De
todos los grandes villanos de la serie clásica el Imperio Romulano siempre me pareció el más interesante y el que tenía
mayor potencial. Se plantearon como una rama escindida y radicalizada de la
civilización vulcana, que ya se había enfrentado a la Tierra cien años antes en una guerra que se detuvo únicamente
cuando los contrincantes se dieron cuenta que solo podrían conseguir una
destrucción mutua asegurada. Con el tiempo ya nos indicaron que la Federación se había creado justo
después de esa guerra, por lo que se deduce que esta se creó como una alianza
defensiva, como se confirmó con el desarrollo de la serie Enterprise. Por desgracia en la clásica no pudieron aparecer
mucho (los klingons lo hicieron 7 veces en contra de 3 los estos), por el
elevado coste del maquillaje de las orejas puntiagudas. Los elementos que hace
tan interesante y atractiva esta raza son sin duda el concepto de su sociedad,
sus complejos personajes y las tramas en las que aparecen.
El Imperio
La
idea era mostrar una civilización misteriosa, que se había aislado de la
galaxia conocida durante un siglo, tras el enfrentamiento que tuvo con la
Tierra. Además eran violentos: su presentación era un ataque de tanteo,
presumiblemente tras el cual se podría haber iniciado otra guerra. La idea a
Paul Schneider, guionista de Balance of terror (ST, 1.08) y
artífice de los romulanos, era desarrollar unos antagonistas que fueran dignos
de Kirk. John D.F. Black indicó que querían “villanos lo suficientemente fuertes e inteligentes como para que la
audiencia se viera obligada a creer que eran capaces de dar el primer
movimiento que habría conducido a la destrucción de la Federación”. Para
ello utilizaron la estética heredada del Imperio Romano (incluido su propio
nombre) como si estos se hubieran extendido hasta viajar por las estrellas. Y
utilizar esta civilización no es algo baladí, ya que no dejar de ser un
referente histórico de primer orden para occidente: es la República, y
posteriormente un Imperio, que conquistó gran parte del mundo antiguo conocido,
moldeando las costumbres, leyes y culturas europeas hasta nuestros días, lo que
no puede dejar de tener mucho magnetismo. Además su propio origen: parientes
lejanos de los vulcanos, les hacía un enemigo más peligroso que otros. Teniendo
en cuenta que estos eran una raza con características más evolucionadas que los
humanos: Spock es más fuerte, tiene mejor memoria e inteligencia, una
computadora con patas según el doctor McCoy, además de una mayor capacidad
mental, que incluía telepatía en el contacto físico, y más resistentes
físicamente. Solo diferenciados en su rechazo al control de las emociones a
través de la lógica, siendo más inestables e impredecibles, a priori y sobre el
papel podrían parecer unos enemigos realmente temibles.
Y
si originalmente parecía que era un pueblo honorable, y los klingons unos
guerreros desalmados, con la evolución de la franquicia a partir del siglo
XXIV, los segundos pasaron a ser los honorables y los romulanos se convirtieron
en una potencia taimada y manipuladora, lo cual no contradice su aparición en Balance of terror (ST, 1.08) donde hacían
un tanteo para iniciar posteriormente una guerra. Además en The defector (TNG, 3.10) se comentó que históricamente provocaban a sus
contrincantes para que estos les ofrecieran una justificación para atacar. Aun
así el cambio es notable, mostrándonos una potencia más retorcida que la vista
anteriormente.
Los romulanos
Otro
de los motivos por los que esta raza es de las más interesantes son sus personajes:
complejos, capaces de sentimientos encontrados y con muchos matices que hacen
su pueblo tenga un gran potencial, y no tan planos como otros alienígenas. El
primero que pudimos ver en pantalla, el comandante al mando del pájaro de presa que atacó los puestos
avanzados de la Zona Neutral en Balance
of terror (ST, 1.08), nos lo presentan como un oficial profesional, capaz
de juzgar y sentir respeto por sus adversarios. Es por tanto un ser honorable
que acepta la derrota y felicita a Kirk: “en
otras circunstancias, hubiéramos poder ser amigos”. Interpretado por Mark
Lenard, que también dio vida a Sarek, siempre dijo que este había sido el
personaje que más le gustó encarnar en la saga. Y a la comandante de The Enterprise incident (ST, 3.04) le ocurre
algo similar, aunque cae atrapada por los encantos seductores de Spock, sus
intenciones van más allá de la pérfida villana que se retuerce el bigote y se
la ve venir como «femme fatale», aunque
al final es ella la manipulada.
