Con
el diseño de la estación ya definitivo:
una combinación de un átomo, el emblema de Mercedes-Benz y un giroscopio, empezó
el trabajo de crear los detalles de su casco. Eso incluía no solo las ventanas
y ventanales ovalados o las luces, sino las formas del casco exterior, con
plafones y rejillas, muchos imitando las formas del maquillaje creado para los
cardassianos. En la parte superior de la estructura central se ubicaría el
centro de mando, que se denominaría Operaciones, encima del cual tenían las
antenas de comunicaciones subespaciales. También aquí, sobresaliendo del casco
se instaló una estructura triple, siguiendo el modelo ideado para sus
constructores, para los generadores de escudos deflectores. El reactor se
encontraba en esta parte de la estación, aunque en la parte inferior, dejándolo
a la vista, diferenciándose del diseño de la Federación que se encuentran en el interior de las naves o bases estelares.
En
el anillo que rodeaba el núcleo, llamado habitable al encontrarse los camarotes
de los residentes y visitantes, también se ubicaron los hangares, que
utilizaban una plataforma elevadora para acceder o despegar de los seis que
había abordo. Aquí también estaban las tres estructuras en forma de velas que
contenían el armamento defensivo. Mientras que el anillo exterior, además de
los muelles o escotillas de atraque, albergaba los impulsores de maniobra,
necesarios para mantener la órbita de la estación estable, o llevarla hasta el
cinturón de Denorios. A lo largo del casco había numerosas placas triangulares
que se identificaron como paneles de sensores. Desde esta estructura se
desplegaban los largos pilones, que curvos, cual ganzúa, daban el extraño
aspecto a la base, claramente alienígena. Para acentuar este origen se buscó un
color oscuro para que se distinguiera de las instalaciones de la Flota Estelar.
Cientos de detalles que posteriormente podían ser incorporados a los guiones y
que debían de durar toda la serie.
Otro
aspecto para dotar a esta base como un personaje más por derecho propio, fue
crear una historia previa a la llegada de los nuevos protagonistas. Así se
pensó que la estación orbital, además de servir como cuartel general cardassiano
durante la ocupación, también había sido una planta procesadora de minerales.
Se pensó que las zonas industriales podrían haber estado situadas en el anillo
de atraque y los pilones, para que el mineral estuviera listo para ser
embarcado. Mientras que en el capítulo Cardassians (DS9, 2.05) se
mencionaría la denominación dada por sus originales ocupantes: Terok Nor, un
nombre sombrío y algo amenazador.
La
maqueta definitiva fue construida por Tony Meininger y medía 6 pies de
diámetros, 1,82 metros. Y no sería hasta la última escena de What you leave behind (DS9, 7.25/26) el
último episodio de la serie, que fuera reemplazada por un modelo CGI. En
realidad es un momento conmovedor, ya que vemos a Jake Sisko y Kira Nerys
apoyados en los ventanales de la promenade y la cámara se aleja hasta
que Deep Space Nine se convierte en
una estrella en medio del cinturón de Denorios, en un espectacular traveling
que dura casi un minuto.
Al
inicio de la cuarta temporada la estación iba a ser asediada por una formidable
flota procedente del Imperio Klingon.
Pero con el descubrimiento del Dominion en el cuadrante Gamma en The jem’hadar (DS9, 2.26) la estación se había convertido en el primer
baluarte de defensa, no solo de la Federación, sino de todo el cuadrante Alpha.
Por lo que era lógico suponer que la Flota Estelar había preparado aquel puesto
avanzado para repelir un ataque. Así que se le pidió al ilustrador John Eaves,
la última incorporación al equipo de producción, que se encargara de diseñar el
nuevo armamento. Herman Zimmerman le entregó los esquemas detallados y este
empezó a buscar donde poder incluir aquellas defensas.
Para
evitar tener que alterar el aspecto y lograr un efecto de sorpresa buscó puntos
en la superficie donde se pudieran instalar partes móviles, para una vez
destapados pudieran surgir del interior.
Así
que para The way of the warrior (DS9,
4.01/02) lograron incluir 89 emisores phaser en montajes rotatorios, estacionarios y deslizantes. Así como 48
lanzadores de torpedos con 5.000 proyectiles. Todo un arsenal, teniendo en
cuenta que en Emissary (DS9, 01.01/02) la estación solo contaba con 6 torpedos de fotones. O como se tradujo
en el primer doblaje en castellano de la serie para Antena 3, torpedos de
cuatro toneladas.
El agujero de
gusano
Uno
de los efectos visuales más hermosos, no solo de DS9, sino de todo Star Trek, es
la apertura del agujero de gusano, el Templo Celestial de los Profetas
bajoranos. El trabajo conceptual recayó en Ricardo Delgado, mientras la parte
digital la realizó la empresa Rhythm & Hues. Los cuales le dieron una forma
orgánica, como una flor abriéndose en un remolino o una cascada azulada entre
las estrellas.
«Recuerdo la primera vez que vi la puerta del
Templo Celestial; estaba en la promenade. Cuando estalló a la vista, ese torbellino
de color y luz, la gente que me rodeaba estaba asombrada. Dijeron que podían
sentir el amor de los profetas elevándose sobre ellos»
Kai Winn Adami, Strange bedfellows (DS9, 7.19)
Ll. C. H.
Links
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Deep Space Nine – 1ª temporada
Deep Space Nine – 2ª temporada
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