Discovery temporada 3, primera parte

Puede contener spoilers!
 
Soy un gran entusiasta que la Discovery haya viajado hasta el siglo XXXII, ya que creo que plantear su desarrollo en el siglo XXIII, tan solo 10 años antes de las aventuras de Kirk, Spock, McCoy ycompañía, era un gran lastre. Más teniendo en cuenta el planteamiento de Burnham como hermanastra de Spock (aunque curiosamente Sarek y Spock han sido algunos de los mejores personajes aparecidos hasta ahora). Por lo menos en Die trying (DIS, 3.05) ya nos han contado lo que sospechábamos: que se han borrado de los registros la existencia del motor de esporas, Control y las señales Rojas (¿también la Sección 31?). Ahora nuestros variopintos personajes se encuentran en un lugar que, como al espectador, les es misterioso y nuevo. Por lo que a partir de ahora se pueden desarrollar argumentos sin que una legión de fanáticos (yo incluido) les estén observando con lupa para ver donde y cuando generan una inconsistencia en lo ocurrido en tal o cual episodio. Y al estar todos fuera de un contexto conocido, tal vez la tripulación pueda crear su propia huella. Aunque recordemos que la segunda temporada terminó con algunas incógnitas por resolver, espero que próximamente las vayan desvelando y cerrando círculos.

 
A pesar de este cambio de escenario, lo que no ha cambiado es la forma en que están desarrollando la estructura de la serie. Integrando historias auto-conclusivas dentro del arco argumental (como la disputa entre la Tierra y los mineros de Titan o la salvación de los kili viajando a la USS Tikhov), que para mí impide que la trama avance de una manera más fluida, como puede ocurrir cuando los episodios están completamente relacionados. De esta manera el personaje de Adura Tal (el cual es bastante interesante), le han dedicado el capítulo de Forget me not (DIS, 3.04) presentándonoslo, para apartarlo, como si molestara, en Die trying (DIS, 3.05), centrándose para desarrollar por primera vez a Nhan y, de paso, despedirse de ella. O la Quema (lo que muy probablemente sea la trama central esta temporada), evento traumático y central en la historia de la galaxia del que apenas tenemos dados, limitándose a amagar cualquier aclaración con medio comentarios misteriosos y silencios molestos. Y como este es el tercer año queda claro que el planteamiento de Discovery es la mezcla entre algunas historias auto-conclusivas con un arco argumental central muy definido. Personalmente prefiero una trama completamente serializada, que permita desarrollar más claramente (y para mí mejor) tanto los personajes, como la narración. Evitando que su desarrollo se realice a trompicones, lo que hace que la serie parezca perdida y que los guionistas aún no saben hacia dónde avanzar. Reduciendo el riesgo de dejar flecos sueltos y tener que embutir todo el desenlace en los dos capítulos finales, como ocurrió cuando teníamos a Control como villano. Esperemos que hayan aprendido y ahora no les ocurra lo mismo.

Aunque el verdadero problema que he tenido al ver los dos primeros episodios (reescribo estas líneas tras ver Die trying (DIS, 3.05) y aun mantengo lo escrito) es que… creo que he desarrollado un síndrome por el que cada vez aguanto menos a esta tripulación. O simplemente es que no (me) terminan de encajar, y no me los creo. Georgiu, como emperatriz del Imperio Terrano, reconvertida en una malvada agende 007, no tiene ni pies, ni cabeza. ¿Qué hace a bordo? Está claro que el motivo es la figura de Burnham, para mí algo incomprensible (salvo que sea su madre). Es como si la Discovery fuera el único lugar donde Georgiu pudiera sobrevivir, como le ocurría a Garak en Deep Space Nine o al vampiro Spike en Sunnydale. Tal vez en algún futuro (no muy lejano) nos lo expliquen, pero teniendo en cuenta como es la serie, creo que simplemente ni los guionistas saben qué hace realmente allí. Les han dicho que la actriz ha de continuar sin más razón de que esta tiene un contrato firmado, y la mantienen en pantalla haciéndonos creer que en todo ello hay un oscuro secreto. Por otro lado, su planteamiento como personaje, como alguien “que va un poco sobrada”, como la definieron en el podcast de Destino Arraikis, me genera un rechazo mortal. El ejemplo más claro ha ocurrido en Die trying (DIS, 3.05), cuando neutraliza a dos hologramas con su parpadeo. Tal vez a alguno le puede parecer «cool», pero a mí me ha parecido ridículo. Aunque lo realmente perplejo es que todos los que la rodean saben perfectamente que solo hará aquello que beneficie sus propios intereses, dejándoles a todos en la estacada en el peor momento, y parece que les de igual.