En
el siglo XXIV el almirante Jarok que vemos en The defector (TNG, 3.10), es otro ser complicado. Considerado un
carnicero en la Federación y un héroe entre los suyos, es alguien que es capaz
de traicionar a su gobierno para evitar una guerra que él sabe que solo llevará
a la autodestrucción de ambas potencias, impulsado por la necesidad proteger a
su familia y que su hija tenga un futuro, sacrificándose él mismo. Pero al
mismo tiempo se considera un patriota incapaz de revelar secretos tecnológicos
o tácticos de su gente. Para al final conocer que todo había sido una
estratagema para probar su lealtad y de paso provocar un incidente con la
Federación. En The enemy (TNG, 3.07) el centurión Bochra es capaz de vencer
sus prejuicios hacia un oficial de la Flota Estelar y colaborar con Geordi para
salir del inhóspito planeta de Galordon Core. O la comandante Toreth del pájaro de guerra Khazara en Face of the enemy (TNG, 6.14),
que se nos muestra como otra oficial profesional, que a pesar de sus
reticencias hacia el Tal'Shiar, es leal a su pueblo. Otros les vimos
fugazmente, pero su presencia no nos dejó indiferentes como el comandante Sirol
de The Pegasus (TNG, 7,12), o el doctor Telek R’Mor de Eye of the needle (VOY, 1.07). Mientras que como villanos tenemos
al senador Vreenak que no es capaz de ver el verdadero peligro que representa
el Dominion y que “casi” fue engañado en In
the pale moonlight (DS9, 6.19).
Aunque
hay de todo y también nos encontramos otros que no destacan tanto, como el comandante
Tomalak, al que vimos maquinando en The
enemy (TNG, 3.07) y The defector (TNG,
3.10) y que volvería a aparecer en Future imperfec (TNG, 4.08) y All good things... (TNG, 7.25/26). O el agente del Tal’Shiar que habiéndose
apoderado de la nave más avanzada de la Flota, la pierde a manos de dos hologramas de emergencia médica en Message in a bottle (VOY, 4.14). Sela,
hija de la Tasha Yar procedente de una línea temporal alternativa que vimos Yesterday’s Enterprise (TNG, 3.15), tenía un planteamiento interesante, al rescatar
un suceso de un capítulo autoconclusivo (y de los mejores de toda la saga) y
crear alguien misterioso, que además tenía una conexión con nuestros héroes a
bordo de la USS Enterprise-D, pero cuyo
potencial de alguna manera quedó mermado al involucrada en una ridícula
invasión de Vulcano en Unification (TNG,
5.07/08) para no volver a aparecer nunca más.
Sus tramas
Pero
un buen personaje, sin un buen argumento, no tiene mucho que hacer, pero por
suerte se han escrito grandes historias para ellos. Su xenofobia, paranoia y
aislacionismo les hacía perfectos para tramas, tal vez no muy elaboradas que el
espectador medio no iba a entender por su complejidad, pero sí por lo menos
sorpresivas o a priori inesperadas, como en The
defector (TNG, 3.10). Además en muchas de ellas planeaba una guerra
inminente y devastadora, lo que aumentaba su dramatismo. Desde su presentación
en Balance of terror (ST, 1.08), el
insulso The Neutral Zone (TNG, 1.26) con su retorno en el siglo XXIV
centrado más en unos supervivientes criogenizados del siglo XX que en los
romulanos, pero sí en el fabuloso The
defector (TNG, 3.10), en Unification (TNG, 5.07/08) con la
inverosímil invasión de Vulcano, la incursión al planeta de los Fundadores en The die is cast (DS9, 3.21) o en la trilogía de la Crisis de Babel, preludio de la guerra que librará contra laTierra en Babel One, United & El
Aenar (ENT, 4.12, 13 & 14). Otros argumentos no son tan dramáticos,
pero sí involucran espionajes como The
enemy (TNG, 3.07), Data’s day (TNG, 4.11), The Pegasus (TNG, 7.12), incluso el
ficticio Future imperfect (TNG, 4.08), las intenciones ocultas en Visionary (DS9, 3.17), sin olvidar el In
the pale moonlight (DS9, 6.19) donde los grandes manipuladores son engañados
por un sastre y el gran Inter Arma Enim
Silent Leges (DS9, 7.16), o el robo de la USS Prometheus en Message in a bottle (VOY, 4.14). Sin
olvidar las historias de tensión política como en la intervención en la guerra
civil klingon en The mind’s eye (TNG, 4.24) con la manipulación de Geordi y la
toma de partido por las hermanas Duras en Redemption I & II (TNG, 4.26/5.01),
como la trilogía anteriormente mencionada de la Crisis de Babel.
