Las
bases rebeldes están repartidas a lo largo de toda la galaxia y pueden ser
desde minúsculos repetidores de red holográfica clandestina, zulos de
abastecimientos, puestos de vigilancia, puestos avanzados de entre 50 a 500
personas que pueden albergar escuadrones de caza, centros médicos, suministros
y reparaciones para la Flota de la Alianza, a bases operaciones más grande como puertos de
reparaciones de naves capital y por supuesto su base de cuartel general, como el de Yavin 4 [SW Ep. IV A new hope] o Hoth [SW Ep V. The Empire
strikes back]. No
existe por tanto una base típica, aunque suele ser pequeña para facilitar su
evacuación con rapidez y para evitar la pérdida de recursos vitales si fuera
descubierta. Por tanto los planos, las técnicas de construcción y los
abastecimientos los dictan la localización y el terreno.
Historial de
servicio
La
misión del puesto avanzado de cazas
de Tierfon es albergar naves que patrullasen el sector Sumitra, (1) escoltar transportes secretos y
proporcionar un punto de reabastecimiento de carburante para naves en misiones
de inteligencia de largo alcance u otra índole. Además, como se encuentra
relativamente alejada de áreas de actuación de la Armada Imperial, suele usarse como lugar de entrenamiento antes de
enviar los pilotos a zonas más calientes. Y aunque en el sector hay una
considerable actividad de la Alianza, se seleccionó su ubicación ya que si las
fuerzas imperiales se enfrentarían a la desalentadora tarea de buscar en 12,387
planetas y lunas para encontrarlo. (2)
Además las unidades operan deliberadamente alejadas de sus puestos avanzados y
en asignaciones aleatorias para confundir los esfuerzos de búsqueda. Sin
embargo, si fuese descubierto, por más poderosos que sean sus cazas y defensas, Tierfon no tendría ninguna esperanza de
aguantar contra un asalto decidido.
Operativa
al principio de la Guerra Civil Galáctica, ha albergado a numerosos escuadrones,
como a los Ases Amarillos de Tierfon,
un escuadrón de cazabombarderos BTL Ala-Y de la Corporación Koensayr. Tras la destrucción de Alderaan y la
Batalla de Yavin el estatus de este puesto avanzado se consideraba “Activa
total”, pero el contingente de cazas fue reducido perceptiblemente, ante la
necesidad de proteger otras bases con una mayor cobertura de cazas [Galaxy guide 3: The Empire striker back,
rol West & Games]. Ya antes de eso el escuadrón había sido disuelto y Tierfon
se convirtió en la base operativa de otras unidades, incluidos escuadrones de cazas Ala-X de Incom, aunque ninguna
tan carismática como los Ases Amarillos.
Hasta el momento este puesto avanzado sigue siendo seguro. (3)
Algunos
de los pilotos que pasaron por Tierfon, como los famosos Ases Amarillos, fueron la teniente Zal Dinnes, Jek Tono Porkins,
Vangos Grek, Robich Duggsin, que tras la disolución del escuadrilla fueron
reasignadas al Escuadrón Rojo,
equipado con Ala-X, donde
participaron en la Batalla de Scarif [SW
Rogue One La guía visual definitiva] y Yavin 4 en el ataque a la Estrella de la Muerte [SW Ep IV. A new hope]. O el capitán Dosmit Ræh, que participó en la batalla
de Jakku un año después de la destrucción de la segunda Estrella de la Muerte, que aún conservaba en su casco los colores
del escuadrón Ases Amarillos [SW Ep VII El despertar de la Fuerza. La
guía visual definitiva]. También estuvo el copito de Luke Skywalker en Hoth,
Wes Janson del escuadrón Pícado (Rogue squadron), que había sido otorgado con la
distinción de “Verdadero Astillero”
por el héroe de Javin el general Jan Dodonna. En la
ceremonia, celebrada en las instalaciones, se certificó: “su excelencia
superior y consecuente en su desempeño como oficial y artillero” [Galaxy guide 3: The Empire striker back,
rol West & Games]. Otro que pasó por la base fue N’dru Suhlak, aunque consumado piloto, fue expulsado por su
constante insubordinación [Cómic SW Slave
ship]. Entre su personal de tierra destacaba su cirujano jefe Veedo Vaocan, un pacifista rodiano,
recordado como uno de los mejores oficial médicos de la Alianza y conocido
simplemente como el Doc Rodiano [SW Heroes & rogues, rol West &
Games].