Mi rechazo a Burnham ya empieza a ser malsano. Y es que no soporto la incoherencia de su existencia. En cada temporada, y a veces en cada capítulo, tiene un rol diferente, y no recuerdo en ningún otro héroe de la saga le ocurriera lo mismo. Fue creada como una humana superdotada criada por vulcanos y un background tan interesante (hermanastra de Spock) que tengo la sensación que la expectativa fue tan grande que al final su propio peso la ha aplastado y los guionistas no saben ni cómo tratarla. Si en el flashback cuando llega a bordo de la USS Shenzhou junto a Sarek en Battle at the Binary Stars (DIS, 1.02), nos la presentaron como una humana que utilizaba la lógica para guiar sus decisiones. A lo largo de los capítulos ha ido degenerando a alguien que toma decisiones arbitrarias solo por el mero hecho de que es la protagonista. Es prepotente, egoísta, ansiosa por que los demás hagan lo que ella dice y en ocasiones inestable, como en That hope is you, parte 1 (DIS, 3.01) cuyas emociones suben y bajan como los caballos de un carrusel para niños. Y al tomar las decisiones en estos arrebatos lo único que demuestran es su irracionalidad. Su individualismo tal vez esté muy a la par con esta época que nos ha tocado vivir, alejándose precisamente de la idea de Star Trek de un trabajo en equipo por parte de la tripulación. Este egocentrismo queda patente en la frase de su diario personal al principio de People of Earth (DIS, 3.03), cuando dice: «No lo sacrificamos todo por este futuro. Así que no me quedaré con los brazos cruzados». Y lo peor de todo es que los guionistas son conscientes de ello, como demuestran Culber y Georgiu al mencionar su carácter a lo largo de todo el episodio Forget me not (DIS, 3.04). O cuando el doctor holográfico de Die trying (DIS, 3.05) le pregunta si «tiende a la exageración emocional». Entiendo que como protagonista principal el peso de la trama ha de recaer en ella, ¿pero es necesario llevarlo todo a los límites de lo personal? Las series de Star Trek siempre han tenido un trio protagonista claramente definido (excepto Deep Space Nine), pero Discovery definitivamente solo tiene una estrella en el centro y el resto orbitan alrededor suyo.

 
Saru se mantiene sereno, cual soporte donde aferrarse, y eso me gusta. Su inseguridad ha disminuido desde la primera temporada y su evolución, gracias al vahar’ai, que podía convertirse en una especie de depredador sanguinario (así definían los ba’ul a su raza), no ha ido más allá de esa mayor confianza en sí mismo. Su gran problema es que ha de ser el superior de alguien como Burnham, por lo que siempre quedará supeditado a las acciones de esta, lo que puede convertirse en un lastre para su desarrollo. Esperemos que su toque de atención al final de Die trying (DIS, 3.05) sirva de algo a su primer oficial.