Aunque
posiblemente la idea más interesante y la que tenía mucho potencial narrativo,
fuera el acercamiento de la civilización vulcana de la que una vez se
separaron. Escusa por la que trajeron de vuelta a Spock en Unification (TNG, 5.07/08). Todo hay que decir que la trama
incluía una invasión a Vulcano, miembro fundador de la Federación y situado cerca de la Tierra, por tres naves de
carga, es algo estúpida. ¿O creían que el resto de sus aliados, junto a la
Flota Estelar, no hubieran reaccionado a tal ataque? Aun así el concepto de este
movimiento unificador nos proporcionó ver por primera vez el planeta Romulus y se indagaba en su cultura un poco más. Trama
continuada solamente en el magnífico Face
of the enemy (TNG, 6.14) cuando la consejera Troi era alterada quirúrgicamente
para parecer una romulana y ayudar a desertar a un disidente, siendo además el
mejor capítulo de la consejera, valga decir. Demostrando además que no era
necesaria la presencia de Nimoy para continuar con la trama. Pero todo se quedó
allí, en un intento de quiero y no puedo. Solo un atisbo de esta idea se pudo
ver en Kir’Shara (ENT, 4.09) en el
que se vaticinaba que la unificación era cuestión de tiempo. Y muy posiblemente
fuera rescatado para la cancelada quinta temporada de la serie Enterprise, ya que estos iban a ser el principal enemigo (oculto)
de la misma. En definitiva un filón argumental desgraciadamente
desaprovechando.
Obviamente
también tienen capítulo menos interesantes, aunque son los menos, como el
insulto Minefield (ENT, 2.03), su primera
aparición en Enterprise, que solo sirvió para advertirnos que estaban
acechando. O su introducción en el siglo XXIV con The Neutral Zone (TNG, 1.26) donde la mejor intervención es del
financiero criogenizado Ralph Offenhouse que tras un simple vistazo a los
comandantes romulanos advierte al capitán Picard que estos están tan
sorprendidos por la incursión en la Zona Neutral como el propio oficial de la Flota
Estelar. En conjunto nos han creado unos antagonistas misteriosos,
conspiratorios, manipuladores y algo retorcidos, pero también nos generado algunas
contradicciones e inconsistencias. Aunque en el citado The Neutral Zone (TNG, 1.26) nos dicen que los romulanos llevan 53
años, 6 meses y 18 días sin contacto oficial, en un segundo aislamiento (es
decir, desde el 2311). Pero en ese tiempo sabemos que la USS Enterprise-D fue destruida en el 2344
por naves romulanas mientras defendía el puesto avanzado klingon de Narendra
III. También me ha parecido extraño que Tuvok tuviera acceso a los datos de la
vida del doctor R’Mor con quien la USS Voyager contactó en el 2351 gracias
a un agujero de gusano que contactaba con el cuadrante Delta en el 2371 en Eye of the neddle (VOY, 1.07).
Ocasiones
perdidas
En
la historia de la saga por una u otra razón nos hemos quedado a poco de que los
romulanos fueran los villanos que desarrollar. El abrupto final de Enterprise nos dejó a las puertas del inicio de
la Guerra entre la Tierra y Romulus
(que siempre se ha datado en el 2156-2160), en cuya quinta temporada se quería
haber mostrado a estos maquinando entre bastidores. Ya desarrollé como habría
podido ocurrir la guerra tan significativa en la historia de Star Trek, solo
mencionar lo interesante que fue la trilogía de la Crisis de Babel. La cual nos
dejó ver de nuevo a los remanos, haciendo de guardaespaldas de los romulanos,
en un guiño a la continuidad con ST Nemesis. Mucho tiempo antes, en
el guión original de ST III: The search for Spock los
villanos iban a ser los romulanos, pero finalmente se sustituyeron los
klingons. Que como herencia recibieron el modelo del pájaro de presa y el nombre de este tipo de naves, que
originalmente se había usado en Balance
of terror (ST, 1.08).