Ubicación &
construcción
La
base de Tierfon se encuentra en el sistema del mismo nombre, situado en el sector Sumitra, de la Región de Expansión, en la superficie del planeta presenta grandes barrancos, montañas y desfiladeros rocosos. Los
exploradores rebeldes seleccionaron un lugar en la cara de un acantilado que
dominaba un inmenso valle, proporcionando pasos de vuelo seguros con la
protección natural del acantilado. Se decidió construirla en el interior de la
montaña para aumentar la protección con la roca sólida, de manera que los
ingenieros volaron y cavaron una caverna de más de 250 metros de profundidad,
revistiendo sus paredes interiores de permacita y fórmex moldeado. Se
reforzaron los muros externos, así como las de las áreas más críticas, con núcleos
de metal. Mientas que otras, como las del centro de mando y la armería, fueron
adicionalmente reforzadas con blindaje epoxy. Cañerías y cables se añadieron
posteriormente, fijados directamente sobre las paredes y las placas de techo
para darle una accesibilidad inmediata en caso de reparación, expansión o
desmontaje.
Mientas
que las instalaciones terrestres superiores fueron construidas en último
término y se conectaron con el puesto subterráneo mediante una serie de
túneles. El conjunto del puesto avanzado también está conectado con
comunicadores internos y con un sistema de altavoces.
Distribución interior
El
área más grande y amplia de la caverna es el hangar para las naves, divido en
una zona de estacionamiento para una lanzadera o un carguero ligero como el YT-1300. Estaba daba al precipicio, cuya
entrada podía cerrarse gracias a unas puertas fuertemente blindadas que sellan
áreas para contener incendios, explosiones o intrusos. En el espacio más
profundo se albergaban los cazas, cada uno de los cuales tiene un hangar
reforzado que proporcionaba conexiones de computación y navegación, starters de
motor en frío, fuentes energéticas externas, así como cabestrantes y elevadores
para elevar la nave y hacer reparaciones. En las alertas ampliadas, muchos
pilotos y miembros de la tripulación en tierra dormían en hamacas atadas al
lado de sus vehículos. En la posición “Uno
listo” se encuentra siempre un caza preparado para despegar de manera
inmediata en línea recta con la puerta con la fricción mínima para aumentar la
velocidad, por lo que este piloto en alerta debe poder estar preparado en un
minuto. En el otro extremo de los estrechos confines del hangar se mantiene un
potente tractor de repulsión, un furgón antiaccidentes, con un escudo blindado
para empujar o arrastrar cazas, material o municiones dañados o incendiados
fuera de la base, ya que cualquier residuo o fuego podría anular rápidamente
todas las operaciones. También utilizan el vehículo para excavaciones, limpiar
zonas de incendios y cavar posiciones en el exterior.
Todas
las armas “duras”, como misiles y bombas, se almacenan en la cúpula fuertemente
blindada de la armería, de las cuales nunca se armaban los detonadores hasta
que estas ya estaban en los cazas y estos se encontraban listos para despegar.
Aquí también se almacenan los estimuladores y cañones láser de repuesto, así
como las armas terrestres pesadas como lanzamisiles portátiles, detonadores
termales o minas terrestres.
En
el centro de mando se encuentran los oficiales de guardia que vigilan
constantemente las comunicaciones y las lecturas de multitud de sensores, entre
los cuales se encuentra el poderoso despliegue a nivel de tierra de la base,
unidades remotas secretas y los datos de las naves en servicio de piquete. Esta
búsqueda llega a los computadores, cuyos operadores examinan cualquier signo de
actividad imperial. Su otra función es controlar los sistemas primarios,
incluyendo los generadores energéticos, los sistemas de soporte de vida y los
escudos defensivos. Desde aquí también se supervisan las misiones de vuelo y
aunque los pilotos normalmente mantienen un silencio de radio estricto, en caso
de emergencia pueden enviar mensajes en clave de menos de un segundo a la base.