 
· That hope is you, parte 1 (DIS, 3.01)
Para evitar caer en las garras de Control y escapando así al legado del siglo XXIII, la Discovery y su tripulación viajan al siglo XXXII… bueno, por lo menos Burnham. La cual llega a un lugar desconocido, encontrándose casualmente con Cleveland Booker, que, aunque se hace el tipo duro, al final resulta ser miembro de la protectora de animales local. Es un capítulo entretenido, lleno de persecuciones que me recuerdan a las que protagonizaba Buster Keaton. Aunque la escena de Burnham drogada con el suero de la verdad me pareció más patética que graciosa (supongo que esto último era su intención). Por otro lado, nos muestran un futuro caótico y salvaje, abriendo un interesante enigma: la Quema, el misterio por el que los cristales de dilithio se colapsaron espontáneamente (¿?) haciendo que la materia y la antimateria de las naves chocara y destruyera todo reactor activo. O por lo menos es lo que he entendido. Con los viajes a curvatura limitados es lógico que las instituciones colapsaran y reine la anarquía. ¿Es posible que este sea el argumento de la temporada? Por cierto, ¿y dónde está la segunda parte del capítulo?

 
· Far from home (DIS, 3.02)
El pueblo minero que es tiranizado por un maleante y la pelea en el salón, dejan implícito el homenaje a las películas del Lejano Oeste. Tras la batalla con Control, por fin vemos como la Discovery ha llegado al siglo XXXII, toda magullada y quejumbrosa. El hielo parásito me parece algo exagerado, sobre todo porque la nave ya debería estar de por sí maltrecha tras la batalla de la que ha escapado. Mientras que los momentos en blanco de la teniente Detmer me hicieron pensar que podía estar bajo la influencia de Control. Pero en esta serie, puede ocurrir cualquier cosa. Tilly me gustaba en la primera temporada: era una chica joven e inexperta, algo demasiado nerviosa, pero era algo que podía superarse con un poco de madurez. Pero en la segunda se convirtió en un personaje insoportable e infame, como Steve Urkel con aquel “¿he sido yo?”. Lo que era muy cargante sobre todo porque el chiste tonto nunca había tenido cabida en la saga (o por lo menos lo ocultaban un poco). Por ahora parece que ese histrionismo se ha reducido en su salto al XXXII, por lo que esperemos que siga así.

 
· People of Earth (DIS, 3.03)
Está claro que el motor de esporas, perdón, champiñones, será el Deus ex machina de este nuevo tramo. El elemento único que hará imprescindible a la Discovery en este futuro más avanzado que la reliquia naval del siglo XXIII que son. Quién sabe si el nexo que permitirá reconstruir la Federación. Mientas que la historia del episodio demuestra que aún es posible hacer tramas con el mismo espíritu por el que se creó Star Trek allí por los 60, donde nos enseñaron que era posible arrinconar la violencia con un poco de diálogo y menos desconfianza. También deja claro que la galaxia en la que se encuentran no es la que conocieron (ni conocemos los espectadores). Donde incluso la Tierra, que siempre fue el motor impulsor de la Federación, ya no pertenece a esta. También confirma que Burnham está en plena forma en su impulsividad, cuando sin decir nada a nadie (poniendo así en riesgo a sus compañeros) se dedica a neutralizar la amenaza que les rodea en una auténtica diplomacia de cowboy.