Pero
sus fracasos estruendosos los tenemos en las películas donde aparecen. En ST Nemesis por fin el Imperio Romulano iba a ser el adversario de nuestros
héroes. Tampoco. En realidad fueron los remanos: la raza nativa de Remus, que había sido esclavizada como
mineros en su propio planeta y usado como carne de cañón en las guerras (o
guardaespaldas). Confieso que la idea de los remanos me gusta y como malvados
dan el pego, a los cuales se les creó un background
de peligrosidad al haberse revelado y “conquistado” a sus antiguos amos, una
potencia que había tenido un equilibrio tácito con la Federación. Pero es inconsistente como estos llegaron al poder:
mediante un golpe de estado respaldado por una facción radical de los propios
romulanos. Recordemos su xenofobía inherente a su cultura y el sentimiento de
superioridad que tienen, me parece extraño que sean capaces de alinearse con un
clon humano y sus antiguos esclavos. Y mucho menos ponerle como Pretor y líder
del Imperio. Aumentando el sinsentido la misma facción que ha permitido el
asesinato de miles de su gente a manos de los remanos (o eso nos dan a
entender) deciden volverse en su contra y ayudan a Picard en su lucha contra
Shinzon. Ni el más grande arrebato temperamental por no controlar sus
sentimientos mediante la lógica, justifica tales actos. Además la creación de
los remanos queda extraña en el universo Trek, ya que no se habían mencionado o
visto antes (aunque podemos argumentar que lo que no se ha visto no significa que
no existiera, además si eran esclavos es normal que no pudieran viajar mucho
fuera de Remus). Para embrollar un poco más la cosa, entiendo que Shinzon
quisiera capturar a Picard (un mal necesario, ya que le necesitaba para seguir
viviendo), pero es que además también quiere atacar y erradicar la vida en los
diferentes planetas de la Federación, la cual aunque era enemiga de sus
antiguos amos, no de los esclavizados remanos. Todo esto desgraciadamente nos
impidió que por fin los romulanos aparecieran como malvados al ser vendidos en
la primera escena de la película. Al final mejor hubiera sido crear una nueva
raza enemiga que hubiera surgido de la oscuridad o que Shinzon hubiera sido un auténtico
romulano, tal vez desquiciado o un maníaco radical que fuera contra su propio
gobierno al creerlo débil o cualquier otro motivo.
Mientras
que en la reimaginación de J.J. Abrams, por fin un romulano fue el villano. Y se
lo podrían haber ahorrado. Nero, en una interpretación de Eric Bana
completamente desaprovechada: se pasa casi todas sus escenas sentado y
sosteniendo un bastón, con cara de pocos amigos, es alguien que lleva la
venganza a lo ilógico. Tras la destrucción (por culpa de un fenómeno natural)
de su mundo, quiere destruir los planetas de la Federación que no hicieron nada para evitar la muerte de su
familia. Por circunstancias del destino decide empezar por Vulcano, el planeta
natal del único que utilizó todos los medios para evitar la catástrofe: Spock.
Además en vez de ser un peligroso oficial resentido, es un minero. Lo digo con
todo el respeto hacia los mineros. Pero no deja de ser un don nadie. Para ese
viaje, la verdad es que hubiera sido mejor no usar a los romulanos e inventar
una nueva raza que fuera la antítesis de la Federación y de las nuevas
aventuras de Kirk, Spock, McCoy y la tripulación de la USS Enterprise.
Conclusión
Sobre
el papel parecían los grandes villanos: inteligentes, poderosos y misteriosos.
La mayor parte de sus personajes eran complejos, lo que permitían matices y
giros argumentales interesantes. Y sus argumentos podían ser muy dramáticos al
pender la guerra de un hilo o su propia naturaleza de origen vulcano. Aunque
esta faceta quedaba coja al no haber desarrollado la cultura vulcana como tal
hasta Tuvok en Voyager y sobre todo en T’Pol en Enterprise. Ya que sin conocer bien los límites de estos
(durante The Next Generation solo se
teníamos a Spock como referente) era difícil crear a esa parte malvada de la
familia, al carecer de una base más sólida. Una explicación de su incapacidad
telepática, que sí habíamos visto en Spock, podría ser la dejadez, al igual que
los vulcanos consideraban la fusión mental como algo arcaico y estigmátizado. Pero
estas son explicación a posteriori que en el fondo no dejar de ser especulaciones.
Otro motivo por el que quedaron limitados los romulanos viene de su propia
concepción: era una potencia aislacionista, por lo que los guionistas se
autolimitaron a sí mismos. Lo que impedía expandir sus diferentes facetas, como
ocurrió con los klingons, los cuales supieron encajar un arco argumental largo,
en cambio los romulanos solo tienen grandes capítulos sueltos. Otro motivo por
el que su desarrollo tan malgastado fue al relegar en ST Nemesis su
protagonismo a meras comparsas a manos de los remanos primero y luego como aliados
de Picard. Mientras que en Star Trek (2009) la lógica en sus acciones de Nero
(por lo menos desde mi punto de vista) brillaba por su ausencia.