En el centro de la sala se encuentra un sofisticado proyector holográfico que
proporciona composiciones de imágenes tridimensionales o cualquier dato que se
desee desde los computadores o los sensores. Durante las reuniones
informativas, los hológrafos ayudan a clasificar las rutas, posiciones y
objetivos de la misión y en situaciones de combate los comandantes y los
tácticos estudian la acción e idean nuevas estrategias.
En
la zona de alojamientos se encuentra la sala médica, que cuenta con sensores de
diagnóstico, computadores médicos, un quirófano y un tanque baca de rejuvenecimiento
que sirven a los doctores para diagnosticar y tratar la mayoría de enfermedades
y heridas. El médico cirujano es asistido por dos médicos droides (unidades MD-1
y MD-2), que pueden tratar a seis pacientes en cama, aunque otros enfermos pueden
ser alojados y tratados en las cabinas adyacentes.
Cada
cabina estándar la comparten entre 4 y 12 rebeldes, cuyos muebles varían desde
camarotes hechos a mano a unidades prefabricadas rescatadas de naves de línea
que la Alianza convirtió en naves de carga, por lo que normalmente los
abastecimientos y el equipo llenan todo el espacio de la cabina y todo el
suelo. Sólo unos pocos oficiales comparten cada camarote, pero no disfrutan de
más espacio del que dispone el resto, ya que cada uno también sirve como
ofician, laboratorio, sala de reuniones, estancia de maquinaria de
microcircuitos o cualquier otra función vital. La mayoría de los camarotes
contienen extensos sistemas de computadores, buena parte de los cuales son
amañados y transportables. La sala común es una gran estancia que cumple muchas
funciones de comedor, área de recreo y bar, zona de reuniones, gimnasio e
incluso barracones para las tropas y tripulaciones en tránsito y los
refugiados. Adyacente se encuentra la cocina, que está llena de congeladores
empotrados, armarios para comida seca y cajas de raciones, dejando apenas
espacio para las cocinas y los hornos, procedentes en su mayor parte de cocinas
compactas de pequeñas naves de pasajeros.
Un
revoltijo de abastecimientos, repuestos y material atestan las áreas designadas
para el almacenaje. Los abastecimientos van desde bolsas de mezcla seca de
fórmex a delicados repuestos para droides. Unas cúpulas especiales guardan los
abastecimientos perecederos a temperatura, presión y humedad constantes. Como
ocurre con muchos equipos rebeldes el soporte de vida fue construido a mano.
Pocas
bases son confortables porque se encuentran en ambientes extremadamente poco
hospitalarios, y éste no es una excepción. Los rebeldes rara vez hacen
funcionar su equipo de soporte de vida a plena capacidad, porque al hacerlo se
genera una tremenda silueta energética que podría alertar a los sensores o las
sondas imperiales de la presencia de la base. Mientras que en lo más profundo
de la roca se encuentran las células energéticas, capaces de recargar a los
cazas espaciales, así como alimentar los cañones láser defensivos durante el
combate. Estos capacitadores almacenan energía continuamente por lo que hay una
tremenda cantidad de esta disponible casi instantáneamente, y durante un
bombardeo complementarían a los generadores de las pantallas. Si estos fallan
estas pueden mantener la base durante un cierto tiempo, según la energía disponible.
Superficie
Los
ascensores elevadores conectan el complejo de túneles y las instalaciones de la
superficie, incluyendo el despliegue de sensores, las baterías láser defensivas
y las torres de observación. Los pozos de los ascensores incluyen peldaños de escalera
a utilizar en caso de corte energético y si una fuerza atacante consiguiese
penetrar las defensas superiores o se infiltra en los túneles, los rebeldes
pueden hacer detonar cargas especiales para destruir y sellar el pozo.
En
la superficie se encuentran las únicas instalaciones visibles del puesto
avanzado. Las torres de observación están constantemente ocupadas por vigías,
oteando el horizonte con macrobinaculares. Estos centinelas se mantienen en
contacto con patrullas itinerantes, la torre de control y el centro de mando a
través de comunicadoras de bajo frecuencia. Mientras que la torre blindada de
control sirve como estación de vigía principal, cuyos sensores pueden seguir el
rastro de todo el movimiento atmosférico y terrestre en un radio de 1.000
kilómetros a la redonda, sosteniendo las principales antenas de comunicación.