 
· Forget me not (DIS, 3.04)
El regreso a un planeta conocido como Trill siempre es una buena noticia. Aun así, confesaré que el avance de esta temporada me está resultando excesivamente lento. Todo un capítulo para recuperar los recuerdos del simbionte Tal, para dejándonos en las sombras sobre su pasado. Como si solo importara las coordenadas de la Federación. La verdad es que, si esto fuera un capítulo de Deep Space Nine o Voyager, ya conoceríamos hasta el nombre de su sastre. Además, ya sabemos que Burnham es la protagonista de la serie, ¿pero ha de estar en medio de todos los “fregados”? El episodio había empezado con el punto de vista de Culber, que es alguien mucho más empático que la primera oficial para acompañar a Adira en su viaje para conectarse con el simbionte Tal. Pero al final es Burnham quien la acompaña (sin que yo le encuentre mucha lógica). Además, nos hablan de lo sagradas que son las cuevas Mak’ala, y todos los trills allí reunidos dejan que una foránea se meta en el líquido para ayudar a Adira en vez de hacerlo ellos. Teniendo en cuenta, que, como trills es posible que fueran más idóneos para ayudar a al/la joven humana a conectar sus recuerdos. Sobre todo, porque hacía unos minutos habían descrito la situación como una aberración, para al final apuntar que esta puede ser el futuro de su raza. Descubrir que solo la aceptación del simbionte al huésped es la solución al colapso de su civilización, aunque muy bucólico, me parece poco práctico. Creo que en el siglo XXXII podían haber buscado algún tipo de solución más científica: como una alteración genética o una explicación más empírica como la evolución de los humanos o incluso de los simbiontes. Vaya, que algo de tecnobable no hubiera ido mal. Más que nada para no dejarlo a una decisión arbitraria de una babosa. Pero bueno, estamos en una época en que conseguir las cosas ha de ser más fácil, sin tanta explicación, haciendo que toda búsqueda de una solución sea un asunto más sencillo, como si todo se enderezara con un puñado de “likes”. Por otro lado, y para no solo decir cosas malas, el motivo por el que Adira no recordaba nada de Tal por culpa del grave trauma emocional, me parece muy bien solucionado. Aceptando la pérdida Grey y al mismo tiempo recuperando sus recuerdos a través del simbionte. Mientras, a bordo de la Discovery, parece que la Esfera de An Obol for Charon (DIS, 2.04), desencadenante de su viaje en el tiempo, se ha unido con el ordenador de la nave. ¿Tal vez relacionado de alguna manera con el Short Treks Calypso (ShT, 1.02)? Lo que es realmente interesante. Así como el camino de Saru para convertirse en el líder de esa tripulación traumatizada y algo perdida. Esa trama me ha gustado.

 
· Die trying (DIS, 3.05)
Confesaré que dos terceras partes del capítulo no me han interesado. Toda la historia de la bóveda de semillas de la USS Tikhov y salvar a los kili se podría haber desarrollado perfectamente en otro episodio. Adaptarse a las circunstancias entiendo que ha de ser complejo, pero la crisis existencial de Nhan podría abordarse en un contexto más amplio de toda la tripulación y no solo quedarse en “ahora os abandono porque hace años que no escuchaba mi idioma”. Mientras que no creo que a nadie le importe la vida de los refugiados kili. Si hubieran sido los últimos de su especie, el planteamiento hubiera sido más dramático y dado sentido que se interrumpiera la trama del regreso de nuestros protagonistas a la cadena de mando de la Flota Estelar. Que realmente era lo importante del episodio. Momento en que se podría haber perfilado mejor la situación que vive la Federación con más paciencia y extensión. Los interrogatorios deberían haber servido para dar a los personajes y a los espectadores las explicaciones que tanto anhelamos. El recelo del siglo XXXII es lógico, sobre todo al enlazar la Guerra Temporal mencionada en Enterprise. Incluso se hubiera podido explicar más sobre esta, siendo un canalizador perfecto para ponernos en contexto más amplio, y no solo las arbitrarias pinceladas que tenemos de este futuro (teniendo en cuenta que apenas se explica nada de esta guerra). Mientras tanto Burnham, decide tener un berrinche frente al almirante Vance por querer ayudar a los kili, creo que necesita que el doctor Culber le vaya recetando algunos trankimazines para que se relaje un poco. Es la más ansiosa de todos, y precisamente es la que, después de un año en ese siglo, debería conocer más el contexto del momento histórico en el que se encuentran y guiar a sus compañeros, y no parecer una histérica. Bien por Saru que le da un toque de atención, espero que la controle un poco más en el futuro. Si hasta ahora las aventuras de la temporada podían estar justificadas, ahora mismo ya no es el momento de los desvíos superfluos. Por otro lado, se podían haber ahorrado las caras de asombro y habernos mostrado a nosotros, los fans, las naves que había en el cuartel general de la Flota. Impagable la referencia a Nog con una nave con su nombre, en recuerdo del actor Aaron Eisenberg. O el cameo de David Cronenberg, director de Scanners (1981), la Zona muerta (1983), la fabulosa Crash (1996) o Una historia de violencia (2005).

Continuará…
 

Ll. C. H.

 
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