Y
es una lástima, ya que las referencias al Imperio Romulano podrían haber
servido para generar una infinidad de argumentos. Su historia está plagada de
hechos y personajes que podrían haber servido como base para posibles episodios.
La propia evolución de la República a Imperio ya es, de por sí, una idea para
desarrollar conflictos internos interesantes. Esto, unido a que sus personajes tienen
más matices que los de otras razas más belicosas, hacía un coctel perfecto para
generar más grandes capítulos y tramas mucho más largas.
Ll. C. H.
Links
relacionados:
José Bodas Gómez, del grupo de Facebook Base Estelar Nexus (todo sobre Star Trek) hizo un comentario muy interesante:
ResponderEliminarPodría haber sido la raza antagonista en la nueva serie de Star Trek, era su momento y Discovery podría haber sido su lugar o mejor aún, haber dado un salto temporal cronológico con respecto al final de Némesis y avanzar a partir de ahí, no sé, 20 años, 50 años, un siglo. No era necesario usar de nuevo a los Klingons tras disfrutar de ellos en DS9 y tras tener un personaje principal en VOY y buenos momentos en Enterprise, amén de transformarlos en algo, en mi opinión, mucho peor de lo que existía ya, son horribles. Además, ya en Némesis (aunque es una película horrible y desaprovechada) pudimos ver el senado de una forma amplia (también vimos algo en DS9 o Enterprise), pudimos ver ya más allá de una imagen fija de TNG, como era la capital de Rómulo (el inicio de Némesis es excelente), conocimos al fin a los Remanos, como era su mundo, su idioma, sus armas. Como digo, es una de las grandes razas desconocidas de la saga, por que podríamos haber conocido más sobre el Tal Shiar y su organigrama, más sobre el senado, más sobre su tecnología, su mitología o historia (lo que hizo DS9 con Klingon, Cardassianos, Bajoranos etc), crear al fin unos buenos personajes romulanos. Lástima que por un capricho de Abrams, en la línea temporal principal de la saga estos dos planetas estén destruidos y el Imperio básicamente sea un lejano recuerdo, ya estamos obligados a verlo únicamente en la línea temporal alternativa creara por JJ, pero a costa de Vulcano, planeta unido de alguna forma al Imperio y que en esa línea temporal, también por un capricho, no existe. En fin, es lo que tienen los caprichos
Hola José,
Coincido plenamente contigo y como vez he desarrollado lo mismo que has comentado. Como comentario, indicarte que para poder desarrollar a los romulanos como se hizo con cardassianos o bajoranos, sería necesaria una serie como Deep Space Nine y por desgracia lo veo difícil. En realidad esta es como una anomalía dentro del universo de Star Trek, donde en cada capítulo se exploraba un planeta y raza diferente, solo con algunas salvedades de repeticiones, como precisamente fueron los klingons y los romulanos en la clásica, The Next Generation y Enterprise. Seguramente hubiera hecho falta un personaje catalizador, como lo fue Worf para la trama klingon, para poder desarrollar algo similar para los romulanos.
Un fuerte saludo
Ll. C. H.
Yo también opino lo mismo. Pero no aunque también creo ilógica la venganza de Nero no la creo tan inverosímil.
EliminarPues a veces el dolor nubla tanto la razón como para que un gemelo, odie a muerte al otro, sólo porque cuando lo tuvo a él, la madre de ambos muriera en el parto. Eso es ilógico, pero existen esos odios irracionales.
Si a eso le sumamos el hecho de que Nero perdió a su familia, junto a su mundo, y que son más temperamentales y pasionales que los humanos, me parece, lógico que el dolor llegue a generar una venganza tan ilógica, más encima propia de los romulanos, ya que son tan pasionales. Lo que si no tiene sentido es la destrucción de Vulcano, el planeta de Spock, el único que trató de salvar Romulo. Aunque puede que no tan absurda. ¿Una persona puede odiar a muerte al médico que trató de salvar a su hijo o cónyuge, sólo porque no pudo, sin haber ni negligencia no nada?
No lo se, pero conozco odios arraigados muy irracionales en ciertas personas. No se si se puede dar el caso planteado por mi del médico, pero no lo creo improbable. Lo creo posibles. No seguro de ello, pero lo creo. Si es así puede haber un mecanismo psicológico emocional parecido como motor de la venganza de Nero, maximizado por la pasionalidad, y inestabilidad de las emociones romulanas.
En lo demás, si lo encuentro absurdo todo. Y también opino que han sido desaprovechados los romulanos.