Durante las operaciones de vuelo, los controladores dan a los pilotos los
vectores de aproximación final en cualquier tipo de tiempo, siendo particularmente
necesarios cuando hay que coordinar tráfico de vuelo intenso, asistir a cazas
dañados o pilotos heridos y guiar a los pilotos en tránsito, que frecuentemente
no saben la ruta de aproximación final hasta que llegan. Los controladores
también confirman visualmente que las naves que se aproximan son lo que
pretenden ser. Desde aquí se dirige el fuego de láser y los ataques terrestres si
la base fuera asaltada [Star Wars: La
guía. West & Games].
En
el caso del puesto avanzado Tierfon la defensa solo está pensada para permitir
una rápida evacuación del personal esencial y los cazas, ya que no podría
resistir durante mucho tiempo un ataque directo de fuerzas imperiales. Aun así
está formada por varias torretas DF.9 anti-infantería y cañones láser ligero
1.4 FD P-Tower anti-vehículos, que estaban conectadas por trincheras par ser
ocupadas por la infantería de protección de la base, junto al resto de
personal, que en casos de emergencia está entrenado para defenderla.
Personal
Combate:
Pilotos 18
Tropas de tierra (incluye la
dotación de las torretas láser) 54
Mando:
Comandante 1
Primer oficial 1
Ingenieros jefe 2
Oficial de inteligencia 1
Navegante jefe 1
Comandante de las tropas de tierra 1
Cirujano 1
Oficiales 4
Apoyo:
Jefe de tripulación en tierra de cazas 8
Tripulación de tierra de cazas 24
Técnicos 18
Personal general 24
Total: 158 (no
incluyen droides)
Vehículos
Deslizadores aéreos 5
Deslizadores terrestres 2
Motos deslizadoras 4
Cazas espaciales Ala-X 8
(Más
espacio en hangar para una lanzadera o carguero ligero)
Total: 19
Notas de
producción:
Toda
la información, excepto la indica expresamente procede de Capítulo 13 «Bases
Rebeldes» del libro Star Wars: La guía.
de Bill Slavicsek y Curtis Smith del juego de rol de West & Games,
traducido y editado en castellano por Joc Internacional en 1990.
(1) Dieciséis meses
después de la Primera Batalla de Geonosis, y tras la muerte del rey Alaric el
sector Sumitra dejó la República y se unión a la Confederación de Sistemas
Independientes (cómic Jedi: Joda)
(2) Tal vez el
sector tenga 12,387 planetas y lunas, pero si nombras una base por el nombre de
uno de sus sistemas y de un planeta de dicho sistema, tal vez reduzca el margen de búsqueda.
(3) En el libro SW Rogue One La guía visual definitiva,
de Pablo Hidalgo, nos indica que: “las
patrullas imperiales obligaron a los rebeldes a abandonar su base de
lanzamiento de Tierfon, el Escuadrón Ases Amarillos, que la defendía, fue
reasignado a otros puestos. El contingente más numeroso (4 pilotos) fue
transferido a Yavin 4, Zal Dinnes y su compañero de ala Jek Porkins, Rojo Seis,
pasaron al Escuadrón Rojo de Ala-X, aunque conservaron las insignias de su
antiguo destino en sus cascos”. Mientras que en el artículo de la Wookieepedia se menciona que estuvo operativa muchos
años después de la Guerra Civil Galáctica, durante la era de la Nueva República,
aunque no menciona el origen de dicha información. Los datos de Pablo Hidalgo
pueden proceder de interpretar el desmantelamiento del escuadrón Ases Amarillos de Tierfon, como un
ataque a esta base, pero en la biografía de Jek Porkins nos indican que esta base, alejada de las áreas de acción de
la Armada Imperial, era usada como lugar
de entrenamiento. Ante la contradicción y teniendo en cuenta que la información
de La Guía del juego de rol de West & Games, es la que ha arrastrado más datos
sobre la base y el cariño que le tengo al juego y al puesto avanzado de
Tierfon, nos quedamos con que esta sigue operativa.
Ll. C. H.
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