nos había presentado como juez supremo de la humanidad, centrándose en las acciones del capitán de la Enterprise-D. Su evolución es muy interesante, mientras que en Encounter at Farpoint (TNG, 1.01/02), Hide and Q (TNG, 1.10) e incluso en Q who (TNG, 2.16), nos lo presentaban como alguien cruel y taimado, incluso caprichoso. Mientras que a partir de Deja Q (TNG, 3.13), posiblemente su mejor historia, deja de ser un villano al uso, empezando a ser un “amigo” incómodo, cuyas bromas pesadas hacen imposible fiarse de él, pero sin llegar a ser malvado. En realidad, esta faceta ambigua sería su mejor baza, sobre sus apariciones en Star Trek Voyager.
Wesley Crusher siempre estuvo muy mal utilizado. Al crearse como el alter ego de Gene Roddenberry, en las primeras temporadas se convirtió en ese personaje insufrible que lo solucionaba todo. Lo que significó su crucifixión por parte de los fans más intransigentes. A partir del tercer año empezaron a tratarle de mejor manera, centrándose en él como un adolescente más, hasta que su actor, Will Wheaton, decidió dejar la serie para centrarse en sus estudios universitarios. Es más, sus mejores capítulos son precisamente justo en esos años, hasta que en Journey’s end (TNG, 7.20) decidieron convertirle en un ser capaz de viajar por el tiempo y el espacio. Desde entonces no sabíamos casi nada, y su regreso, reafirmando su personaje como Viajero, es realmente interesante. Sobre todo, ante la intensa relación que ha tenido Wheton con Star Trek desde que presenta los programas de The Ready Room después de los capítulos de Star Trek Discovery. Y sinceramente me gustaría volver a verle en el futuro. Un futuro que encaja en aquellos seres que habían enviado a Gary Seven a la Tierra en Assignment: Earth (ST, 2.26). Dándole una segunda oportunidad que podría ser muy interesante.
Como suele decirse: «el diablo está en los detalles» y todos los capítulos están plagados de pequeños referencias y guiños a la saga. Desde los macabros trofeos que tiene Picard en su biblioteca: con los cráneos de gul Dukat, el general Martok, el Gran Naguz Zek, y hasta el mismísimo Sarek. A la Jackson Roykirk Plaza, en referencia al creador de la sonda Nomad, que aparece en la Gala de la Misión Europa, y que vimos en el capítulo de la clásica The changeling (ST, 2.08). O los juguetes que tiene Picard cuando era pequeño, que son los modelos de la colección de la Colección Eaglemoss. O que las tres naves que persiguen a La Sirena tienen nombres de almirantes traidores de la saga: CSS Dougherty de ST Insurrection, CSS Leyton de Paradise lost (DS9, 4.12) y CSS Quinn de Conspiracy (TNG, 1.25). Aunque si me he de quedar con uno, sería el comentario en el que Picard siempre ha imaginado a su madre anciana, tomando el té para tener una larga y agradable conversación, como nos mostraron en Where no one has gone before (TNG, 1.06). Que evita una inconsistencia con la visión de Picard, y hace ese momento más entrañable.
La verdad es que el final, con la apertura del misterioso corredor transcurvatura, es un auténtico cliffhanger. Además, ya se ha anunciado que en la tercera temporada incluirá todo el elenco de The Next Generation, en una especie de octava temporada. Por lo que me atrevo a especular que la historia se centrará en quién y para qué ha abierto ese corredor. Como dice la Reina/Jurati: “Lo que veo es la pieza de un puzle cuya imagen final, aunque difusa, anticipa una amenaza”. Aun así, han dejado sueltos algunos cabos, que espero que solucionen. Sobre todo, que nos expliquen dónde ha estado la Reina/Jurati Borg, si han creado una línea temporal diferentes con un Colectivo bondadoso que se ha dedicado a solucionar los problemas de la galaxia. Aunque me temo, conociendo a los actuales productores, que esto no se explicará, dejándonos tan confusos como lo estamos ahora. También espero que la historia nos revele la importancia por la que Q ha querido salvar el alma de Picard con este viaje temporal. Ya que, aunque Q lo desdeñe, no dudo que nuestro capitán tendrá un papel fundamental en la crisis que se avecina.
(1) Para los que no estén familiarizados con el término MacGuffin, definirlo como un elemento que hace que los personajes avancen en la trama. Pero que puede tener, o no, mayor relevancia en esta. Al gran Alfred Hitchcock acuñó el término, como excusa argumental que motivaba a los personajes y al desarrollo de una historia, pero que carecía de relevancia por sí mismo.
Ll. C. H.
Naves estelares en Star Trek Picard
Reseña: Remembrance
Reseña: Maps and legends
Reseña: The end is the beginning
Reseña: Absolute Candor & Stardust city rag
Reseña: The imposible box & Nepenthe
Reseña: Broken Pieces
The Next Generation 1ª & 2ª temporadas
The Next Generation 3ª & 4ª temporadas
The Next Generation 5ª & 6ª temporadas
The Next Generation 7ª temporada
Romulanos, un Imperio desaprovechado
Cartografía del Imperio Romulano
Mi top 11 de Star Trek
Mi top 11 de Star Trek The Next Generation
Mi top 11 de Star Trek Deep Space Nine
Mi top 11 de Star Trek Voyager
Mi top 11 de Star Trek Enterprise
Deep Space Nine 2ª temporada
Deep Space Nine 3ª temporada (1)
Deep Space Nine 3ª temporada (2)
Deep Space Nine 4ª temporada (1)
Deep Space Nine 4ª temporada (2)
Deep Space Nine 5ª temporada (1)
Deep Space Nine 5ª temporada (2)
Deep Space Nine 6ª temporada (1)
Deep Space Nine 6ª temporada (2)
Deep Space Nine 7ª temporada (1)
Reseña: Context is for King
Reseña: The butcher’s knife…
Reseña: Choose your pain
Reseña: Lethel & Magic to make the sanest man go mad
Reseña: Si vis pacen, para bellum & Into the forest I go
Reseña: Despite yourself & The wolf inside
Reseña: Vaulting ambition
Reseña: What's Past Is Prologue
Reseña: The War Without, The War Within
Reseña: Will you take my hand?
Discovery 1ª temporada
¿Qué está pasando en Discovery? Noticias junio
Reseña: New Eden & Point of light
Reseña: An obon for Charon
Reseña: Saints of imperfection
Reseña: The sounds of thunder & Light and shadows
Reseña: If memory serves & Project Daedalus & The Red Angel
Reseña: Perpetual infinity & Through the Valley of Shadows
Reseña: Such sweet sorrow I & II
Discovery 2ª temporada
No hay comentarios:
Publicar un comentario